Propuesta Millonaria

Capitulo veinte

Thomas Drew
 


 

Me tiemblan las manos cuando intento apagar la alarma que suena incontrolable a mi lado.
 


 

— Joder.
 


 

La cabeza me palpita del dolor punzante que se genera en ella, tengo la boca reseca de todo lo que bebimos anoche con los chicos.
 


 

Andrew y Alexander terminaron llorando en el la esquina del bar porque comenzó a sonar una canción que le habían dedicado a Paul Walker.
 


 

A ese nivel de ebriedad llegaron, no recuerdo la mayor parte de la noche, pero eso demuestra que fue algo potente.
 


 

Estiro mi brazo a mi lado con fuerza para estirarme y mi mano golpea algo.
 


 

— mm...
 


 

Abro los ojos como platos.
 


 

No, no, no.
 


 

Miro a mi lado y una cabellera castaña se esparce por la almohada, tiene la sábana en la cadera y si no estuviera de espalda le vería las tetas.
 


 

Maldita sea ¡no puede estar pasandome esto a mi! Me levanto rápidamente de la cama.
 


 

Siento el pánico apoderarse de mi pecho y el dolor de cabeza incrementa. Ella comienza a darse la vuelta y vuelvo a respirar cuando abre esos ojos hermosos que tiene.
 


 

— Babosa me asustas.
 


 

Se ríe.
 


 

— ¿Que? ¿Creiste que me habías engañado una noche antes de nuestra boda?
 


 

— No recuerdo nada de anoche, ¿cómo llegaste? Crei que era de mala suerte ver al novio antes de la boda.
 


 

Vuelvo a acostarme y la atraigo hasta mi pecho. 
 


 

— Pues estaba cansada y te llamé, me pediste que te pasara a recoger porque estabas en un estado deplorable, te traje a casa y me aproveché de ti.
 


 

— ¿mm te aprovechaste? - acaricio su cabello. 
 


 

— Si -sube una pierna por sobre las mías- te monté toda la noche mientras estabas prendido a mis tetas, fue una fabulosa ronda de sexo, que triste que no la recuerdes.
 


 

Comienzo a sentir como se me endurece dicha parte que ella ha estado montando hasta hace unas horas.
 


 

— ¿Quieres hacerme recordar?
 


 

Se sube a horcajadas sobre mi y me sonríe.
 


 

— Por supuesto señor Drew.
 


 

(...)
 


 

— ¿Estas seguro de esto? Todavía puedes arrepentirte y huir, diremos que fuiste a comprar cigarrillos. - se burla Alexander diciendome lo mismo que le dije yo en su boda.
 


 

Me río.
 


 

— No soy un cobarde, yo quise esto, yo quiero casarme con ella, que nazca nuestro hijo y ser una familia feliz.
 


 

Un destello de tristeza cruza su rostro al mencionar lo último.
 


 

— Estoy orgulloso de ti.
 


 

Lo abrazo.
 


 

— Yo de ti.
 


 

— ¿por qué me dejan lejos de los momentos así? Me hacen poner celoso. - Andrew aparece en el umbral de la puerta.
 


 

Se acerca a nosotros y nos abrazamos los tres.
 


 

— Falta la boda de Andrew con Chloe y ya estamos casados los tres.
 


 

— ¿Quien lo diría? Los tres inalcanzables terminaron siendo alcanzados y domados.
 


 

— Me tienen agarrado de las pelotas. - habla Andrew.
 


 

— Hablen por ustedes, a mi ella nunca me va a tener así. - se ríe Alexander provocando que nos riamos nosotros.
 


 

— Te damos unos meses para que dejes eso de "es solo un negocio" y te des cuenta que es amor.
 


 

Ambos me ayudan a acomodar mi moño y un poco mi peinado, al terminar los tres nos miramos y sonreímos. 
 


 

— Es hora. - Isabella entra a la habitación con una sonrisa genuina en su rostro y las mejillas rojas, al parecer se ha estado riendo.
 


 

— Gracias. - salgo de la habitación que me había asignado el lugar para que me preparara y me dirijo a donde será la ceremonia.
 


 

— Recuerda no levantarle el velo hasta que llegue el momento de besarla. - me dice antes de irse a buscar a Melissa.
 


 

Al ya estar en mi puesto con mis amigos a mi lado no puedo evitar sentir nervios, miro a mis padres que me sonríen orgullosos, observo a la mamá de Melissa que tiene los ojos cristalinos. 
 


 

Y todo mi mundo se paraliza por un momento al segundo en el que comienza a sonar la melodía nupcial y ella aparece caminando en ese camino de rosas, con su brazo entrelazado al de su padre.
 


 

No puedo verle bien el rostro por el velo pero se que esta sonriendo, su vestido se adapta tan bien a su figura que siento que estoy viendo un angel caminar hacia mi.
 


 

¿Esto es el cielo?
 


 

Dejo de respirar al tenerla frente a mi, quiero levantarle el velo y besarla ya, sin los votos, sin absolutamente nada, solo quiero tener contacto con su hermoso cuerpo.
 


 

El padre besa su mano y me mira tratando de intimidarme.
 


 

— No la lastimes nunca Drew, o te buscaré y te cortaré las pelotas.
 


 

Quiero reírme pero me dedico a asentir con un gesto serio, tomo la mano de Melissa y la pongo en su sitio. 
 


 

— Estas hermosa cielo.
 


 

— Tu estás muy guapo.
 


 

Sonrio y ambos miramos al hombre que va a casarnos, comienza la ceremonia y casi ni puedo escuchar todo lo que está diciendo, mi mente está en la mujer que amo y esta aferrada a mi mano.
 


 

— Pueden decir sus votos.
 



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En el texto hay: amor, miedos, embarazo

Editado: 15.08.2021

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