-Prohibido Enamorarse-

C-12-

POV`ANDREA.

Me quedé dormida leyendo un libro ya que no tenía móvil, me entretendría leyendo hasta las 10:00am y escuché que tocaron la puerta.

-Andrea necesitas bajar a comer algo! - se escuchaba atrás de la puerta.

 Yo respondí sin levantarme de la cama- no tengo hambre Sara necesito dormir-

-me molestaré contigo si no bajas ahora, tienes 5 minutos para alistarte-ordenó Sara-

Rodé los ojos para responder-  Está bien ahora bajo.

Me desperté bien y fui a vestirme, cogí mi libro, bajé al comedor sin despegar la mirada de mi libro caminé hasta el comedor, levanté la mirada y rodeé el lugar, logré captar sentado a Santiago en una mesa, solo había 2 chicas las cuales se fueron ya que terminaron de comer, yo me senté al frente y me senté a comer. Hubo silencio por unos segundos y Santiago habló a lo lejos.

-¿no me vas hablar? –se quitó la capucha que cubría su cabeza-

Miré todo el lugar simulando buscar a alguien y dije-¿me hablas a mí?- me señalé-

-¿ves alguien más acá en el comedor?- alzó la mirada en busca de la mía-

-¿qué quieres que te diga? – Recosté mi espalda en la silla para cruzarme de brazos y mirarlo seriamente-

-la verdad –mi miró alzando una ceja-

solté una carcajada-¿ la verdad? ¿Tú quieres la verdad? Cuando eres el primero en ocultármela- dije irónicamente.

-por eso, la verdad, aquella que de seguro ya te enteraste-no bajaba la mirada bien prendida en la mía-

-sí-suspiré- y no entiendo porque me la ocultaste.

-Andrea, ¿tu sabes lo que se siente que te engañen con tu mejor amigo? Que te fallen dos personas que tú quieres es lo peor- agachó la mirada- por eso dije que ella había muerto, porque cada vez que la recuerdo viene a mi mente todo lo malo que me hizo y es mejor pensar que está muerta-su rostro se desencajó, lo suficiente para decir eso.

-hablé con tu mamá- levanto su mirada hacia la mía y lanzó una sonrisa con los labios- ella me contó-

-y ella me contó que habló contigo. -silencio por unos 5 segundos y miradas concentradas-

-¿como sigues?- dije despegando la mirada, para llevarla a otro lado-

-mejor-respondió mientras se iba acercando- me contó Sara que es probable que cierren el centro de rehabilitación- se detuvo en dos mesas más allá que yo-

-¿qué? Eso no lo sabía- señalé sorprendida-

-sí, pero ya lo está solucionando, me sentía culpable por ocasionar todo esto, pero Daniel dijo que él había jugado con el fuego y ya me siento más tranquilo-sonrió con un suspiro-

-supongo que tus papás te llamaron la atención-dije obvia, aunque ya me sabía su respuesta-

-sí y mucho-soltó una pequeña carcajada- estoy acostumbrado, le supliqué a Sara que no me expulsara de acá, no me gusta estar en mi casa con mis padres gritando todo el día-

-ya somos 2, y es bueno que te quedes- dije ¿porqué dije eso?-

-te gusta verme aquí- dio una sonrisa de lado haciendo notar un pequeño hoyuelo, ¿no podía ser menos coqueto?-

-no lo decía por mí, lo decía por ti, sé lo que se siente- sí lo dije súper nerviosa-

- yo veo otra cosa- decía mientras tocaba las mesas con la yema de sus dedos, se acercó a mi mesa, se detuvo delante de mí y cogió mi libro- ¿Qué es esto? Se ve lindo, me lo llevaré- 

-oye eso no es tuyo- me puse de pie y fui atrás de él, pero se dio la vuelta- 

-ahoraes mío- soltó una pequeña carcajada-lo quieres?-asentí- tómalo-estiró susbrazos enseñándome el libro, me detuve al estar cerca de él, mientras levantabalos brazos alzando mi libro.

- dámelo- dije amenazante.

- ¿Qué quieres que te dé?- preguntó con una risa, Por una extraña razón me reí y ledije- eso- señalé al libro que en cuestión de mini segundos lo bajó hasta sucintura un poco más abajo, él agachó la mirada hacia sus pantalones- Andrea tencuidado con lo que pides- dijo con una suave carcajada.

volví a reír, me acerqué a él intentado quitarle el libro, pero Santiago lo puso atrás de él tan rápido que me quedé a solo milímetros de su cuerpo, nos quedamos mirando muy cerca, otra vez un escalofrío recorrió mi cuerpo y me puse peor cuando Santiago pegó su nariz a la mía rosándolas, en cuestión de segundos muy rápidos pegamos nuestros labios, sí, nos besamos , sus labios eran suaves no me despegaría nunca de su boca, sentía un sentimiento tan lindo, que amaba sentirlos, solo nos dejamos llevar con ritmo en nuestros labios y sentimientos en el corazón que nos impulsaban a hacerlos. Pasaron algunos segundos él soltó el libro y el sonido de éste nos hizo separarnos muy despacio.




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