Yuuri era un chico bastante retraído, no le gustaba mucho el ser el centro de atención y solo tenia un amigo, estaba estudiando el tercer año de instituto y asistía a un lugar como comun todos los demás, un estudiante común y corriente con notas excelentes y un comportamiento impecable, ayudaba a sus compañeros cuando no entendían alguna clase y su mejor amigo Phichit Chulanont servia como traductor. Se había mantenido en terapia constante después de ver como asesinaban a su hermana mayor y como lo herían en la garganta con un cuchillo muy afilado, grito a todo pulmón por ayuda hasta que su voz se extinguió con el filo de aquel objeto separando su piel, apenas tenia siete años cuando todos aquellos hechos sucedieron, realizo las terapias necesarias y recupero su voz mas no recupero su habla, esa noche fue dañado de una forma que lo llevo a quedarse callado para el resto de su vida.
Una mañana como todas estaba estudiando cuando recibió una llamada de parte de Minako, su madre había sufrido un atentado y en esos momentos su seguridad estaba expuesta, tuvo que quedarse en la casa de seguridad de Hasetsu mientras su madre era trasladada a otro lugar para su protección, Yuuri tenia entendido que era quien menos riesgo corría pues después de diez años había cambiado demasiado y no era el mismo niño que intentaron asesinar aquella noche, caso contrario a Hiroko, su madre. Minako estaría acompañándole por unos días mientras que los agentes especiales llegaban, su modalidad de estudio tuvo que ser cambiada para que lo hiciera desde casa y corriera menos riesgo, lo único bueno que le podía ver a todo aquello era que Phichit podría visitarlo las veces que quisiera, así no se volvería loco estando solo. Los padres de su mejor amigo trabajaban con Lilia, la mujer que les brindaba la protección así que Phichit era muy consiente del peligro que pasaba su mejor amigo.
Una noche antes Minako lo sentó para hablar seriamente con el, debía mostrarle las fotos de las personas que llegarían a cuidarle.
- ¿Ellos tres me van a cuidar?- pregunto viendo las fotografías.
- Si, de mañana en adelante deberás confiar en ellos porque son los mejores.- respondió la mujer.
- Tiene unos hermosos ojos...- señalo la foto de Viktor- Pero reflejan una gran tristeza y soledad.- Agacho su vista.
- Es un trabajo duro el que cada uno desempeña...- fue lo único que se le ocurrió decir a Minako.
- Su cabello también es muy bonito...- comento sin dejar de ver la foto de Víktor.
- Si, debe decolorarlo cada semana quizás.- comento poniéndose de pie.
Yuuri acerco la foto a sus ojos para poder distinguir si era tinte, pero no pudo deducir nada.
Cuando regreso a casa se topo con aquellas personas y sintió un alivio de saber que con al menos uno de ellos iba a poder comunicarse sin necesidad de andar un cuaderno todo el tiempo, preparo su almuerzo como siempre y después de comer fue a hacer sus deberes en el estudio, era su lugar privado donde se la pasaba la mayor parte del tiempo estudiando, tocando el piano o el violín, dos de sus instrumentos favoritos. Recibió una video llamada de su mejor amigo ya que esa tarde iban a resolver juntos los ejercicios de matemáticas, si bien Yuuri iba mucho mas avanzado que Phichit no le iba a regalar las respuestas.
Cuando la llamada termino ya eran cerca de las seis de la tarde así que salio para preparar la cena y se llevo la sorpresa de que la cena ya estaba hecha.
- Espero te guste como yo cocino.- dijo Mila al verlo.
Yuuri se sirvió un poco de pasta y al probarla alzo su pulgar diciendo que estaba buena, los mayores ya habían cenado así que le toco hacerlo solo en el comedor, nada de eso le molestaba pues hasta cierto punto estaba acostumbrado a pasar su tiempo así, termino de cenar y lavo los trastos, le daba cosa ver el lavabo lleno de ellos. Vio a Mila y Chris sentados en la sala viendo una película, no quiso hacer estorbo entre ellos, ademas que era la película de Crepúsculo y a el no le gustaba tanto, no había visto al hombre peliplata y pensó que quizás estaba ya en su habitación. Decidió salir al patio trasero para ver las luces de las luciérnagas de esa noche, le gustaba mucho pasar su tiempo nocturno ahí ya que era bastante entretenido para el, al salir vio a Viktor sentado en el pequeño muro que separaba la terraza del patio en si, estaba inclinado hacia adelante como si algo le doliera, Yuuri se fue acercando al mayor con cautela para no molestarlo.
- Si querías asustarme no va a funcionar.- la voz ronca le hizo saltar.
- Lo siento...- escribio en una pequeña libreta mientras caminaba hasta el peliplata.
- ¿Necesitas algo?- pregunto y Yuuri negó, pero lo vio escribir algo en su libreta.
- ¿Que le paso a su muslo?- decía la pregunta que leyó Viktor.
- Tengo una herida de bala, por accidente me lastime y ahora a vuelto a sangrar.- explico sin ningún problema devolviendo la libreta.
- Esta sangrando mucho, venga conmigo al baño y le puedo ayudar a cambiar el vendaje.- escribió Yuuri.
- Claro, no tengo gazas ni nada para hacerlo yo.- Víktor se puso de pie.
Al dar el primer paso sus piernas casi ceden ante el dolor, Yuuri alcanzo a sostenerlo a duras penas, lo hizo que pasara su brazo alrededor de sus hombros y lo ayudo a ir al baño principal, que era el mas grande y el que tenia el botiquín, al llegar Yuuri busco las cosas necesarias y Viktor bajo su pantalón, el menor al verlo desvío su vista y un leve sonrojo le cubrió las mejillas.
- No te avergüences, somos dos hombres y tenemos lo mismo.- dijo el mayor sentándose sobre la tapa del inodoro.
- Ya lo se... Voy a limpiar la herida y pondré vendaje nuevo.- le paso la libreta y se puso los guantes.
Viktor quedo sorprendido al ver con que seguridad y experiencia hacia aquellas maniobras, le quito la gaza que estaba empapada de sangre y comenzó a limpiar la herida.
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Editado: 25.04.2021