Quédate conmigo

Epílogo

Aleksander

1 año después...

—Con cuidado, Adeline —le advierto mientras la ayudo a bajar del coche. Mi mano no se suelta de la suya ni por un segundo.
Ella suspira, cansada de mi insistencia.
—Aleksander, fue solo un golpe. No necesitabas llevarme al hospital.
—Claro que sí —respondo con firmeza—. No existe “solo un golpe” cuando llevas seis meses de embarazo.

Adeline me mira de reojo, con esa mezcla de ternura y fastidio que me provoca tanto respeto como sonrisa. Me conoce demasiado bien para discutir de más: sabe que no me muevo de mi postura cuando se trata de ella o del bebé.

Abro la puerta de casa y, como siempre, nos reciben mis dos madres en perfecta sincronía: la suya y la mía. Dos fuerzas imparables cuando están juntas.

—¡Mi niña, cómo estás? —pregunta mi madre, corriendo hacia Adeline y rodeándola con los brazos antes de que pueda decir nada.
—Estoy bien, de verdad. Solo fue un golpe sin importancia… —responde Adeline, con voz paciente.

Pero mi madre no se detiene.
—¿Le hicieron todos los estudios? ¿Le revisaron la presión? ¿Y la glucosa? Aleksander, dime que revisaste la glucosa.

Yo asiento con calma.
—Todo está en orden, mamá. Lo confirmé personalmente.

Adeline, detrás de ella, me lanza una mirada resignada y, cuando mi madre gira la cabeza, pone los ojos en blanco de una forma tan evidente que casi me hace reír.

—Lo ves —me susurra bajito—, tu exageración viene de familia.
Me muerdo la lengua para no soltar la carcajada.

Mi madre sigue hablando, completamente emocionada:
—Ay, no puedo creer que pronto tendré un nieto… o nieta. ¡Antojitos! —dice en voz alta, como si ya fuera el nombre oficial—. ¿Ya comió lo que quería? ¿Quieres que te prepare algo ahora mismo?

—Mamá —la detengo con suavidad—, Adeline acaba de comer. No necesita otra cena.
—¿Y si el bebé quiere postre? —insiste, con absoluta seriedad.

Adeline aprieta mis dedos, intentando no reír. Yo me mantengo serio, pero por dentro pienso que es inútil: mi madre ya vive este embarazo como suyo. Se desmayó el día que le dimos la noticia, y después lloró durante tres días completos convencida de que era un sueño. Desde entonces, cada visita suya parece un ensayo de maternidad tardía.

Nos sentamos en la sala y mi suegra, mucho más tranquila, me sonríe.
—Hijo, no la agobies demasiado. Está bien cuidarla, pero recuerda que las madres también necesitan respirar.
—Lo sé —respondo con un leve asentimiento—. Pero Adeline no es “una madre cualquiera”. Es la mía.

Ella me aprieta la mano con ternura y yo la miro de inmediato. Ahí está: mi centro, mi razón.

—Aleksander… —me susurra con dulzura—, me haces sentir como si viviera en una cápsula de cristal.
—Exactamente —le digo, serio, sin ironía.
Ella sonríe, sacudiendo la cabeza.

Mi madre suspira dramáticamente, llevándose las manos al pecho.
—Ay, Dios mío, si este bebé sale con el mismo carácter que su padre, vamos a necesitar tres casas para tanto orgullo.

Adeline se ríe y acaricia su vientre.
—Que salga sano. Todo lo demás lo resolveremos.

Yo la observo un momento en silencio. Es imposible no pensar en todo lo que hemos pasado, en lo que sobrevivimos para llegar aquí. Y aún con el eco de esas batallas detrás, lo único que tengo claro es esto: el futuro, aunque incierto, lo enfrentaremos juntos.

Somos un equipo. Ahora, seremos tres.

☁️

Hola,
Gracias por llegar hasta aquí y acompañar la historia de estos dos personajes que tanto cariño me han inspirado. Este es mi primer escrito, por lo que sé que no siempre será perfecto, pero lo he hecho con dedicación y mucha ilusión.

Si te gustó, te agradecería muchísimo que lo apoyes con una estrellita ⭐ y, si quieres, compartas tu opinión. Cada comentario significa más de lo que imaginas y me ayuda a seguir creciendo.

Por otra parte, estoy escribiendo otra novela titulada Poder bajo encaje, que ya puedes encontrar en mi perfil. Si deseas pasarte por ahí, eres más que bienvenido.

De nuevo, gracias de corazón por tu tiempo, tu apoyo y por darle vida a esta historia con tu lectura.
¡Nos vemos en la próxima!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.