-Prohibido Enamorarse-

CAP-02-

Al día siguiente desperté muy nerviosa, tenía mucha intriga  de conocer gente nueva, de alejarme de mi mamá y hasta de extrañar los gritos de la abuela que se habían convertido en parte de mis días, pero también estaba segura que a partir de ese día todo sería diferente y empezaba una etapa que me cambiaría la vida y no solo a mí, sino también a mi mamá que era lo único que me importaba en ese momento.

Tenía sensación de vomitar, iba caminando al baño pero tocaron al puerta del cuarto y era mi mamá , era hora de irme, nos despedimos entre lágrimas y abrazos , subí a un carro y fui rumbo al centro de rehabilitación.

Cuando llegué todo por fuera era lindo había muchas flores, arboles, el lugar transmitía paz y tranquilidad. Bajé del auto, Sara me estaba esperando en la portada con dos enfermeras.

-hola Andrea, bienvenida al centro de rehabilitación- Sara me saludó sonriente- te presento a las dos enfermeras que están encargadas de tu grupo que es el  2b –señaló a dos enfermeras- ellas te guiarán a tu habitación y todo lo que necesites ellas se encargarán de dártelo, cualquier consulta o ayuda acudes a ellas, también te dirán cuáles son las reglas del centro, ¿de acuerdo? ,ahora te llevarán a tu habitación.-

-muchas gracias.-caminé atrás de las enfermeras-

Me llevaron por una entrada muy bonita, no les digo que sí, se respiraba paz, tranquilidad, armonía, amor, amistad.

Había un pequeño jardín donde alrededor había niñas y niños jugando, al otro lado había jovencitos, algunos leían, otros hacían yoga, otros hacían deporte y todos vestían de un solo tipo de ropa, capucha blanca pantalón negro y zapatillas blancas. 

Al entrar al pabellón de las habitaciones me di cuenta que había muchos cuartos y pensé que no era la única con problemas, algo que me tranquilizó por un momento.

-Andrea aquí es tu habitación, es pequeña pero muy bonita y acogedora, ¿necesitas que te ayudemos a instalarte como guardar tu ropa o algo así?-informó una enfermera-

-no, gracias, lo puedo hacer sola, ya se pueden ir.- las dirigí a la puerta-

Salieron de mi habitación y revisé todo, y sí, el cuarto era lindo incluso mejor que el de mi casa, tenía olor a no tengo idea, pero era delicioso tenía un pequeño baño suficiente para una persona, estaba impecable y muy bien decorado, lo que más gustó es que me dieron una habitación con luz natural y por la ventana se podía observar el jardín de flores, pensé ,soy afortunada me han dado una de las mejores habitaciones del centro, dicho que después me di cuenta que todas las habitaciones son iguales. 

Estaba terminando de guardar mis cosas cuando escuché una alarma, también pude presenciar muchos pasos en los pasillos y voces, terminé de guardar mis cosas y cuando abrí la puerta todos se estaban dirigiendo a un solo lugar, ¿a dónde? No sabía, entonces me regresé y cerré la puerta luego alguien la tocó y la abrió diciendo...

-hora del almuerzo Cam, quieres que te ayu...- era un chico alto, no tan delgado ni tan gordo, de tez blanca y tenía un pirsin en el oído , quien al verme y sin terminar de hablar se quedó callado por unos segundos, suficientes para que nos diéramos cuenta que no nos conocíamos, luego dijo - ¿hola?-




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