09/08/2007
Londres
Querida Muerte:
Querida -No tan querida- Muerte, anoche te vi, abrazabas a un niño en su cama, él lloraba sin parar, acariciabas su cabello... pero no alcance a observar tu rostro, supongo que sonreías al ver tu cometido, ese pobre niño no paraba de mirarte, su cara mostraba tristeza pura, al igual que preocupación y angustia.
Al parecer fui la única que me percate de tu presencia, nadie más que pasaba por ahí observaba lo que ocurría, lamento tanto no poder haber ayudado a ese niño, me partía el corazón verlo llorar y que tu solo disfrutaras aquel espectáculo, pero al no observar tu rostro sigo sin saber si lo hacías.
Tu mano se posó lentamente en su cuello y el llanto del chico pareció detenerse, mi corazón latía fuertemente, él era solo un niño... no pasaba de los 6 o 7 años, mi cuerpo simplemente no respondía, estaba completamente paralizada viendo aquella escena.
Sinceramente creí que ese niño había pasado a otra vida, incluso sentía como mi rostro se mojaba lentamente con mis lágrimas, vi como guiabas a aquel niño para que te siguiera. Y ahí fue cuando me percate de algo, había una mujer... había una mujer atrás, tenía los ojos cerrados y estaba acostada en la cama, en su pecho había una carta, tú no estabas llevándote al niño... lo estabas consolando.
Querida -No tan querida- Muerte lástima que esa no fue la única vez que nos encontramos.
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Editado: 29.01.2024