Quédate conmigo

Capítulo 4

Zaid

Nunca se me pasó por la cabeza hacerme cargo de mi sobrina, una niña que no conocí hasta hoy, y compartir la tutela con la mujer más irritante que he conocido que me juzga sin conocerme y a quien no le agrado.

La peor parte es que no puedo culparla por no agradarle, yo no he hecho nada para que sea así y tampoco pretendo hacer algo.

No me importa lo que las personas piensen de mí, nunca me ha importado y no  pienso comenzar ahora.

Puedo ser frío, distante y, en ocasiones, insensible. Es mejor ser así, evitar crear lazos afectivos y ahorrarse la decepción.

Si algo aprendí en la vida es que las personas pueden ser muy crueles y egoístas, también interesadas y no hacen nada sin pedir algo a cambio. Por ese motivo es mejor permanecer a cierta distancia.

Safira y yo no crecimos en un buen ambiente familiar, todo lo contrario, y eso trajo consecuencias. Ella decidió buscar el amor y la aceptación que no obtuvo mientras crecía, y yo opté por mantener las distancias y cerrarme a las personas. Cada quien toma la vida de una forma distinta.

Quizás el error que ambos cometimos fue ir por caminos separados y no apoyarnos en el uno y en el otro, pero era complicado. Ambos de personalidades diferentes, ella viviendo de sueños y fantasías y yo en la realidad provocaba muchos choques y peleas.

A pesar de no haber estado en contacto con Safira, estuve al pendiente de ella, siempre asegurándome que estuviera bien. Yo la quería y viviré con la culpa de no habérselo dicho antes, creyendo que tendría tiempo y que algún día arreglaríamos las diferencias para dejar de vernos como enemigos y ser los hermanos que debimos ser.

Ahora ya es tarde, no puedo hacer nada al respecto, pero puedo asegurarme de que Emily tenga una buena crianza y sea feliz.

Anika me hace perder los estribos, no solo porque me atrae de una forma que no comprendo y quiero evitar, sino que su personalidad de «ametralladora» me descoloca.

Me gusta que todo sea organizado, en orden y a tiempo, con ella sé que no es así, solo bastó convivir un día para saberlo.

Sin embargo, voy a tener que hacer un esfuerzo por entenderme con ella y evitar la atracción que siento cada vez que la tengo cerca, debe ser así si quiero llevar las cosas en paz. No debo olvidar que esto lo hago por Emily.

La vibración de mi celular me saca de mis pensamientos, lo busco en la chaqueta y leo el mensaje.

Maya: Tu asistente me dijo que saliste de viaje. ¿Cuándo vuelves? Tenía una sorpresa preparada para ti.

Mierda, me había olvidado de Maya, y no es que importe demasiado, ya que no tenemos una relación formal, es solo sexo y alguna que otra salida ocasional.

Suelo evadir las salidas durante mucho tiempo con una mujer para evitar que se creen ideas románticas o que la relación informal se vuelva formal, ha sido así desde el último fracaso de relación dos años atrás, aunque el rompimiento fue porque ella deseaba casarse y tener hijos y yo no quería ninguna de las dos cosas. Ella fue quien me dejó, sentí un gran alivio y  prometí no involucrarme tanto con una mujer que no quisiera lo mismo que yo.

A Maya la conocí en uno de mis proyectos, trabajé para su padre diseñando el complejo de oficinas en Londres y en algún momento de la relación laboral nos conocimos y conectamos. Ella es modelo, no le gustan los niños y lo último que desea es ser madre. Su cuerpo es más importante que ser madre. Apenas supe eso, me dije que podría darme una oportunidad con ella.

No hemos formalizado debido a que apenas pasamos tiempo juntos. Ella viaja bastante por su trabajo y también yo, a veces pasan semanas sin vernos. Yo he estado en Estados Unidos mientras ella estaba en Italia. Lo importante es que estamos bien, nos entendemos, no hay reclamos, celos ni nada parecido.

Mi viaje a España fue repentino y no se me pasó por la cabeza avisarle que me iría por tiempo indefinido. No quiero ni imaginar como tomará la noticia de que debo quedarme en las Islas Canarias, viviendo con la mejor amiga de mi hermana y ocupándonos de mi sobrina con el objetivo de velar por su futuro, 

Clavo el visto y guardo el teléfono. Ya hablaré con ella después, primero debo organizar la convivencia con Anika.

Regreso al interior de la casa en busca de Anika. Emily debe estar durmiendo o eso espero.

Fue tan raro verla por primera vez, es tan parecida a Safira que el corazón se oprimió ante la culpa que siento. No pude cargarla ni acercarme demasiado, simplemente volteé y decidí esperar en el balcón hasta que Anika terminara con ella.

Encuentro a Anika en la cocina tarareando una canción mientras se mueve limpiando la isla de mármol. Vaya, canta bien.

—¿Y Emily?

Ella se sobresalta y gira para mirarme.

—Durmiendo, cayó rendida después de la comida. Oye, sé que no te gustan los niños, pero podrías haberte acercado y hacer algo más que mirarla como si tuviera lepra.

Endurezco la mirada.

—No estoy aquí para que me des lecciones de moral y me digas que hacer o no hacer con ella. Te recuerdo que si hago todo esto es para que tú te quedes con ella porque pienso que así debe ser.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.