Prisionera

2. Buscando libertad.

Pasa más de un día y yo estoy cada vez más desesperada, un nuevo mensaje es enviado a la familia de mi acompañante y al parecer hay algo que no me ha dicho, por eso hemos permanecido aquí más de la cuenta. Es imposible que su familia no haya conseguido para pagar el rescate, por lo que me ha dicho y puedo deducir, es alguien sumamente importante y con los suficientes recursos para pagarles a estos tipos.

—Hay algo que no me has dicho, ¿verdad? —me animo a preguntarle al sentirme más desesperada, quiero saber su puedo confiar en él.

Estar aquí me ha hecho que empiece a delirar y el pánico es el que me gobierna. Un sinfín de escenarios se hacen presentes y hasta he llegado a pensar que Thiago está coludido con los maleantes para hacerme daño.

—Crecí en cuna de oro. —Después de un tiempo, al fin comienza a hablar y el presentimiento de que lo que dirá no va a ser de mi agrado se hace cada vez más fuerte—. Siempre estaba rodeado de lujos y mis padres se aseguraron de que siempre luciera bien y que, sin decirlo, por donde quiera que pasara, se dieran cuenta de mi estatus. Es fue lo peor que pudieron hacer y tarde se dieron cuenta.

—Es obvio que afuera siempre hay gente mal intencionada y buscando de donde sacar provecho.

—La primera vez que me lo hicieron, fue cuando estaba entrando a la adolescencia, después ya siendo adulto y fue cuando decidí independizarme y continuar mi vida lejos de los reflectores, por eso me dediqué a otra cosa distinta de la de mis padres. Deje el ramo empresarial para dedicarme a mi pequeño negocio, pero ni eso hizo que ellos dejaran de verme. Fue entonces que tomé la decisión de firmar una cláusula en secreto con mi padre. Si volvía a ocurrir, nadie pagaría por mi rescate.

—¿Qué dices? Es absurdo, es una manera de matarte. —Grito las primeras palabras que vienen a mi mente.

—No quiero volver a pasar por esto, no quiero que nadie más pueda aprovecharse de la situación, trabajar para mantener parásitos que estiran la mano para obtener los frutos de mi trabajo o el de mis padres, prefiero morir, que seguir comprando una vida que no vale demasiado. Después de esto estoy seguro de que ese contrato va a salir a la luz y nadie más volverá a intentar llevarme para pedir dinero, ya que mis padres tienen las manos amarradas.

Trato de asimilar lo que estoy escuchando, pero me es imposible creer que alguien prefiera morir antes de poder comparar su libertad. Entiendo que cada uno tiene prioridades y que todos pensamos de manera diferente, en mi caso daría mi vida a cambio de la de mi hermano y soy capaza de hacer cualquier sacrificio con tal de verlo bien.

Estiro mis pies, así como mi cuerpo entero para tratar de relajarme debido a la tensión de lo que cabo de escuchar. Por fortuna ya no me encuentro atada porque al parecer me he ganado la confianza del tipo para liberarme, o puede que sepa que aquí no hay escapatoria. Me permito liberar a Thiago y a pesar de que no podemos caminar más allá de la puerta, pero es preferible esto a seguir maniatados.

Tratando de entender la postura de Thiago, camino hacia el espacio que me han dado como sanitario. Es una habitación con el piso de tierra, sin ninguna aparente ventana, pero ahí está el pequeño detalle, detrás de esas cajas puedo ver un poco de esperanza y al parecer ni ellos se han dado cuenta de que está ahí. Sin que se dieran cuentas las he movido poco a poco hasta que el fin estoy viendo la luz. Trato de ocultar con el cartón cualquier indicio de que he movido cosas.

Al regresar a la habitación escucho el sonido de la puerta ser abierta. Esta vez no se trata de la misma que se ha hecho cargo estos últimos días. Este de aquí da miedo con tan solo verlo.

—Necesitamos que envíes el último mensaje con urgencia, esta vez te va a acompañar tu querida novia. Sospechamos que contigo no podemos hacer más, algo has hecho o a tu familia ya no le interesas. Por eso, si quieres que ella salga con vida de aquí, es mejor que des el mensaje correcto. Vamos, toma el periódico y tú, aceraste a él.

Casi me arrastra a su lado, mientras que los demás vigilan que no hagamos tonterías. Nos cubren la cabeza y un golpe en la mejilla me hace derramar lágrimas y lanzar un grito. Lo mismo hacen con Thiago; sin embargo, este permanece impasible, como si no le doliera lo que le están haciendo.

Me mira y me pide en silencio que aguante, mientras que yo agacho la cabeza muerta de miedo. Parece que esto es más de lo que puedo soportar.

Siento el sabor del cobre mezclado con el salado de mis lágrimas y no paro de llorar al estar al lado de Thiago. Este coloca su mano en mi hombro y trata de reconfortarme, aunque eso puede ser una misión imposible.

—Papá, mamá, es momento de hacer cumplir la cláusula, a pesar de todo, se trata de mi vida y quiero que se cumpla todo lo que he pedido en caso de un secuestro de este tipo; no obstante, esta vez no estoy solo, a mi lado está mi novia y quiero que den lo que les pidan por ella.

—Las imágenes son perfectas y si te quieren de vuelta, estoy seguro de que se apresuraran a conseguir lo que he pedido. —Asegura el mismo tipo al revisar a grabación, mientras que permanecemos sin movernos.

Con esto, desaparece de nuestra vista y por un buen tiempo, no sabemos de ellos y es cuando podemos regresar a nuestro lugar seguro. Durante este tiempo hemos permanecido en silencio, tratando de asimilar lo que ha pasado, por mi parte quiero salir huyendo y la de él es del mismo ser tranquilo, a pesar de la golpiza que le han propinado que está lejos de ser igual que la mía, mira fijamente a la pared como si se estuviera resignando a su destino.




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