POV' SANTIAGO:
Había salido de la habitación de Andrea después de escuchar sus problemas y me recordó a Liza mi ex novia quien se fue con mi ex mejor amigo dos días después que mi abuela muriera, me dio tanta rabia ver como chicas como Andrea sufrían bastante y no poder ayudarla del todo.
Andrea, desde que la vi me encantó veía en su mirada tristeza ,rebeldía, ternura , lo cual me hizo quedarme encantado y ver más allá de una chica con problemas era como una aventura y sus labios el camino perfecto para recorrer, sacando las piedras y puliendo el lugar para que pueda sobrevivir, quitando las espinas que tanto daño le hacían y sanando las llagas que ésta dejaba.
Pero como una de las reglas era no mantener relación sentimental entre internados me resigné solo a tratarla mal y a intentar olvidarme de ella, después de que una vez casi nos besamos y otra nos besamos era imposible no pensar en ella así que accedí a hacer lo que ella quería si me decía hay que mantenerlo en secreto lo haría y si me decía que no pasaba nada ahí quedaba todo.
Esto cada vez se hacía mas fuerte, algo que debería de ser al contrario. Pero como podía olvidarla o no pensar en ella, si estabamos en el mismo lugar, cruzandonos todos los días.
Aunque la segunda opción era la más probable ya que tenía novio, vino a verla aquel día.
La sensación de un buen trago y de un cigarrillo invadía mi cuerpo, esto hacía cuando me acordaba de lo que me hicieron esos 2, encontré a Daniel y a Antonio los invité a tomar algo en el viejo cuarto al fondo del centro de rehabilitación fuimos y empecé a beber demasiado y también a fumar, Daniel y Antonio hablaban de chicas yo solo estaba en silencio y no les decía nada, ellos fumaban y yo también.
De un momento a otro intenté pararme para ir a la habitación de Andrea y decirle todo lo que me hacía sentir en todo este poco tiempo, pero Daniel empezó a gritar ''fuego, fuego'' me regresé a verlos y estaban intentando salir, yo casi bien mareado comencé a correr ayudarlos pero al momento de pasar me dio vuelta la cabeza y caí al piso. De ahí no recuerdo nada solo cuando desperté en el hospital y vi a mi madre y a mi padre y sí ya estaba en problemas.
-Santi hijo- mamá se acercó más a la cama-
-cómo te sientes?-la pregunta de mi padre fue muy fría-
-qué lindo es escuchar eso-sonreí muy incómodo-pero bien muchas gracias.
-luego de esto tenemos que hablar eh-señaló mi madre-
-ya decía yo que no pueden preocuparse tanto por mi sin reclamarme algo.
Salimos del hospital rumbo a casa pero no quería a ahí.
-mamá papá quiero ir al centro de rehabilitación, no quiero ir a casa.
-¿y eso?- volteó a verme mi mamá.
-si irás y ahora para que mejores de verdad y si esta vez no lo haces tomaremos medidas más drásticas para ti-comentó mi papá.
-si lo que quieran pero llévenme allá por favor- pedí.
-gracias a dios no te pasó nada ahora vamos a casa a que descanses- insistió una vez más mi papá.
-que no papá, quiero ir al centro de rehabilitación- ya estaba poniéndome de mal humor.
Sin decir nada dio la vuelta al auto y nos dirigimos a rehabilitación.
No quería ir a mi casa todo me recordaba a los malos momentos que pasé antes de salir de ahí y necesitaba ir allá ahí respiraba paz. Y también necesitaba ver a la chica que aunque peleáramos en casi todas las clases me hacía tan bien con solo mirarla y escucharla siendo amable con todos.