Querido Diario

Día Veinte

19 𝔇𝔢 𝔐𝔞𝔯𝔷𝔬

𝔔𝔲𝔢𝔯𝔦𝔡𝔬 𝔇𝔦𝔞𝔯𝔦𝔬:
No lo encontraron; ya no estaba en su casa. Pasaron todo el día y la noche esperando a que él regresara, pero no lo hizo. Ellos creen que alguien le avisó sobre lo de Sebastian o incluso lo siguieron y pudieron vernos hablar hace dos días.
Ahora parecen más preocupados de que puedan intentar algo porque, a pesar de no haber encontrado a Thane, cada día se descubre un poco más. Ahora sabemos que es un proveedor de drogas. Lo averiguamos gracias a un poco de investigación; conocemos los lugares que frecuenta. Además, se le busca no solo por intento de asesinato, sino también por tráfico de drogas y posiblemente por ser un psicópata.
Esta mañana, bajé con Gabi trotando a mi lado cuando escuché la fuerte voz de Romeo. Hacía días que no lo veía; sabía que mamá y él habían estado hablando, pero las veces que venía a casa era para informarnos de algo.
Mamá todavía no se había ido a trabajar y él estaba en mi casa demasiado temprano, así que me parecía un poco extraño.
Todos, incluyendo a Teo, estaban en la encimera, sentados con tazas de café frente a ellos. Me estaba acostumbrando a verlos a todos; me estaba acostumbrando a no estar sola en una casa demasiado grande solo para mí.
—Buenos días —todos me respondieron. Miré a Teo —, ¿A qué hora llegaste?

—Llegué con Romeo hace unos 15 minutos; tú estabas bañándote.

—Oh.
Gabriel se inclinó y tomó a Gabi en sus brazos. La gatita comenzó a ronronear y a frotar su pequeña cabeza en la barbilla de Gabriel.
Suertuda.
—¿Quieres un poco de café?
Asentí a mamá.
—Claro, gracias —me recargué en la encimera frente a la ventana. Desde ahí podía ver al chico. Siempre me preguntaba si no se cansaba de estar allí todos los días —, ¿Saben algo sobre Thane?
Romeo me respondió:
—Nada, es extraño, como si la tierra se lo tragara.

—Quizá. —guarde silenció por un segundo—. ¿Han pensado en la probabilidad de que tenga un informante en la policía que le avise cuando saben algo de él?

—Es una posibilidad —la mano que estaba en la encimera se cerró en un puño fuerte–, no me gusta pensar que uno de mis chicos tiene algo que ver, pero debo admitir que también he considerado esa opción.

—Gracias, Ma —di un sorbo al café, que en realidad era más agua que café—, ¿Qué es esto? ¿Son sobras del filtro?... Ma, deberían dejar de poner tan poco café.
Mamá sonrió.
—No puedes tomar mucho café, así que acéptalo.

—Bueno. Teo, ¿Qué significan estas hojas?

—Todos pensamos que si Thane pertenece a una secta, podríamos empezar por ahí, ver los demonios a los que podría servir, pero en realidad no tenemos idea.
Caminé hasta ponerme frente a ellos y tomé lo que parecía ser una figura masculina. Tenía dos largos cuernos curvados hacia el centro en su cabeza, su rostro parecía el de un caballo enojado a punto de gritar, su cuerpo era humano pero sus piernas tenían aspecto de cabra y estaban rodeadas de moscas.
Belcebú —luego tomé otra figura, que parecía un poco más humana pero no menos aterradora. Su expresión me puso la piel de gallina; parecía que su rostro solo conocía el puro odio, su cuerpo estaba abrazado por una serpiente y él simplemente estaba sentado mirando al frente—Andromalius... ¿Por qué tienes estas representaciones de demonios? ¿Creen que están detrás de esa secta?

—Podría ser.
Arqueé una ceja hacia Gabriel.
—¿Sabes quiénes son ellos?

—Son demonios.

—No, ellos representan los pecados capitales, además de ser los duques o príncipes del infierno. Si están involucrados, podríamos estar en serios problemas —luego tomé una tercera figura, era como un toro musculoso, Mammon, el demonio de los codiciosos.
Sin embargo, lo que realmente llamó mi atención no fue eso, sino el símbolo que llevaba en cadenas en las muñecas. Tenía la forma de un triángulo invertido. Se asemejaba a un pentagrama invertido, con un signo infinito en el centro y, sé que en la parte de atrás estarían la 'T' y la 'B', siendo esta última la más grande.
—¿Qué significan?

Teo se inclinó y examinó los candados.
—Se dice que por un tiempo, Mammon fue tan codicioso que incluso Lucifer se cansó de él y por un momento temió que Mammon pudiera superarlo. Entonces, subió a la Tierra pidiendo ayuda a una mujer para deshacerse de él. Ella le dijo que podría crear cadenas con candados que lo mantuvieran alejado de él. A cambio, Lucifer le impartió algo de sabiduría, al igual que a su descendencia, le otorgó el poder de crear símbolos, canalizar la fuerza deseada en el momento de la creación y ver demonios. Sin embargo, le advirtió que no usara estos dones en su contra. Se dice que sellaron el trato y Lucifer regresó con esas cadenas, mientras ella comenzó a crear símbolos, incluido el pentagrama —Teo sonrió—. Esa es la historia de cómo el diablo fue engañado. La bruja fue visitada primero por Mammon, quien le prometió riqueza y poder a cambio de un escudo para protegerse de las maquinaciones de Lucifer. La bruja creó las cadenas con escudos de engaño y se las entregó a Lucifer. Al colocarlas en sus muñecas, le hicieron parecer débil, mostrando la imagen que Mammon deseaba. Sin embargo, el truco fue que funcionó de la misma manera para Mammon, quien vio solo lo que quería.

A la mujer no le convenía que se volviera más poderoso que Lucifer.

—¿Lucifer se dio cuenta?

—Sí, se percató de la verdad. Se llevó a la bruja con él; algunos dicen que está sufriendo su peor castigo, otros sugieren que en realidad es Lilith, la primera esposa de Adán, y que Lucifer quedó fascinado por ella. Respecto a Mammon, se convirtió en un símbolo de sí mismo. Pocas personas saben cómo activarlo.

—¿Tuvo hijos ella?

—Se dice que sí, tuvo dos hijas, ambas concebidas con un ángel caído. La mayor se casó con Shemihaza y la menor con Hermoni. Ambas fueron instruidas en la magia y la hechicería y llegaron a inspirar cierto temor. La intervención de Dios llegó cuando envió a sus ángeles para acabar con los traidores, sus parejas y descendencia, por lo que en realidad no existe un linaje directo de la bruja. Sin embargo, el símbolo de las cadenas siguió vivo: cada vez que alguien invoca a ese demonio, lo hace a través de esas cadenas, convirtiéndolo en un emblema del engaño, la avaricia y el poder.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda por completo.
Ellas engañaron a todos.




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