Propuesta Millonaria

Capitulo quince

Melissa Wilson
 


 

Respiro agitadamente mientras me tambaleó por la habitación en busca de Alex.
 


 

Mi corazón late fuertemente contra mi pecho y mis manos tiemblan a medida que me acerco a mi amiga.
 


 

- Alex...
 


 

Ella me mira y rápidamente frunce el ceño.
 


 

- ¿Que sucede Meli?
 


 

- Yo... tenia ganas de hacer pis y cuando vi el váter había sangre, estoy perdiendo sangre.
 


 

Ella abre sus ojos enormemente y corre por toda la habitación en busca de cosas, luego vuelve por mi y me saca del apartamento.
 


 

El camino al hospital es silencioso, lo único que escucho es el palpitar de mi corazón. 
 


 

No puede ser lo que estoy pensando, desde el momento en el que supe que estoy embarazada un amor enorme ha entrado en mi pecho.
 


 

El anhelo de ser mamá es enorme, desde adolescente tengo el deseo de serlo, y no puede ser que la vida quiera arrebatarmelo.
 


 

Acaricio mi vientre levemente.
 


 

Todo estará bien, mami está aquí.
 


 

Una vez entramos al hospital todo pasa muy rápido, no logro estar atenta a las palabras del médico, solo quiero no perder a mi hijo, es lo único que pido en este momento.
 


 

Cierro los ojos por un segundo y me sumerjo en una profunda oscuridad. 
 


 

....
 


 

- Alexia... no debiste llamar a nuestros padres.
 


 

- ¿Por qué no? es mi nieto. 
 


 

- Para no preocuparlos mamá.
 


 

- Callate Thomas, tú trajiste a tus amigos.
 


 

- Estaba con ellos.
 


Comienzo a moverme y al abrir los ojos observo el techo blanco, giro un poco la cabeza y seis pares de ojos me observan preocupados.

El primero en acercarse es Thomas.

- ¿Como estas? - besa mi frente.

Recuerdo lo sucedido y llevo la mano a mi vientre.

- Dime por favor que no lo perdí...

Me sonríe dulcemente.

- No cielo, no lo perdimos, casi sufriste un aborto pero Alex te trajo rápido al hospital, de ahora en adelante debes de hacer reposo.

- Según dijo el doctor pudo haber sido provocado por estrés, y pensándolo has estado estresada por la organización de la boda. - habla Alexia acercándose a mi.

- Pues puede organizar otra persona la boda, primero esta mi bebé. - acaricio mi vientre.

- Bueno... mi futura esposa organiza bodas, podría hablar con ella. - habla un hombre que en mi vida vi.

Pero dios mío, que guapo.

- ¿Tú eres?

Me sonríe y mi corazón se paraliza, guapo y todo pero malditasea, me voy a casar con uno más lindo.

- Alexander Adams, un placer.

- Melissa Wilson, y si tú prometida me ayuda la amaría muchísimo.

Se ríe y me dice que hablara con ella.

Al transcurrir los minutos el cansancio vuelve a apoderarse de mi cuerpo y vuelvo a dormir, al despertar solamente Thomas se encuentra en la habitación, con su mano sobre la mía.

Tomo una foto mental de él de esta manera. Tiene los primeros botones de la camisa desabrochados y un hilo de baba sale de su boca, me río internamente.

Es tan hermoso en todos sus aspectos, no me arrepiento de estar esperando un hijo de este hombre.

Acaricio mi vientre con la mano libre, sentí que lo perdía y que mi mundo caía en picada.

No sabía que lo amaba tanto hasta que sentí que ya no lo tendría. De ahora en adelante voy a hacer de todo para que este embarazo evolucione bien y no sufra como hasta hace unas horas.

Thomas se mueve y medio somnoliento me sonríe.

– ¿Como estas cielo?

Le devuelvo la sonrisa.

– Bien, estamos bien.

Se acerca a darme un beso y le corro la cara haciendo que bese mi mejilla.

– ¿Que te pasa? - me mira confundido.

– Es que tienes mal aliento y siento algo de olor a alcohol también, ¿podrías ir a lavarte los dientes al menos y luego besarme?

Se ríe.

– Tú también estabas durmiendo y no vi que te hayas ido a lavar los dientes.

Lo miro ofendida.

– No estamos hablando de mi. Por cierto, ¿cuándo podré regresar a casa?

– En la tarde vendrá el doctor a darte el alta, no quiero que hagas ningún esfuerzo asi que me tome el atrevimiento de contratar a una ama de llaves.

– Con que sea adulta y no sea una jovencita que te tiene ganas yo soy feliz.

Se ríe.

– ¿Crees que sería capaz de tener un amorío con alguien del servicio teniendo a mi futura esposa, embarazada, y ensima que es la mujer más del mundo conmigo? No me atrevería a mirar siquiera a otra mujer.

》Por esas razones y también porque estas loca, serias capaz de cortarme un testículo y obligarme a comerlo.

Esta vez la que se ríe soy yo, realmente seria capaz de hacer eso.

Se levanta y se va al baño, suelto un suspiro mirando el techo blanco. Me permito imaginar mi vida cuando el bebé nazca, todo cambiará, mis rutinas diarias girarán en torno a él.

No quisiera contratar una niñera, si tengo que llevarlo al trabajo lo hago, de igual manera tenemos muchas influencias y no podrían decirme nada.

Ahora que no puedo trabajar hasta que termine los asuntos de la boda y que ya no puedo planificarla no se que haré.
Me volveré loca en aquel apartamento, falta un tiempo para que tengamos nuestra casa supongo, eso me relajaria más que aquel moderno edificio.

No hay ni un puto espacio verde aparte de las plantas que le he puesto en el balcón.

(...)

Thomas va empujando mi silla de ruedas hasta el auto, va tan lento que me dan ganas de reventarle el cráneo.

– ¿podrías apurarte mierda? A este paso cuando lleguemos al auto tendrás que dar la vuelta porque estaré por dar a luz.



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En el texto hay: amor, miedos, embarazo

Editado: 15.08.2021

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