Propuesta Millonaria

Capitulo veintiuno

Melissa Wilson
 


 

La señora Drew, me fascina eso, ya somos marido y mujer ¿qué me puede hacer más feliz que estar casada con el hombre que amo, esperando a nuestro primer hijo?
 


 

Tomo su mano mientras me guía al medio del salón para bailar, alguna canción romántica suena de fondo mientras movemos nuestros pies en coordinación. 
 


 

Los flashes de celulares o cámaras no se hacen esperar y es que hay un par de periodistas invitados pero eso no me importa cuando todo lo que realmente necesito lo tengo abrazandome.
 


 

Ciertamente nunca imaginé enamorarme de él, siempre creí que solo seríamos cama pero heme aquí, casada y embarazada, soy la prueba de que la vida da muchas vueltas.
 


— Ahora es oficialmente mía señora Drew.

Me río.

— No lo recordaba tan posesivo señor Drew.

Me abraza más fuerte sin dejar de bailar y mas parejas se nos unen, siento que es una de las mejores noches de mi vida.

La noche transcurre bastante rápido y es muy movida, a cierta hora estoy bailando junto a Alexa, Isabella y Chloe algún remix de Martín Garrix y al otro segundo estoy en los brazos de mi marido siendo besada.

— Vamos a la habitación, tienes que cambiarte ese vestido. - Isabella me guía hacia el lugar de la mano y aprovecho ese momento de ambas a solas para agradecerle.

— Has hecho un trabajo increíble con mi boda, mejor de lo que lo hubiese hecho yo, gracias. Te contrataré para las fiestas de mi bebé.

Ella sonríe entusiasmada.

— Es y sería un placer Melissa, continuar en su  vida. Espero no solo veas en mi una coordinadora de eventos, siento que podríamos ser grandes amigas.

Al entrar a la habitación la atraigo a mis brazos abrazandola fuertemente, es el abrazo que le quiero dar desde que la conocí, siento que lo necesita mucho.

— Si en algún momento eres infeliz o simplemente necesitas una amiga aquí estoy yo, me gustaría que me acompañes en las etapas del embarazo, Chloe también, serán unas fantásticas tías.

》Estamos con hombres que viven ocupados y aveces quizá nos sintamos solas, esta bueno tenernos de apoyo mutuo.

Se ríe y corresponde a mi abrazo.

— Sere la mejor tía del mundo. - al separarse de mi se limpia una lágrima. - vamos a cambiarte que tu luna de miel no puede esperar.

Me abstengo de preguntarle porque razón llora, no quiero incomodarla más de lo que ya seguramente está. Pero algún día lo sabré. La sigo y me alcanza el vestido que usaré.

Es color champagne y la tela es seda, se adhiere al cuerpo como una segunda piel, tiene la espalda descubierta y un escote que luce demasiado mis tetas que están creciendo.

Lo amo y también amo el que tengo puesto, es estilo princesa con escote corazón, no puedo describirlo mucho pero es el vestido de mis sueños.

(...)

— ¡Necesitamos que tires el ramo!

Me río y giró sobre mis pies dándole la espalda a todas las solteras que vinieron a mi boda.

Tiro el ramo y volteo riéndome, Alexa lo tiene entre sus manos y me mira asqueada.

— Iugh, matrimonio.

La risa de Thomas resuena tras mío y tirando un beso a los invitados que quedan me subo al auto que estaba esperando por nosotros, listo para llevarnos al aeropuerto.

— Fue una noche fantástica.

Me subo ensima de él llenandole la cara de besos.

Thomas posa ambas manos en mi vientre un poco abultado.

— Y todavía no termina.

(...)

Mis risas se escuchan por todo el pasillo de aquel hotel de lujo en el centro de la ciudad, mis manos se entrelazan rodeándole el cuello a mi marido.

— Voy a ahorcarte si me dejas caer.

Se ríe tan fuerte que mi corazón comienza a acelerarse.

Estoy hasta la mierda de amor por este hombre.

— No te dejaría caer nunca, siempre estaré ahí para levantarte si es que te caes sola.

Beso su mejilla y nos adentramos en la habitación donde tendremos nuestra noche de nupcias, atraviesa el umbral conmigo en brazos.

Se supone que estamos comenzando una vida nueva, dónde nos amamos y vamos a formar una familia. Pero sinceramente esta vida la comenzamos hace mucho y no nos habíamos dado cuenta.

Los días corren tan rápido que asusta, la luna de miel fue hermosa, estoy tostada gracias al hermoso sol de las Maldivas, mi vientre se hace notar cada vez más, mis pechos están grandes y sensibles. Thomas no se aleja de ellos.

Tampoco quita la mano de mi vientre en ningún momento, cada vez que alguien me miraba él ponia la mano sobre mi vientre, marcando territorio.

He hablado con algunos turistas que me hacían reír con tantas cosas que se les ocurría y Thomas posesivo Drew llegaba y me llevaba al hotel.

No voy a negar que me encanta esa parte de él aunque me haga la enfadada, le importó y es celoso aunque lo niegue.

Estamos en nuestro apartamento ahora, yo estoy viendo un auto nuevo para comprar, necesitamos algo más grande porque en unos meses ya no seremos solo nosotros dos.

— ¿En blanco es más familiar no crees?

Me muestra una camioneta enorme y bastante moderna.

Era preciosa.

— La quiero.

Se ríe y besa castamente mis labios.

— ¿Estás ansiosa de que en una semana sabremos el sexo de nuestro bebé?

Claro que estoy ansiosa pero deberían verlo a él.

En la madrugada se escapa de la cama para leer libros sobre "¿Cómo ser el mejor padre de una niña?" "¿Que hacer para que mi hijo varón confíe en mí?"

Está loco, estoy casada con un loco.

— Estoy muy ansiosa amor.



#1481 en Otros
#425 en Humor
#3938 en Novela romántica

En el texto hay: amor, miedos, embarazo

Editado: 15.08.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.