Camino al mismo paso que Alan, estoy por encontrarme con varios amigos, aunque no será un encuentro como lo sería usualmente, esta vez estoy en otro cuerpo. Y no es fácil ser una chica, pero me estoy adaptando, o eso creo.
Alan se acerca a mí y susurra a mi oído. —Yo iré con mis amigos, tú ve con tus amigas—se acerca a un poco a mí. —Debes aprender a maquillarte, te ayudaré en el receso...
—Que gran plan... deberías ser estratega en el ejército...—murmuró mientras veo a Valeria y Victoria, otra gran amiga nuestra.
—Cállate o le dire a todos que aún mojas la cama—me contesta en tono de burla.
Bufo mientras veo que Alan se aleja con prisa por encontrarse con sus amigos, técnicamente sus nuevos amigos, con los cuales le veo muy ansioso por convivir.
Me acerco con Valeria y le abrazo mientras le doy un beso en la mejilla.
—Buenas, buenas—exclama mientras estamos abrazadas.
A su lado está Victoria. Una chica de mi estatura, de cabello corto y color rosa, le encanta pintarse su cabello. Es tes pálida y de complexión delgada.
Le saludo de beso en la mejilla. —¿Cómo estuvo su viaje en ese pueblo mítico y lleno de misterios?—pregunta mientras agita sus manos, haciendo ilusión a que se dice mucho que está embrujado.
Valeria se adelanta a responder. —Pues nuestra querida Sofi se perdió allá, luego la encontré con Alan a un costado del pueblo, ambos estaban en una especie de hoyo no profundo. Ella y su mejor amigo estaban solitos...—sonríe pícaramente mientras me observa.
Victoria expresa asombro. —¿Por fin tu amiguito y tú tuvieron sexo? Digo, no está mal... hacerlo en un pueblo fantasma, pero la adrenalina porque no te descubran... wow—me da un leve codazo.
Yo niego entre risas. Las 3 caminamos con nuestras mochilas hacia uno de nuestros salones, de reojo veo a Alan con sus amigos. Carlos, Daniel y Arturo. No parece complicársele en lo más mínimo el convivir con puros hombres.
—Solo estábamos explorando y grabando algunos clips para redes sociales... ya saben, siempre estoy muy activa en redes sociales—contesto mientras nuevamente fijo mi vista en ellas.
Valeria se extraña. —Clips que jamás mire en tus redes... pero meh—contesta mientras encoge sus hombros.
Mi amiga de cabello rosa ríe. —Sofi, no tiene nada de malo sí lo hiciste. No te juzgaremos... es totalmente normal, además; Alan es un chico guapo—comenta mientras me enreda en su brazo.
—Es que no hubo nada, solo somos mejores amigos y ya está. Eso es todo...—replicó al mismo tiempo que el timbre para ingresar a nuestros salones suena.
Ingresamos con el resto de compañeros a nuestro salón, como ya es costumbre del maestro de español, llega tarde. Casi siempre es lo mismo, y eso que vive a 15 minutos de la institución, pero bueno. Yo tomo asiento y me siento, sobre mi pupitre coloco el libro de español. Mi lugar es el primero de la segunda fila, casi frente al pizarron blanco.
Alan se acerca y le sonríe a Victoria. —Hola...—saluda antes de dirigirse a mí y flexionar sus rodillas para apoyar sus brazos en mi pupitre.
—¿Sabías que le gustó a Victoria?—murmura mientras está frente a mí.
Le lanzó una mirada curiosa. —Creo que por el comentario de hace rato me pude percatar de ello... vaya, creo que siempre lo sospeché—contestó.
Alan sonríe. —Trajiste el maquillaje, ¿cierto?—murmura.
Asiento. —Sí. Lo tengo en la mochila, al menos el que tú dejaste ahí... creo—atinó a responder. —¿En serio eres tan malvado que dirás que mojo la cama?—pregunto.
Ríe. —Solo bromeaba, quería joderte. ¿Cómo te fue con los goodnites a la hora de dormir? ¿No fue incomodo?—me interroga.
Niego. —Creo que al principio fue extraño, después me acostumbre. Pero tome tu consejo de no tomar muchos líquidos antes de dormir, aunque extrañamente todo el tiempo tomo agua porque me siento sedienta... así que al menos en los dos primeros días en esta nueva vida—hago comillas con mis dedos. —Los he usado, creo que me acostumbre y no me molestan...
Me escucha. —¿Y cómo te sientes en tu nuevo cuerpo?—me lanza una mirada ansiosa, por escuche runa repuesta de su amiga.
Ruedo los ojos. —Te encanta hacer énfasis en ello... es extraño, muy extraño. Pero trato de adaptarme. Ni siquiera me molestare en preguntarte qué tal te está yendo a ti—le lanzo una mirada distante. —Pero te tengo otra pregunta.
Alan se muestra curioso. —Pregunta.
Me acerco a su rostro. —¿Por qué no me dijiste que venías de una familia de brujas?—le interrogó.
Parece que no esperaba la pregunta, se nota por su semblante. Está por contestar algo, o al menos atinar a responder, pero la maestra de español llega al salón de clases y todos los que están de pie se comienza a dirigir a sus lugares.
—Hablaremos de esto en receso—le digo en voz alta.
Valeria se acerca para pedirme una pluma de color rosa. Se la presto y ella vuelve a su lugar, mientras yo observo al mi rededor, este es no es un regreso a clases normal, sin duda todo es diferente. Al menos nadie más lo nota.
~Receso~
Veo que Alan se encuentra charlando un poco con su amigo Arturo. Un chico de cabello largo y oscuro. Tes morena clara y por unos centímetros más grande que él, así que ya es de esperarse que es más alto que yo, si cuando estaba en mi anterior cuerpo me ganaba en altura, ahora siendo chica seré un minion a su lado.
Victoria y Valeria veo que caminan hacia unas bancas para comer. No se me ocurre alguna mentirilla para zafarme de ellas sin que sospechen de verme junto a Alan.
Ellas se sientan y yo aún sigo de pie, aún pensando que podré decirles para que no me fastidien, aunque eso creo que será inevitable, en cuanto mencione el nombre de Alan harán algún comentario. Pero luego me pongo a pensar: ¿Se supone que es mi mejor amigo?, no se debe ver raro.