Jenny
- Déjame, ya basta... Deten..te.. Po-por favor.. Detente... - sentía que con cada golpe recibido perdía mis fuerzas, mis lágrimas salían sin parar. Sentía como mi párpado del ojo izquierdo se cerraba de lo inflamado que estába.
- Vas a aprender a no contestarme así.. - Decía, mientras me alzaba la falda de pliegues que tenía puesta y metía una mano para romper mis bragas. Yo no paraba de llorar y trataba de sacudirlo de encima pero el podía más era más alto y fuerte que yo.
- No irás a ningún lado, eres mía y voy a hacer contigo lo que yo quiera zorra - decía mientras se desataba el cinturón y bajarse el Jens.
- Para Nick, no lo hagas.. - pero él no me quería escuchar por lo que me dió un golpe en mi mejilla para luego botar sangre de la herida que me causó dentro del labio inferior - NOO! Déjamee...
-NO!! - me levante asustada temblando y con lágrimas rodando por mis mejillas. Ashley entró en la habitación y se sentó a mi lado para abrazarme y tratar de tranquilizarme.
Han sido pocas las veces que tengo esas pesadillas, pero cuando las tengo es como si fueran reales, tanto que me cuesta despertar por no saber si es sólo un sueño o no.
-Cálmate Jen, sólo fue una pesadilla, estas bien. Estas bien. - afirmaba Ash.
-Fue horrible, no podía de-despertar. - decía entre lágrimas.
-Pero ya lo estas cariño sólo fue una pesadilla. Él no está aquí. Estarás bien, no volverá a tocarte porque sí regresa y lo hace le voy a cortar las pelotas y se las haré tragar junto con polvo pica pica. - amenazó haciéndome sonreír un poco.
Me pase las camisa por la cara para quitar el resto de las lágrimas derramadas y le dí un abrazo para luego mirarla y decirle.
- Gracias Ash, gracias por estar aquí conmigo y no dejarme sóla. Eres mi mejor amiga, no, eres mi hermana. Eres aparte de la tía Lisbeth mi única familia. Te quiero. - le agradecí, con una sonrisa y un nuevo abrazo que ella correspondió más fuerte.
- Eres la hermana que nunca tuve, no tienes que agradecerme nada. Siempre estaré para ti, no lo olvides. Te quiero tanto - me dijo.
Cuando tenía 16 años mis padres y mi hermano menor de 8 años tuvieron un accidente automovilístico. Venían de un viaje que hicieron fuera de la ciudad. Yo no pude ir con ellos porque tenía que presentar varios trabajos esa semana así que me quedé con mi tía Lisbeth. Eran las nueve de la noche, estaba en casa de Ashley terminando un proyecto cuando recibí una llamada entrante en mi celular.
-Jenny, tienes que venir rápido a casa. - Dijo apenas contesté la llamada, estaba llorando en la línea.
- Que pasa tía? Que sucede? Respira porque estas llorando? - pero ella no me respondía sólo repetía una y otra vez que debía llegar a casa - Ok. Ok. Cálmate ya voy saliendo. Llegaré en unos minutos. - la casa de mi amiga no quedaba tan lejos de la mía.
-Sucede algo? - preguntó Ash.
-No lo sé, pero mi tía está llorando y no paraba de repetir que debía irme a casa, que debía darme una noticia. - le respondí pero yo sentía que había algo más mi corazón no para de latir frenéticamente desde hace 2 horas, presentía que algo había pasado.
- Vamos te acompaño a tú casa. - sé ofreció y yo sólo asentí.
Al llegar a mi casa había una patrulla de policía estacionada y no sabía que pasaba ¿Que hacia un policía allí? ¿Que había pasado? Me preguntaba mientras corría para entrar. Cuando llegue al sala estaban unos policías alrededor de mi tía que estaba sentada en el sillón con un pañuelo en la manos mientras se limpiaba sus lágrimas. Cuando alzó la vista se levantó corrió para abrazarme. Yo no entendía nada de lo que estaba sucediendo.
-Que sucede, tía? Porque lloras? Porque están ellos aquí? - refiriéndome a los policías que me miraban con cara de lastima.
- T-tus.. Tus padres, tú hermano... - y fue cuando mi mundo se vino abajo - e- ellos tu-tuvieron un accidente hace unas horas cuando venían de regreso. - término de decir entre sollozos.
-No. No. No. Dime que no están.. - no quería terminar de preguntar, no quería que me confirmaran mi peor pensamiento, mi vista se estaba nublando por las lágrimas que trataba de contener. Hasta que ella se separó de mi y con lágrimas en los ojos asintió varias veces para confirmar lo que no había concluido de preguntar.
Caí, caí de rodillas sentí un abrazo por detrás y por el olor del perfume supe que era Ashley.
Lloré grité, patalee, por varios días, no quería comer o dormir, no podía creer que me había quedado sin mis padres sin mi hermano, había hablado con ellos 6 horas antes y me dijeron que se regresarían al día siguiente. Pero no era así, ellos me querían dar la sorpresa ese día. Según el informe policíal el chofer del camión con el que chocaron se quedo dormido y cuando reaccionó era muy tarde, no había visto el carro de mi padre.
Esos días sólo tuve a Ashley y a mi tía. Esta última estuvo conmigo los 2 siguientes años antes que me hiciera mayor de edad y me fuera a la Universidad, siempre cuidó de mi. Mis padres me dejaron una herencia considerable y el dinero completo para pagar mis estudios universitario.
Del dinero de la herencia sólo lo he tocado para comprar junto con Ashley el departamento y algunas que otras cosas necesarias, pero cuando cumplí la mayoría de edad busque mi actual trabajo. Luego de 1 año laborando allí me ascendieron a Encargada. Por lo tanto la herencia está prácticamente intacta.
En la casa de mis padres, mi casa, está viviendo mi tía junto a su esposo, yo sólo voy de vez en cuando a visitarlos. Estar allí sin mis padres y mi pequeño hermano es aún difícil para mi.
Ashley es una hermana para mi, le debo tanto, siempre ha estado cuando más la he necesitado en las buenas y en la malas. Sin ella no habría salido adelante de tantas situaciones.