Caminé alrededor para así buscar un lugar en el que descansar. Usé mis piernas un largo rato, tanto, que ya no las podía sentir; era como si me las hubieran amputado.
Entre más avanzaba, más cansada me sentía y caminaba con menos velocidad a causa de la increíble fatiga que estaba experimentando. Aquel desierto parecía interminable, ya había sobrepasado los 20 kilómetros y aún el desierto llegaba hasta el horizonte.
Mi energía se había agotado. Ya no tenía las fuerzas necesarias para seguir el camino. Tropecé con algo y mis piernas no resistieron el impacto, por lo que caí a cuatro extremidades.
Mi cabeza giró al frente para poder enfocar lo que allí se encontraba, con la esperanza de ver algo inusual. Tuve suerte, pues pude ver algo demasiado fuera de lo común como para ser verdad.
Había una puerta tamaño natural color roja con bordes negros. Lo extraño es que no estaba acompañada de una habitación para poder entrar, sino que estaba sola.
Esta puerta parecía ser completamente inútil, se supone que no te lleva a ningún lugar; sin embargo, teniendo en cuenta que esto es una prueba de Yaltinga, tengo completa seguridad de que al traspasar aquella puerta aparecerá una estructura como si de magia se tratase.
Confíe en mis especulaciones y comencé a poner un pie frente al otro de forma lenta, con terror a que aquella puerta tenga una consecuencia catastrófica, con incluso convertirme en la perdedora.
Una vez frente al pedazo de madera roja, tomé el pomo con mi mano temblorosa. Me preparé mentalmente para abrir unos segundos, hasta que finalmente giré el pomo y tiré de la puerta.
Estaba tan asustada que el sonido de la puerta abriéndose me causó un pequeño alarme en mi cerebro, que le ordenó a mi cuerpo dar un pequeño brinco en respuesta al susto.
Al abrir la puerta y traspasarla, no parecía pasar nada. Cuando estaba a punto de dar la vuelta, el desierto comenzó a desintegrarse, comenzando con lo externo y avanzando poco a poco hacia lo interno. Al ver esta desaparición acelerada, traté de huir, pero fue inútil, ya se habían ido todas las salidas.
Cuando quedaban 25 metros cuadrados de desierto, la eliminación de terreno se terminó repentinamente. Acto seguido, la arena ubicada en el perímetro comenzó a levantarse, formando una pared al rededor mía.
Nada sucedió después de eso. Traté de escalar aquella pared, pero fue inútil, siempre me resbalaba para volver a caer dentro de la habitación.
Tras varios intentos fallidos, me rendí. Me tumbé en el piso y me dije a mí misma con una actitud depresiva: "Bill ya ganó, seguramente estaré aquí por el resto de mi vida, dentro de una celda hecha de arena". Pero algo sucedió que me levantó el ánimo un minuto después.
Un papel cayó desde el cielo. Rápidamente me levanté y lo atrapé para descubrir lo que tenía escrito. El pedazo de papel contenía las letras: "¿Crees que este es tu destino?". Las palabras entraron por mis ojos, pero mi cerebro no era capaz de entender lo que rayos significaban aquellas pequeñas letras escritas a bolígrafo.
Con el papel en mi mano, comencé a caminar alrededor de la habitación de arena apenas creada mientras pensaba en la manera en la que debería resolver esto y lo que aquellas palabras significaban. Era obvio que esa frase era parte de la primera de las pruebas y debía saber lo que significaba antes de tomar decisiones.
Comencé a recordar el pasado... Y me quemaba los ojos... Escenas horribles pasaban rápidamente frente a mí. Veía a mi padre, mi madre y mi hermano, muriendo de sus respectivas maneras. Los recuerdos sucedían cada vez más rápido y el volumen aumenta a cada segundo, a tal punto que mis tímpanos reventaron. Comencé a gritar, producto de la energía que la esquizofrenia causaba.
Finalmente, aquellos momentos del pasado dejaron de reproducirse de golpe, lo que me dejó perpleja. Entonces, tras varios segundos de confusión, una idea de lo que aquel papel significaba me llegó a la cabeza.
"¿Acaso pude cambiar lo sucedido?", pensé, tratando de averiguar lo que debía hacer. Según lo que pienso, esta prueba podría estar relacionada con el pasado, tal vez debería descubrir la solución que hubiese evitado este desastre.
Automáticamente después de que aquella solución encendiera mi foco de pensamiento, lo descarté. No hay manera de que esto haya tenido forma de resolverse. Yaltinga es imposible de evitar, siempre está un paso adelante y nosotros diez hacia atrás.
La única idea que había tenido era inservible, por lo que me sentí rendida. "Seguramente Bill ya está al borde de la victoria, mientras que yo, en la cuerda floja, a punto de caer hacia la derrota", vislumbré.
Tras algunos minutos en los que me lamentaba, algo sumamente extraño sucedió.
El lugar donde me encontraba se transformó. El nuevo sitio... es realmente familiar. Todo está borroso, pero soy capaz de reconocer algún que otro objeto. ¿Acaso esta es mi casa?
Mi visión poco a poco recupera la visibilidad del sito a mi alrededor, hasta que llegó el punto en el que logré enfocar mi vista lo suficiente como para estar segura del lugar en el que me encontraba.
Me hallaba enfrente de mi casa. ¿Cómo es posible? Por lo que ha pasado antes, llegué a la conclusión de que es una réplica exacta de mi casa, pues es imposible que haya regresado aquí a mitad de una prueba.