-Prohibido Enamorarse-

CAP-04-

En seguida una de las enfermeras me trajo dos cambios de uniforme iguales y me dijo que me están esperando para iniciar la reunión el aula es la 2b en la que me tocaba y quedaba al final del pasillo del primer piso.
Mientras me alistaba, trataba de no estar pendiente con respecto a mis nervios, que en ese instante querían salir disparados.
Una vez lista salí en busca del aula, estaba en el primer piso buscandola, por más que quería encontrarla rápido, se me hacía imposible, aquel lugar no eratan grande como para perderse, pero era mi prinera vez allí, se suponía que alguien me guiaría. Seguí caminando por los pasillos y me encontré con aquel chico... Santiago, su nombre llegó de inmediato a mi mente.

-oye, ¿buscas algo? – dijo llegando del otro lado-

-sí, ¿me puedes decir dónde queda el aula 2b?-juro que fui amable-

-sí- dijo cantando- pero con una condición.

-¿qué condición? -pregunté levantando una ceja esperando que la respuesta no sea tan estúpida pero...

-que la próxima vez bajes al comedor, no me gusta llevarte la comida y esperar que termines de comer.-fingió una sonrisa-

-no entiendo qué haces acá en el centro de rehabilitación- dije frunciendo el ceño- seguro te falta una parte del cerebro y por eso no piensas bien, y no acepto tu condición, buscaré yo sola el aula, imbécil-me di media vuelta ignorándolo por completo-

-grosera! -Me dijo mientras yo me iba a buscar el aula, no le dije nada.

Cuando llegué me di cuenta que él venía unos metros atrás de mí,no lo niego sí tuve miedo, di media vuelta apoyándome en una puerta a esperar que él pasara de frente, pero vi que se acercó poniéndose delante de mí, cogió la manija de la puerta y la giro sin dejar de mirarme, haciendo que la puerta se habrá, sentí como mis mejillas se sonrojaron y sentí nervios, me reclamaba a mi misma ¿porqué era que éste sujeto me ponía así?, es que sus ojos tenían algo especial difícil de descifrar, me quedé estática sin hacer ningún movimiento ni bajando la mirada en ningún momento.

-esta es el aula que buscas – dijo con una sonrisa y entró al aula-

-gracias-fingí una sonrisa atrás de él-

Entré y había un señor sentado alrededor de muchos jóvenes, supuse que era el psicólogo o algo así ya que estaba vestido con una camisa blanca y encima una chompa mostaza junto a un pantalón y zapatos negros, éste al vernos habló.

-hola soy el psicólogo Francisco, adelante pasa y toma el lugar que está vació.-señalo a una silla que tenía un cojín en el asiento.

Tenía mucha vergüenza, todos me miraban, quizá en otro momento, en otro lugar y con otra  gente no estaría tan avergonzada, pero estos chicos sabían que la razón por la que yo estaba ahí era por que tenía problemas conmigo misma.
Me senté, me percaté que Santiago se sentó casi al frente dos asientos a la derecha del psicólogo.

-hola a todos, bienvenidos nuevamente a otra reunión- el psicólogo suspiró y dirigió su mirada hacía mí- el día de hoy tenemos una amiga nueva ¿verdad? Por favor nos dices tu nombre, como era tu vida antes de llegar aquí, cuántos años tienes y si quieres puedes decirnos la razón por la cual te internaron-lanzó una sonrisa amable-

-hola a todos –mi voz se escuchó temblorosa-soy Andrea, antes de llegar aquí pues vivía con mi mamá y tenía muchos problemas por eso me internaron y tengo 17 años.-mis nervios se notaban a lejos y traté de ser algo rápida para que dejen de mirarme, error porqué cuando me callé alguien habló-

-se te olvidó decir que eres muy grosera – Santiago levantó el dedo índice, hablando y mirando al piso, aguanté las ganas de gritarle pero mis nervios me lo impidieron-

-hey! Santi nadie te pidió que hablaras- el psicólogo lo miró amenazante-

-perdón psicólogo-fingió una sonrisa-

En ese momento tuve muchas ganas de estrangularlo y golpearlo porque en realidad él era el grosero conmigo, y aunque estaba muy guapo no tenía por qué tratarme así, siendo yo tan amble bueno tal vez un poco, en fin, luego cada quien empezó a contar lo que estaban pasando o lo que habían pasado:

* Fátima de 15 años la internaron por asesinar a un depravado que abusó de ella cuando era niña sus papás solo pueden verla 1 ves al mes y aún le falta 2 años más para salir del centro de rehabilitación.

*Antonio de 19 años tiene problemas con el alcohol y lo internaron hace medio año ya le falta poco para que salga.

*Daniela de 14 años la internaron porque ninguno de sus papás quiere quedarse con ella y estará ahí hasta que cumpla 17.

*Daniel de 17 años lo internaron por querer suicidarse más de una vez a causa de los constantes maltratos que recibía él y su mamá por parte de su padre quien está preso y su mamá vive con su abuela.

*Camila de 16 años la internaron hace 10 meses debido que le detectaron cáncer y no puede caminar muy bien y sus padres trabajan todo el día para pagarle sus quimios.

*Santiago de 18 años lo internaron porque tiene problemas con el alcohol, fuma y sus papás no soportan verlo fumar porque son muy religiosos.

Me quedé en shock al escuchar de la misma boca de ellos los problemas por lo que pasaban, era tan raro ver como ya lo decían tranquilamente mientras yo decía una palabra y empezaba a sudar fríos de los nervios que me daba, yo casi nunca enserio nunca tenía vergüenza hablar con alguien, pero ésta vez se trataba de mi familia y de mis problemas, vergüenza de ser una chica con problemas, Sí, pero no era la única con problemas.

Saliendo del aula encontré a Camila y a Santiago estaban conversando y al verme Camila me habló.

-Andrea quieres venir con nosotros? Vamos a ir al jardín- Camila dijo algo emocionada-

-no muchas gracias tengo que terminar de desempacar mis cosas- respondí

-ah bueno adiós- me dio pena porque cuando me negué se le borró la sonrisa que tenía, pero estaba con su amigo, quien no ha hecho más que tratarme mal desde que llegué. En realidad, no tenía nada que hacer pero no quería hablar con nadie.




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