14 𝔇𝔢 𝔍𝔲𝔩𝔦𝔬
𝔔𝔲𝔢𝔯𝔦𝔡𝔬 𝔇𝔦𝔞𝔯𝔦𝔬:
Estamos de pie afuera de mi casa, yo buscando las llaves para abrir la puerta y Teo esperando a que abra, ambos pasando mentalmente lo que apenas hacia una hora Pedro nos había contado. El silencio entre nosotros era denso, lleno de la inquietante sensación de que la amenaza de Legión aún nos perseguía.
Mire sobre mi hombro cuando una moto se detuvo justo afuera de mi casa. Teo me tomó del brazo y me puso detrás de él como si estuviera protegiéndome de él. El chico parecía ser un poco más joven que nosotros, se quito el casco, su cabello negro despeinado poco le importo.
Me miró. Sus ojos eran oscuros y penetrantes, como si pudieran ver a través de mí.
—¿Eres Ángel? — Su voz era suave, pero tenía un tono de urgencia que me puso en alerta.
Teo respondió por mí.
—¿Quién la busca? — Su tono era firme, protector.
El chico sonrió, un gesto que no llegaba a sus ojos.
—Soy Kim. — Dijo, sacando un pequeño objeto negro de su chaqueta. —Tengo algo que te interesa.
Teo frunció el ceño, sus ojos se estrecharon a la mano que se estiraba con una memoria USB.
—¿Qué es eso?
—Fotografías. —Kim respondió, su voz era tranquila, pero sus ojos brillaban con una intensidad inquietante. — Prueban quién es Legión.
Teo se tensó, sus manos se apretaron en puños.
—¿De dónde las sacaste?
—Estuve acampando en el bosque, un chico se me acercó, parecía perdido. — Kim dijo, su voz era suave, pero sus palabras tenían un peso que me hizo estremecer. — Se presentó como Thane.
Teo y yo intercambiamos una mirada, el aire se volvió denso, lleno de una mezcla de miedo y esperanza.
Di un paso al frente para tomar la memoria antes de que se arrepintieron.
—¿Y luego qué? —Pregunté
—Me contó su historia, me mostró las fotos. —Kim dijo, su voz era tranquila, pero sus ojos brillaban con una intensidad inquietante. —Me pidió que te las diera a ti en caso de que muriera.
Teo y yo intercambiamos una mirada, el aire se volvió denso, lleno de una mezcla de miedo y esperanza.
—Entra, Kim. —Dije, sintiendo un nudo en el estómago. — Teo y yo podemos hablar contigo adentro.
Teo me miró con preocupación, pero asintió.
Kim miró detrás de él a la callé como si de repente alguien pudiera llegar de repente, sin embargo suspiro y bajo de su moto, me sorprendió lo alto que era, su espalda ancha y musculosa, su cintura estrecha, sus piernas parecían esculpidas en mármol, cada músculo definido bajo la tela de sus jeans. Su rostro era joven, pero con facciones duras y hermosas, como si hubiera sido tallado por un artista experto. Sus ojos eran oscuros y penetrantes, como si pudieran ver a través de mí.
—Te sigo.
Busque de nuevo mis llaves para abrir la puerta una vez lo hice lo invite a entrar de nuevo, lo hizo no sin antes volver a mirar el camino, Teo y yo hicimos lo mismo, sin embargo no había nadie.
—Puedes sentarte, Kim —Señalé el sofá detrás de él, Kim asintió dejando caer su alto cuerpo en mi sofá que de repente parecía demasiado pequeño para él —Puedes comenzar por como conociste a Thane.
—Lo conocí en una ocasión que fui a campar al bosque que esta a las a fueras del pueblo, fue algo extraño porque me pareció que estaba desesperado en encontrar a alguien —paso sus manos por sus piernas, como si estuviera limpiando la humedad en ellas—, le pregunté si estaba bien pero me dijo que no, que seguramente le quedaba poco tiempo de vida ya que había hecho enojar a uno muy peligro.
—Te dijo quien.
—Lo hizo, dijo que aun policía, así que pensé que tal vez se trataba de un ladrón o un vendedor de drogas —Kim me miró y me pareció la mirada de alguien que no alcanzaba a comprender nada de lo que Thane le contó y yo podía comprenderlo—. Resultó ser ambos, pero lo que me contó en un ataque de nervios... miedo, no se como decir fue lo que realmente me asusto.
Teo se sentó en el sofá individual, sus codos apoyados en sus rodillas, su rostro reflejaba preocupación.
—No hace falta que nos cuentes nada, nosotros sabemos todo en lo que estaba involucrado —Teo dijo, su voz era firme, pero sus ojos estaban llenos de preocupación. — Mejor explícanos como es que tú y él se conocieron y como fue que te pidió que le entregaras a Ángel esa memoria.
Kim nos miró a ambos, froto su mano derecha por su barbilla para después dejar salir un suspiró.
—Lo menos que yo quiero es estar involucrado en esto, pero me pareció importante que les entregará las fotos —se inclino poniendo sus codos en las rodillas—. Al principio cuando lo ví por primera vez lo reconocí de las fotos que estaban pegadas en el mostrador de mi trabajo, pasaron policías entregando los volantes con él de protagonista. Pensé en llamar a la policía, pero Thane pareció adivinar mis intenciones y me amenazó con matarme, después dijo que él solo buscaba algo que comer.
—Estaba escapando.
Agregué.
Kim asíntio, un mechón de su cabello tocó su frente.
—Fue lo que me dijo, me explico que había intentado matar a una mujer por órdenes de alguien más, pero que el líder llamado Legión se había molestado. En un principio había actuado como si lo estuviera ayudando a escapar, Legión es policia la vez que dieron con su casa él le aviso y Thane pudo escapar antes de que llegaran.
En ese momento recordé cuando Gabriel le comentó a Romeo que posiblemente había un policía pasando información, solo los escuché pero nunca me detuve a creer en esas posibilidades. Ahora con lo que Kim nos contó me regañe mentalmente por no tomar con más importancia ese no tan pequeño punto.
Teo me llamo.
—¿Puedes prestarme tu computadora?.
—Claro, está en el cajón de mi mesa de noche.
Asíntio, dejándonos solos no sin antes agregar para Kim que había camaras en la casa y que si me pasaba algo él se encargaría de buscarlo, Kim solo lo miro.
—Te protege.
—¿Lo puedes culpar? —Nego—, por favor sigue.
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Editado: 10.11.2024