Un buen rato manejando y el dolor punzante en su herida tenían a Víktor mucho mas que irritado, por fin dieron con la casa donde se estaba quedando Yuuri y al estacionar el auto vieron a una mujer de cabello mediano observándoles desde una ventana, la puerta fue abierta y la mujer asomo por ella sonriendo.
- Ustedes deben ser los nuevos agentes.- estrecho las manos de los tres.
- Así es, donde esta el pequeño.- dijo Mila emocionada.
- En estos momentos anda en el instituto presentando unos exámenes.- respondió Minako.
- ¿Creí que recibía educación en casa?- dijo Chris observando el lugar.
- Si, pero cada mes debe presentar exámenes y deberes para asegurarse que esta aprendiendo al ritmo de los demás estudiantes de su edad.- explico llevándolos a la cocina para darles algo de beber.
- ¿A que horas regresa?- pregunto Viktor viendo su reloj.
- En unas dos horas... Tu, eres el único que sabe lenguaje de señas ¿verdad?- señalo a Chris.
- Si.- sonrió de lado.
- Les quiero pedir un favor, como saben Yuuri no se comunica a través de la voz, puede hacer sonidos y pronuncia un par de palabras pero no mantiene una conversación como nosotros, tengan paciencia con el y no lo fuercen ni lo intimiden o no les tendrá confianza y todo mi trabajo ayudándolo se ira al diablo.- dijo casi suplicante.
- El hecho de que seamos agentes especiales no nos hace ser crueles ni insensibles.- respondió Mila cruzada de brazos.
- Se que no, pero leí sus expedientes, un ex militar, un agente anti-bombas y una policía experta en seguridad digital, sin mencionar que los tres son asesinos de grado uno, dos y tres respectivamente.- señalo a cada uno.
- Lo dice la psicóloga que es capaz de disparar a ciento cincuenta metros y acertar.- Viktor la observo la observo de pies a cabeza.
No quería el trabajo, pero no por eso iba a estar ajeno de con quienes estaba tratando por tanto se había tomado el tiempo de leer el expediente personal de Minako y sabia prácticamente todo de ella con una investigación mas profunda que realizo a parte.
- Ciento cincuenta y no quinientos...- lo vio con recelo- El punto es que se hagan amigos.- pidió preocupada.
Minako llevaba seis años brindándole terapia a Yuuri, lo había cuidado y eso había desarrollado un cariño mutuo, por eso se preocupaba tanto el tener que dejarlo ya que su rostro era muy conocido en la agencia y eso lo podría poner en alto peligro. Víktor y Chris comenzaron a instalar las cámaras y sensores de movimiento alrededor de la casa mientras Mila enlazaba todas las señales a los móviles de cada uno, nadie podría entrar sin ser detectado. Una vez terminado todo estaban en la cocina afinando los últimos detalles de la seguridad cuando escucharon el portón abrirse, cerrarse y después la puerta de la casa, Yuuri acababa de llegar a casa y estaba feliz pues había hecho todos los exámenes y estaba ansioso por contarle a Minako, corrió a la cocina y al asomarse su sonrisa se borro al ver las caras nuevas o no tan nuevas ya que la mujer le había mostrado fotos antes.
- Yuuri, bienvenido a casa.- dijo Minako sonriendo.
- ¿Ellos son los agentes?- pregunto Yuuri con señas.
- Si, ellos son Chris, Mila y Viktor.- presento viendo como los tres sonreían.
- Es un gusto conocerlos, mi nombre es Yuuri Katsuki.- sonrió de forma amistosa mientras les mostraba una pizarra.
- Ellos ya saben quien eres Yuuri, no hace falta que te presentes.- Minako sonrió y el menor se sonrojo.
- Yuuri ¿cuantos años tienes?- pregunto Chris.
- Diecisiete y tu...- vio a Minako esperando que tradujera ya que no uso la pizarra.
- Yo tengo veinticinco y entiendo el lenguaje de señas.- Chris lo hablo pero también lo dijo con sus manos dejando al menor sorprendido.
- ¿Todos me entienden?- pregunto emocionado.
- No, yo soy el único.- respondió el rubio viendo a sus dos amigos.
- Sera con el único que puedas tener una amistad quizás.- agrego Minako.
Mila y Viktor se vieron, la mujer parecía tener un repele hacia ellos dos, no sabían el motivo pero decidieron mejor no preguntar, la mujer se despidió con muchos abrazos y besos del chico quien casi rompe en llanto al verla partir, ya no la podría ver mas hasta que toda esa situación se resolviera y su padre fuera arrestado, tampoco podría ver a su madre y ahora debía acostumbrarse a estar con tres desconocidos, regreso a la cocina para preparar su almuerzo.
- ¿Quieres que prepare algo para ti?- pregunto Mila.
- No gracias, yo puedo cocinar mi propia comida.- respondió siendo traducido por Chris.
- Eres bastante independiente.- comento Viktor dándole una mordida a una manzana del frutero sin voltear a verle ya que sus ojos estaban sobre la pantalla de la laptop.
- Minako no era buena cocinando, siempre incendiaba todo así que tuve que aprender a cocinar por mi cuenta.- Chris se río antes de traducir.
Después de que Yuuri preparo su almuerzo comió en la sala viendo una película dejando que los mayores trabajaran en la cocina, lo vieron entrar y lavar su plato, el resto de la tarde no le volvieron a ver aunque por las cámaras le vigilaban, estaba en el estudio haciendo deberes. Cualquier búsqueda que Yuuri hiciera Mila podría saberla ya que había instalado un programa oculto en la computadora del menor.
- ¿Que tanto hace en la computadora?- pregunto Chris observando la pantalla de su laptop.
- Esta buscando cosas de quimica, elementos y combinaciones.- respondió la pelirroja.
- Dios, esta tranquilo ahí y nosotros espiandolo y sabiendo hasta si busca porno.- se cubrió los ojos con su mano.
- Revise el historial completo de búsquedas en el ultimo año y no hay registro de que alguna vez haya buscado porno de ningún tipo.- alzo sus zafiros y los clavo sobre las esmeraldas.
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Editado: 25.04.2021