CAPITULO 8

- que bueno verte aquí - comentó una voz algo dulce sacándome de mis pensamientos - ya me preocupaba que hubieras desaparecido - asentí tímidamente ante lo que decía, la verdad me importaba poco o nada lo que dijera una enfermera que solo esperaba mi llegada por qué significaba la llegada de dinero... saque  un sobre dejándolo en el mostrador  -  

- rose - dijo  en un susurro una voz que podría reconocer en cualquier lado, mi madre quería correr hacia ella y darle un abrazo llenarla de cariños pero en cambio simplemente lo ignore reprimí aquel impulso esperando que simplemente ella me ignorara… pero no fue así sentí como su mano rosaba mi hombro dando me la vuelta inmediatamente, no puede más y la abrace como si no hubiera mañana recordé su calidez su olor, ese extraño olor a tulipanes seguía presente por un instante sentí como todos los problemas desvanecían - rose - dijo alejándose de mi dándome una bofetada en la cara  haciendo que agache mi cabeza con algo de vergüenza - como puedes siquiera aparecerte aquí después de todo este tiempo - fue cuando la realidad volvió a mí y más dura que nunca.- no te basto con destruirme que es lo que buscas de mi no quiero verte almenos por tu bien te quiero lo....- la interrumpí -

-No me quieres cerca lo sé ya me lo dijiste más de una vez, sé que arruine esta familia, sé que es mi culpa de que mi hermano se perdiera y ese recuerdo siempre estará conmigo pero no puedo alejarme de usted por más que quiera eres mi madre eres lo único que tengo- 

-tienes razón y eso causa que te odie - comento interrumpiéndome esas ocho  palabras me destrozaron fuero como una apuñalada al corazón viniendo de la única persona que me quedaba en este mundo  pero la culpaba, no podía solo quedaba resignarme ante ese hecho - 

-lo entiendo - dije finalmente antes de verla marcharse dejándome con una nueva herida