Puzzle

2.

 

CAPÍTULO DOS - ALISON

"Una familia Extensa, Un Amigo Leal Y Un Tonto que te tira el celular"

 

¿Vives con tus abuelos, tíos o hasta primos? ¿Alguna vez te has chocado con tu maldito primo en el baño y tienen que hacer el jan-ken-pon? Bueno al parecer yo sí lo hago, porque el muy odioso prefiere jugar cualquier tipo de juego rápido para entrar al baño que malograrse la vejiga.

—Piedra, papel y tijera... ¡YA! —gané —No, no vale. ¡Necesito el baño, Alison!

—Perdiste, Marcos —dije ya en el baño

 

****

 

Las tardes de Venecia son mis favoritas, ver cada barco en el agua o personas paseando por los puentes acompañado de un cielo anaranjado y nubes negras... simplemente es perfecto.

En estos momentos me encontraba caminando en el puente, estaba planeando irme a casa de Samuel para que me preste sus puzzle, iba cada día porque me ayudaba en mi entretenimiento de concentrarme en armar uno difícil. Él era mayor, pero eso no quitaba que sería un gran amor a la hora de prestarme sus cosas.

¿Por qué no juega en las competencia de puzzle? Porque hace dos años dejó aquella competencia para centrarse en su pequeña familia, ese año, su novia actualmente esposa, se embarazó y tuvo que dejarlo para tener más prioridad en su hija.

—¡Ay! —gritó desesperada al ver lentamente caer mi celular al agua, —¿Qué te pasa imbécil?

El chico que vestía de camisa azul y una mochila gris, se asustó, —No fue apropósito, discúlpame. Compraré un celular nuevo, ¿me acompaña para que elija uno?

—¿Eres idiota o qué? —me quejé alzando mi voz

—Estoy siendo educado, no me haga molestar

—¡Tiraste mi celular al agua! ¡Maldita sea! ¡Ahí tengo a todos mis contactos para el concurso y viene un maldito idiota que se tropieza y tira mi celular!

—¡Eso también es por tu culpa por no mirar y agarrar bien su móvil!

—¡¿Ahora yo tengo la culpa?! ¡¿Ah?!

—¡Sí!

—Maldito...

Al momento en que iba a lanzarme al chico novato, una voz me frenó en mi espalda, —Alison, no importa tu celular, yo te compraré otro. Debes prepararte para el concurso

Mierda, mierda, mierda. Si lo veo de nuevo, lo mato.

—Voy —dejó al chico, camino hacia Samuel que estaba con los brazos cruzados. Él si que era hombre, no como ese idiota.

 

 

Nota de la autora: Este es un libro corto navideño, por lo que sólo publicaré unos cuantos capítulos y el resto lo agrego más adelante

 

 

 




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