Querida -no tan querida- Muerte

5. El hospital

20/09/2007 Londres Querida Muerte: Querida -No sé si tan querida- Muerte. Fue un alivio para mí el no tener que encontrarte en un tiempo un poco más moderado, creo que captaste un poco lo de no volver a verte ¿No? Pero como verás, para mi desfortuna tuve que encontrarme nuevamente contigo. Era día de chequeo general, por lo que tuve que ir al hospital para hacerme todos los chequeos, no sabes cuánto miedo tenía de ir. Estaba apenas entrando al lugar, vi como estabas sentada mirando el reloj, me sigue inquietando no ver tu rostro ¿Por que no me dejas observarte? Ya sé de tu existencia ¿Que me ocultas? me llamaron para ir donde mi doctor, pero mientras yo caminaba, tú no apartabas la vista de aquel reloj. Antes de entrar al consultorio llamaron a mi médico, pues había una emergencia, una persona estaba a punto de perder la vida y necesitaban a casi todo el personal. Corrí hacía ti, pero no estabas, lágrimas se hicieron presentes al saber que tuve que contenerte cuando te vi, me pregunto ¿Puedo yo influir en el destino? Seguí a la mayoría de personas... Pero no estabas ahí, estabas en otro consultorio, acariciando la mejilla de un paciente, tomaste una de sus manos y posaste tu dedo en sus labios, era alguien que necesitaba atención, y gracias a la urgencia nadie se preocupó por él. Con todas mis fuerzas grité desesperada que alguien necesitaba ayuda, tenía la esperanza de que alguien pudiera salvar a ese hombre. Una enfermera me escuchó y apresurada, se acercó a la máquina. Presionó un par de botones y le inyecto algo al paciente. Ví como te alejaste, y cuando estaba a punto de observar tu rostro, desapareciste. Querida -No sé si tan querida- Muerte, espero haberte ayudado haciendo esto.




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