Propuesta Millonaria

Capitulo seis

Thomas Drew
 


 

¿Por qué mierda he dicho aquello? ¿Ahora que demonios se supone que debo de hacer? ¿Enamorarla?
 


 

Ay ya me siento como el puto de Andrew pensando estas cosas, a mi no me va el amor.
 


 

¿Por qué?
 


 

No lo sé, nunca me lastimaron pero nunca necesité del amor de una mujer y no lo necesitaré ahora.
 


 

La observo dormir a mi lado y le acaricio la mejilla mientras le pongo un mechón de pelo detrás de la oreja.
 


 

Hay muchos matrimonios sin amor y con hijos, los niños siempre salen beneficiados, todo el amor de sus padres es simplemente para ellos.
 


 

Entonces; ¿cual es el problema? La verdad es que no lo entiendo, necesitaré hablar con Andrew, es el más sentimental de todos mis amigos, quizá sepa entender a Melissa, o le pregunte a Chloe.
 


Salgo de la habitación y esta todo a oscuras, por lo que supongo que sus padres se han ido a dormir.
Me dirijo al patio trasero y enciendo mi móvil dispuesto a marcar el número de la persona que quizá comprenda a Melissa.

¿Diga? - la voz adormecida de Alexia suena a través del pequeño parlante de mi iPhone.

Necesito un consejo de mujer.

La risa de mi hermana suena fuerte y clara.

Oh dios, ya sabía que no eras completamente hombre.

No seas idiota Alexia, simplemente te estoy pidiéndo un consejo con Melissa.

Pues dime, ¿que le hiciste? A parte de preñarla.

No me hables de esa manera y no le dije nada malo, le propuse matrimonio, para que el bebé no nazca fuera de él y ella me vino con toda esa mierda del amor.

Alex suspira en la otra línea.

Conociéndote se lo habras dicho bruscamente, creo que aún no te entra en la cabeza que ella esta embarazada Thomas. Tiene las hormonas completamente alocadas y esta hiper sensible, no puedes ir por la vida proponiéndole matrimonio a secas, porque lo que para ti es firmar un simple papel para mantener estabilidad para ella es algo importante.

》Para la mayoría de las mujeres es algo importante, aunque no lo creas yo deseo casarme algún día y por amor, no porque me haya embarazado de un capullo.

– ¿Estas queriéndo decir que tengo dos meses para que sienta amor por mi y se case conmigo?

– ¿Como que dos jodidos meses?

– Le he dicho a su padre que nos casariamos en dos meses.

– ¡¿Pero es que tú eres gilipollas?!

Opto por ignorar su tono.

No me regañes y dame consejos para enamorarla.

– La conoces lo suficiente como para saberlo por ti mismo, deja de mirar con tu polla y conoceras a la verdadera Melissa Wilson. Ahora dejame dormir, no me gusta hablar con el imbecil de mi hermano.

Sin más me cuelga y yo, con el ceño fruncido regreso a la habitación, tengo la cabeza hecha un puto lio y lo último que necesito es despertar a los padres de Mel.

Me acuesto a su lado y la abrazo por la espalda, acariciando suavemente su vientre, dónde crece mi hijo.

Mierda, eso me hace recordar que mi madre aún no sabe nada de mi boca, aunque quizá a Alexia se le habrá escapado, esa pequeña cotilla.

Me duermo con el pensamiento de llamarla para darle la noticia en cuanto me despierte, seguro estará feliz y le gritará a mi padre en el oído lo lindo que sería tener a un niño correteando por su casa de campo.

(...)

Despierto por unos besos en la cara, en el cuello y siguen hasta un punto detrás de la oreja, en el que tengo cosquillas, lucho por retener la carcajada pero se me hace imposible.

Abro los ojos en el momento en el que Melissa aprieta mi entrepierna con su mano, su mirada es oscura y traviesa mientras se muerde los labios.

– ¿Que haces bella?

Baja mi boxer, liberando mi erección matutina y seguido se quita el camisón, quedándo totalmente desnuda a mis ojos, siento toda la sangre yendo directamente a mi polla.

– No lo sé, las hormonas supongo. - le quita importancia para luego colocarse a horcajadas sobre mi, baja y mi erección desaparece entre sus piernas.

– Joder. - siseo entre dientes mientras ella comienza a mover las caderas y montarme.

Se agarra de la pared detrás de nosotros y da pequeños saltitos que me vuelven loco, mis manos viajan a sus tetas que cada día parecen estar un poquito más grande y comienza a masajearselas.

Sus gemidos y mis jadeos inundan la habitación, parece olvidarse que a pocos metros de aquí estan sus padres mientras se mueve en circulos. Me incorporo y quedo cara a cara con sus pechos, los chupo, muerdo y una de mis manos bajan hacia la unión de nuestros cuerpos, estimulando su clítoris.

Melissa tira la cabeza hacia atrás mientras deja que mis dedos jueguen con ese punto sensible, mi boca torture sus tetas y mi polla entre y salga de ella, no tarda mucho en correrse y de solo sentir su calor a mi alrededor también me corro, vaciando cada gota en su interior.

Vuelvo a acostarme y la acuesto en mi pecho, joder eso ha sido rápido, a penas he tenido tiempo de abrir los putos ojos.

– He de decir que me siento violado. - acaricio su espalda de arriba hacia abajo.

Esconde su rostro en la curva de mi cuello y susurra un débil 《lo siento》

– No lo sientas cielo, la verdad es que de haber sabido que estar embarazada te habría puesto tan cachonda te hubiera embarazado ántes.

Se ríe y me golpea juguetonamente ántes de bajarse de ensima mío y acostarse de su lado de la cama.

– Eres un idiota.

idiota. - le sonrio y se sonroja. - ¿Viste lo preciosas que estan tus tetas? Y todavía no estas ni a la mitad del embarazo. - le aprieto las tetas y ella hace un gesto de dolor.

– Me duelen Thomas.

– Recién no te dolían.

Gira los ojos pero se ríe. – Las tetas no serán las únicas que me creceran.



#1482 en Otros
#428 en Humor
#3944 en Novela romántica

En el texto hay: amor, miedos, embarazo

Editado: 15.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.