-Prohibido Enamorarse-

CAP-05-

Al día siguiente teníamos que levantarnos a las 7:00 am ,cosa que no me gustó mucho, porque quería dormir todo el día, me levanté, me bañé, me cambié, estaba terminando de alistarme y alguien tocó al puerta.

-Andrea soy Camila ¿puedo pasar?-oí atrás de la puerta-

-sí claro, pasa- contesté.

-hola Andrea ¿como amaneciste?- dijo mientras se acercaba moviendo la maniilla que tenía su silla de ruedas.

-bien, algo raro, pero bien- dejé el peine a un lado- es mi segundo día aquí y es raro- sonreí tímidamente.

-con el tiempo te irás acostumbrando, aquí todos somos como una familia-sonrió-sabes, vine a verte para decirte que cuentes conmigo para lo que necesites, digo, soy algo inútil, pero te puedo ayudar en lo que pueda-comentó

-muchas gracias, eres muy linda, me caes bien- confesé regalándole una sonrisa-

Nuevamente sonó la alarma, supuse que era hora del desayuno, en caso contrario ¿para qué habría sonado?

-¿desayuno?-pregunté haciendo una mueca de fastidio.

-sí, vamos- rió y movió otra vez la manilla de su silla.

-yo te ayudo- me puse de pie rápido.

La llevé ayudándola con su silla de ruedas mientras me iba contando muchas cosas de ella de cómo conoció a Santiago, en que trabajan sus papás.

-te contaré algo de mí –dijo- llevo aquí casi 10 meses y no sé cuánto tiempo más vaya a estar, mi papá es administrador de un hotel y mi mamá trabaja en oficina de un notario y no tengo hermanos-hizo un puchero gracioso- conocí a Santiago aquí, es mi mejor amigo llegamos casi juntos al centro de rehabilitación y desde ahí no nos hemos separado es muy bueno siempre ayuda a las personas...

Y así continuó hablando de muchas cosas suyas, entre ellas mencionaba a Santiago, supuestamente él era muy amable con todos, claro, menos conmigo. Yo no tenía interés en que  él me convierta en su amiga.

Cuando llegamos al comedor nos sentamos juntas en una mesa. Olvidé por completo que Santiago vendría.

-hola chicas –se sentó al otro lado de la mesa-Andrea hoy amanecí de buen humor, así que no te molestaré pero solo por hoy-soltó una sonrisa,

-¿Estás bien? –abrí mucho los ojos riendo-

-de lo mejor, créeme.-guiñó un ojo apoyando sus brazos sobre la mesa y casi me da un paro cardiaco. ¿Porqué? No lo sé.

-ok- Camila nos miró confundida- entonces terminemos de desayunar, porque tengo que aprovechar que al menos hoy no discutirán- apretó los labios para no reír.

No sé cómo, en realidad no lo sé, pero ese día estuvimos de lo más tranquilos y la pasamos súper bien, me llevaron a conocer muchos lugares del centro de rehabilitación. Eso de las 6:30 pm más o menos fuimos a cenar.
Terminamos y nos dirigíamos a nuestras habitaciones una enfermera llamó a Camila:

-Cami ven con migo te llaman de dirección solo será un segundo, chicos si desean la pueden esperar aquí- indicó la enfermera.

-sí, espérenme no me demoraré- Camila nos miró son suplica-

-sí está bien ve aquí te esperamos- Santiago sonrió sin despegar sus labios-

-sí, sí ve- dije forzada ante la mirada de Camila, era tan tierna.

Se la llevó la enfermera y me quedé sola con Santiago cerca del jardín a unos metros de la entrada a las habitaciones. Hubo silencio por unos segundos.

-porque se la habrán llevado?-pregunté y volteé a verlo- tú crees que sea algo malo?

-no, no es malo, siempre la llaman, seguro son sus papás o sus tíos o sus abuelos o sus primos –enumeró con los dedos-tiene mucha gente que la quiere, es una niña muy buena responsable amable y no dice groserías-sonrió-

-disculpa?-abrí la boca con exageración ante su pésimo comentario-estás tratando de decir que a ella la quieren por no ser grosera y que a mí no, por serlo ¿eso quieres decirme? –lo desafié con la mirada-Tienes algún problema conmigo Santiago? Digo te hice algo? Porque lo único que haces es tratarme mal desde que llegué y ahora me sales con esto de que por eso nadie me quiera-en serio me molestó mucho-

-yo no dije eso- respondió sin mirarme y sin tomarle importancia a lo que dije-

-yo lo entendí así y sabes que, quizá tengas razón a nadie le importo y nadie me quiere- levanté las manos y las dejé caer sobre mis muslos y empecé a caminar hacia la dirección de las habitaciones-

-Andrea vamos, no seas resentida, lo siento- dijo dándose la vuelta para detenerme, pero fue inútil-

Me fui a mi cuarto corriendo y entré al baño, sí, a vomitar, estaba súper mal, sentía como mi cuerpo entró en colapso y lo único que me calmaba era vomitar, a los pocos segundos Santiago empezó a golpear la puerta yo no le hacía caso por los mismos ruidos que hace mi cabeza cuando vomito, no escucho nada solo hay una presión dura que siento en el cerebro, entró debido a que la puerta no estaba con seguro y me encontró en el baño vomitando me cogió de la cintura intentando levantarme, al sentir sus manos en mi cuerpo traté de que me soltara.

-no! Andrea ya deja de hacerlo-logró voltearme hasta él quedando arrodillados frente a frente, mientras yo me limpiaba residuos de baba en mi boca (perdón sé que es asqueroso).




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