Feliz cumpleaños!

Aún hoy ocho meses después de tu cumpleaños tengo tu libro envuelto con el moño rojo en la bolsa plateada sobre mi mesa de luz. Al igual que yo sigue esperando tu mensaje, tu llamada o alguna señal de vida.

Lo compré super emocionada, te mande un audio diciendo que te quería ver, que te extrañaba vos me dijiste que estabas "tapado de laburo" y agregaste para mi tranquilidad "en unas semanas cuando afloje nos vemos, tambien te extraño" conservé la esperanza de que esas semanas fueran dos o tres... treinta y cinco semanas después el libro que me dijiste querer se llenó de polvo por la espera de tu texto.

La dedicatoria dentro de la bolsa plateada me recuerda que no me texteaste nunca ¡valla! hasta no pude registrar cuando dejaste de darle coranzoncito a mis memes en instagram. Sé que amas los memes así que si los debes haber visto, te debes haber reído y dejaste ese visto marcado en el final del chat. Un mes después ví que ya no me seguias y recordé que hace muchísimo no veo tu me gusta entre mis fotos, en whatsapp ya no me aparece tu foto ni tu estado. Muero de ganas por preguntarte si me borraste pero seria egoismo porque sé que me querias y quizás dejarme de hablar era necesario para que te deshicieras del poco afecto que quedaba entre nosotros.

Si ya no hablarme te hizo feliz quiero que sepas que tu regalo y yo somos felices. Leí mi copia de Arde la vida más veces de las que puedo contar, tatue esas letras en mi alma durante meses prontamente el título que más me recuerda a vos pasará a quedar marcado en mi piel para siempre, como tu recuerdo, como los años que dedicaste a estar en mi vida. Gracias por todo, cuando quieras ese libro es tuyo, este texto te lo regalo y te pido a cambio un abrazo únicamente y que me avises que va a ser la última vez que vas a abrazarme, a acariciarme con esa ternura que te caracteriza para hacerme a la idea de perderte o de soltarte. Hasta que ese libro llegue a vos seguiré contando las semanas y esperando tu mensaje, te extraño.