Prohibido para ambos

Capítulo 39

Mis ojos buscan a la niña que se ha ganado parte de mi corazón. Suelto la mano de Jasper para mirar tras la reja con mucha esperanza de que aparezca, cuando el encuentro siento que mi corazón tiene un alivio. Su cabellera oscura está despeinada mientras la veo parecer triste, mi pecho se contrae mientras hago silbidos para que me escuche, duro varios minutos intentándolo hasta que ella mira donde nos encontramos abriendo sus ojos marrones sorprendida. La llamo con una mano y cuando se acerca sonrío. Ella me mira fijamente y yo le sonrío queriendo abrazarla para darle seguridad de que la tendré conmigo.

—Allen—dice ella con voz suave—yo pensé…

—Pensaste que te abandoné?—cuestiono y ella baja la mirada pareciendo avergonzada—jamás haría eso, yo te prometí que estarías conmigo, y es cierto—tengo tantas ganas de estrecharla contra mi pecho porque ver sus ojitos asustados me llenan de impotencia— pero para que nadie nos separe deberemos esperar, ¿puedes esperar por mí?—pregunto y ella asiente con lágrimas viajando fuera de sus ojitos—no llores, te prometo que estaremos juntas—Jasper aclara su garganta.

—Me moveré un poco para darles privacidad—asiento y él camina despacio, pero alejándose.

—Allen, tengo miedo—susurra—si te vas me quedaré solita, no quiero eso, no quiero quedarme aquí—sus palabras duelen y pronto estoy llorando con ella.

—No te dejaré aquí, viajaremos como tú siempre soñaste. Un día me dijiste que te gustaría ir a París, iremos cariño, iremos a París y podrás cumplir uno de tus sueños, te lo prometo—mis labios tiemblan y ella sonríe un poco.

—Esperaré por ti Allen, pero no me abandona por favor—su suplica es temerosa.

—Esta promesa nunca la romperé, estaremos juntas, ya el proceso comenzó, lo estaremos—ella asiente con una pequeña sonrisa.

—Estás con él—dice señalando a Jasper quien nos observa a una distancia considerada—él puede ser mi papá—a pesar de que su rostro está un poco sonrojado debido a las lágrimas, ella intenta levantarme el ánimo. Esta niña es un sol.

—Sabrina—la regaño sintiéndome un poco sonrojada.

—Él te mira muy bonito Allen—susurra.

—No hablemos de eso ahora, háblame, ¿te trata bien?—pregunto preocupada—¿comes bien?—ella me mira y asiente—¿segura?—ella me sonríe un poco.

—Estoy bien, solo no quiero que te vayas—le regalo una pequeña y odio estar separado de ella.

—Pronto estaremos juntas—alguien la llama y me escondo—volveré a venir, ¿sí?—ella asiente—te quiero Sabrina y no te dejaré aquí, eso te lo juro—ella llora.

—Yo también te quiero Allen—la veo alejarse y tengo unas fuertes ganas de correr hacia ella para protegerla como yo quise que me protegieran por mucho tiempo. Sé que tiene miedo, el sentimiento de incertidumbre lo conozco, sé que teme que sea como todas las personas que un día le prometieron yo la abandone. Sabrina ha sufrido mucho, pero haré lo posible por que un día cercano su nombre lleve mi apellido. Sabrina Davis, mi hija.

Con los sentimientos estancados en la garganta camino hacia Jasper quien al verme a los ojos camina y me abraza con fuerza, me brinda una y otra vez esa sensación de estar protegida, de que en sus brazos nada malo me puede ocurrir y de que no hay otro lugar en donde quiera estar. Su aroma se filtra sin invitación en mis fosas nasales y mis manos lo aprietan para acercarlo más. Quiero que, así como en los brazos de Jasper yo me siento protegida, Sabrina lo sienta en los míos. No quiero que tenga incertidumbres, quiero protegerla, cuidarla, quiero que nada malo de ocurra, que ella pueda ser feliz como sé que comienzo a serlo yo.

—Ella tiene miedo Jasper—susurro con vos ronca por contener las ganas que tengo de llorar—no quiero que ella sienta miedo—aunque no lo quiero él me separa de su cuerpo para ver mis ojos.

—Eso es solo por ahora Allen, pronto ustedes estarán juntas, lo sabes—lo abrazo escondiendo mi rostro en su pecho. Aprovechando estos momentos de protección que siento a su lado.

-Jaspe…

—Si?—cuestiona en voz baja y disfruto de la sensación de tenerlo cerca. No se siente mal, no se siente erróneo, mi cuerpo no lo rechaza. Me siento bien con él pegado a mí, abrazándome y brindándome una sensación tan bonita como es la de sentirme a salvo.

—Crees que ganaremos el juicio?—pregunto uno de mis temores—si él sale libre me matará, no quiero vivir con miedo nunca más, no quiero sentir que mi vida le pertenece a Benjamín, quiero ser libre, no quiero más ataduras— susurro y él suspira enviando cosquillas por todo mi cuerpo al sentir su aliento en mi oído.

—Ganaremos Allen, tenemos todas las de ganar y todos los delitos que ese bastardo ha hecho no quedarán impune, le darán muchos años en prisión, tú no estarás atada de ninguna manera, además—él se separa para sonreír—él proceso de divorcio comenzó , por eso la situación avanza rápido, pronto nada te atará a él—mi corazón tarde con fuerza cuando levanta la mirada y él sonríe, se ve tan lindo… siento como los latidos incrementan de ritmo cuando sus ojos hacen contactos con los míos.

Trago sintiendo mi garganta seca y me coloco de puntillas cerrando mis ojos y uniendo mis labios a los suyos. Siento como mi cuerpo completo se electrifica, siento como la sangre corre con fuerza por todo mi cuerpo… no tengo como describir lo que siento cuando mis labios se unen a los de él. La mano de Jasper envuelve mi cintura con suavidad y me besa con ternura, lo beso sintiéndome un poco torpe, pero besarlo es una de las cosas que he querido hacer desde hace días.

Quiero hacer todo lo que quiera, quiero vivir, quiero ser yo misma.

La mano libre de Jasper acaricia mi mejilla con suavidad mientras mis labios se mueven con algo de torpeza, pero le siguen el ritmo a los suyos. Cuando me separo puedo sentir mis labios más hinchados y ese cosquilleo que deja cuando lo beso.

 

Jaspe




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