-ya déjame vete-solté a llorar-
-no Andrea, no tienes por qué hacerlo te haces daño-decía mientras levantaba el cabello que había caído sobre mi rostro-
Me levantó del piso y me ayudó a limpiarme la boca, me cepillé y él me ayudaba a peinarme. Por momentos lo veía tan tierno pero cualquiera en su posición hubiera hecho lo mismo, ayudar. Salimos del baño y me dijo:
-Andrea te haces mucho daño al vomitar- me observó-
-lo sé –aclaré- lo hago por qué me siento desfogada, intento olvidar las cosas que me hacen daño vomitando- me paré a lado de una mesa-
-es que no Andrea, de esa manera solo te haces daño a ti, a tu salud, no lo haces por placer porque ni si quiera eso te genera tranquilidad, lo haces porque solo piensas que te hace bien, solo lo piensas.
-quizá tengas razón o quizá no, en realidad no sé lo que me pasa, actué así porque todo me afecta hasta la mínima cosa me afecta- tal vez fui un poco dramática al hacer mis gestos-
-yo lo siento, no quise hacerte sentir mal, solo lo dije sin pensar no sabía que te afectaría, tanto, lo siento.-levantó la mirada a mis ojos-
Silencio por 1,2,3,4,5 segundos y miradas muy centradas, ¡caray! No me había dado tiempo para visualizar bien a Santiago y ver en su mirada profundidad muy oscura sus ojos eran marrones claros, pero nada estaba claro dentro de él.
-si pudiera hacer algo para que me disculpes-se acercó y tomó sus manos con las mías, el escalofrío dentro de mi cuerpo empezó a recorrer por mi sangre.
-no, no es necesario hacer algo, gracias.- titubeé al tenerlo más cerca, no tenía idea de lo que él quería hacer.
-sabes no me había dado cuenta de lo linda y tierna que eres, no sé, tienes algo en particular al resto -miraba tierno-
-eeeh ¿Te sientes bien?-pregunté muy dudosa de su actuar-
Se me acercó y mirándome a los labios dijo.
-mejor que nunca- respondió sin despegar la mirada de mis labios-
Estaba a punto enserio a punto de besarme estábamos a 3 cm de chocar nuestros labios y a Camila se le ocurre tocar la puerta de mi habitación. Nos separamos nos miramos sorprendidos y él fue a abrir la puerta.
-chicos les pedí que me esperaran, cuando salí ya no les encontré,¿pasó algo?- dijo Camila entrando al cuarto-
-eeh, lo que pasa es que Andrea se sintió un poco mal y la traje aquí-me miraba y luego miraba a Cami tratando de no arruinar lo que estaba diciendo-
-sí, sí, discúlpanos por dejarte-recogí mi cabello atrás de mi oreja algo avergonzada-
-no, como los voy a disculpar, todo bien-sonrió- y ¿ya estas mejor Andrea?- dijo con preocupación-
-sí, solo son alucinaciones mías-sonreí rascándome la nariz y rápidamente continué-¿para qué te llamaron de dirección?- desvié el tema que tan incomida me tenia.
-pues me llamó mi mamá, papá se fue de viaje y quiere que vaya 2 días a casa a quedarme con ella pidió permiso en el trabajo, así que mañana por la tarde iré- no sonaba tan emocionada-
-eso es bueno Cami, pasarás tiempo con tu mamá-ladeo la cabeza de ésta-
-sí, será lindo y todo, pero creo que ya me acostumbré a la vida de aquí- bajó la mirada hacía sus manos que estaban sobre sus piernas para jugar con sus dedos-
-¿bromeas? Lo que yo daría por pasar dos días a solas con mi mamá, solo ella y yo- comenté
-wau- exclamó Santiago- al fin dices algo coherente Andrea-lo miré indignada ante su estúpido comentario-a mí también me gustaría pasar tiempo con mi mamá, esta es tu oportunidad para que así no la extrañes mucho.
-ok, ok, ok – Camila alargó cada OK que dijo- yo iré solo si ustedes dos me prometen tratar de llevarse mejor por favor-exclamó cansada-
-no te prometo nada, pero lo intentaremos- me crucé de brazos-
-yo no lo sé-respondió Santiago dudoso-
-lo intentaremos ¿verdad Santiago?-lo miré casi aniquilándolo con la mirada-
-sí, lo intentaremos- éste rodó los ojos-
-de acuerdo, Andrea te dejamos descansar, hasta mañana- Camila se dio media vuelta con dirección a la puerta-
-adiós Cami, descansa mañana nos vemos-respondí-
Santiago llevó a Camila a la puerta y le dijo -espérame Cami, ahora vuelvo- se regresó y me dijo:
-Andrea sobre lo que casi pasó...- pasó su mano sobre su nuca-
-tranquilo no pasó nada, ¿o sí?- respondí tratando de sonar tranquila-
-no, no pasó nada, adiós- su semblante se notó serio y se regresó a la puerta.
-adiós-dije tratando que me escuchara-
Ahora sí no sabía que estaba haciendo, él era lindo, muy lindo y se notaba que tenía un gran corazón y hasta su manera de ser con las personas era lindo, pero me trababa raro, a veces bien a veces mal, y yo no entendía cómo es que casi casi nos besamos, no sabía cómo pasó y aunque me hubiera gustado unir nuestros labios algo me hacía cambiar de opinión, Jack.