Melissa Wilson
Venecia, Italia.
Suspiro sonoramente ántes de golpear la puerta de madera que se encuentra frente a mi.
Siento que me tiembla absolutamente todo el cuerpo y no se si son los nervios de darle la noticia a mi padre de que será abuelo, o son las ansias de verlos despues de tanto tiempo.
Thomas a mi lado aprieta mi mano.
- Todo saldra bien.
Asiento y espero ansiosamente que alguien se digne a abrir la puerta.
Al cabo de unos segundos se escuchan pasos pausados acercandose a nosotros, la puerta se abre causando un sonido un tanto odioso y la sonrisa de mamá me recibe tras ella.
- ¡Melissa! No te esperaba aquí mi amor.
Me envuelve en sus brazos y, no sé si son las hormonas de embarazada o qué pero me hecho a llorar en su hombro, la extrañaba demasiado.
Me separo de ella y, sin ninguna elegancia, me limpio la cara con las mangas del buzo que decidí ponerme debido al clima de Italia.
- Vine a hablar con papá y a verlos ya que los echaba muchisimo de menos.
- ¿Meli? - escucho una voz rasposa desde dentro de la casa y me prácticamente corro hacia su lado, dejando a Thomas saludando a mi madre.
Los brazos de mi padre son reconfortantes y calidos, me estruja con fuerza hacia su cuerpo.
Mi padre no es joven pero tampoco es viejo, esta bastante bien cuidado a sus 45 años, tiene una voz rasposa debido a que fumó, y fuma, la mayor parte de su vida.
- ¿A que se debe esta visita? - mira detrás de mi y frunce el ceño.
Me separo de él y me acerco a Thomas.
- Papá seguro ya conoces a Thomas.
- Señor Wilson. - el hombre a mi lado, nervioso, le ofrece la mano a mi padre quién, dudoso, se la estrecha.
- Señor Drew, dejemos las formalidades, esta en mi casa, puede llamarme Christopher.
Thomas asiente y envuelve mi cintura con su brazo, acción que no pasa por alto ante los ojos de mi padre.
- ¿Meli me explicarías que pasa aquí?
- Por supuesto, ¿te sentarías?
Asiente y toma asiento, nuevamente, en el sofa, mi madre toma asiento a su lado mientras Thomas y yo nos sentamos frente a ellos.
- Bien, dime.
Nunca en mis 25 años de vida he presentado un novio, nunca he tenido uno por lo que estoy nerviosa.
Y aún más nerviosa al saber que Thomas no es mi novio y estoy embarazada de él, pero claro que decidimos decirle que somos novios desde hace ya un año y medio, que es lo que llevamos siendo compañeros de cama.
- Bueno - tomo la mano de Thomas y la coloco sobre mi regazo. - estoy en una relación con Thomas hace ya un año y medio, hace poco comenzamos a vivir juntos...
Mi padre asiente y me interrumpe.
- La química y el amor entre ustedes se sentía desde que entraron por esa puerta... ¿por qué estas temblando Meli? Estoy muy feliz por ti y por él, por ver que estan avanzando, a este paso en unos meses quizá se comprometan y luego piensen en los hijos.
Mi mamá me mira compadecida, mi padre es un poco chapado a la antigua.
- Esa es la cuestión...
- Seremos padres. - me interrumpe Thomas, que de repente ha perdido el color del rostro.
Miro a Christopher Wilson, quién parece no tener nada para decir, su mirada esta fija en mi vientre.
- ¿Estas embarazada Melissa?
- Si, nos enteramos hace poco y bueno... seremos padres y ustedes abuelos. - sonrio como puedo y me levanto justo en el momento en el que mi mamá salta sobre mi y me abraza tan fuerte que siento que rompe todos mis huesos.
- Tú, Melissa Alexandra Wilson, no paras de hacer feliz a tu madre. - se limpian las lagrimas que corren por su delicado rostro y se voltea a mirar a mi padre. - ¿No estas feliz?
- Claro que estoy feliz - se levanta y me abraza. - si tu eres feliz yo lo soy, ahora, ¿cuando es la boda?
- Sobre eso...
- En dos meses. - me interrumpe Thomas y lo miro como si le hubiesen salido dos cabezas. - en dos meses su hija se convierte, oficialmente, en mi mujer. - le sonríe a mi padre quién le agradece con la mirada.
- ¡Gracias a dios conseguiste a un hombre digno! Si no quisiera casarse y tener al niño fuera del matrimonio me daría un infarto.
Le sonrío pero estoy segura de que me salió una mueca.
(...)
Cierro la puerta de mi antigua habitación y me giro hacia Thomas, quién esta tranquilamente acostado en mi cama, con un portatil en sus piernas y el ceño fruncido.
- ¿Es que acaso estas loco? ¿Como que nos casamos en dos meses?
Me mira y luego vuelve a mirar la pantalla de su portatil.
- En parte es verdad, no quisiera que tengamos al bebé fuera del matrimonio, quiero que cuando nazca tenga una familia. Iba a pedirtelo pero bueno, surgio la ocasión.
- Yo no quiero casarme contigo.
- Tampoco estaba en mis planes hasta que hubo un bebé a bordo. - esta vez me mira serio. - ¿cual es el problema? Nos casaremos y seguiremos haciéndo lo que hacemos hasta ahora, ¿que puede salir mal?
》Prácticamente ya somos novios, compartimos cama y somos fieles, ¿eso no hacen los novios y también los esposos? Aparte nos divertimos fuera de la cama.
- No nos amamos Thomas, ¿y si nuestro hijo se da cuenta de eso? - me siento a su lado.
- Pues es más amor para él. - vuelve a mirar la pantalla del portatil.
- No. - le cierro la portatil de golpe. - no puede estar en una familia sin amor, si no nos amamos nosotros, nunca podrá ver lo que yo veo cada vez que miro a mis padres, o a los tuyos.
Lo miro con ojos de cachorrito, no se con claridad lo que quiero pero sé que quiero algo.
Quizá es un antojo.
- Bien, tienes razón, si tan importante es para ti haremos algo al respecto, no se que pero algo haremos. - besa mi frente y me obliga a acurrucarme a su lado.
Editado: 15.08.2021