10. Asesinato

13/11/2007

Londres

Querida Muerte:

Querida -Detestada- Muerte. El día de hoy me he visto en la obligación de escribirte esta carta, estoy empezando a creer que estoy perdiendo la cabeza. ¿Por qué? Te has de preguntar, pues por ti Muerte, estoy cada vez más atenta a todo lo que haces, sé sobre tu comportamiento, sobre tus víctimas y sobre todo tu trabajo. Es algo que no he podido ignorar, a pesar de mis intentos por dejar de prestarte atención siento que por alguna razón puedo verte, puedo sentirte y puedo influir en ti.

Muerte, detestar es una palabra bastante fuerte, muchos pueden incluso decir que te odian, pero lo que no saben es como eres Muerte. Por lo que ellos no te odian, odian lo que haces. Para tu desdicha esto no es un mensaje de aliento, pues en realidad yo si te detesto a ti, no como el resto que solo odia y detesta tu trabajo, yo odio tu personalidad, odio tu manera de hacer las cosas, el como intentas quitarte la culpa y solo logras todo lo contrario.

Por eso intento alejarme lo que más pueda de ti, porque no quiero ser como tu, no quiero convertirme en algo tan desagradable. El día de hoy, Muerte, observe detalladamente un asesinato, algo que de verdad no es placentero de ver ni mucho menos, pero te observe sentada detrás de esa víctima, sin intentar detenerlo, se que he dicho muchas cosas sobre ti, pero tu es que ya ni siquiera lo intentas. Solo te encargas de llevarte sus almas, y en el peor de los casos volverlos tus ayudantes, para torturarlos por el resto de la eternidad. Dejame decirte, que no te tengo miedo, ni le tengo miedo a morir, se que tu tampoco me quieres contigo, se que si me llevas probablemente me tortures, por estas cartas que te escribo. 

Se que no soy de tu agrado, pues no me contestas ninguna, soy consciente de que en realidad solo soy una presa más para ti, pero ese asesinato está en mi memoria, esta en mi investigación, porque todas tus apariciones Muerte, para mi son importantes, debo de hallar la explicación a tus actos de presencia y el porque solo yo puedo verte.

Mi intención con esto que te redacto, es hacerte entrar en razón, siento que esa es la única explicación al que yo pueda observarte.

Querida -detestada- Muerte, si con esto no dejas de trabajar, yo misma me encargare de detenerte, así tenga que escribir mil cartas más.