¿Recuerdas cuánto te burlaste de mis pasatiempos?
Te alegrará saber que ahora los repudio.
Los comics que amaba leer, la música que amaba escuchar y los temas de los cuales me gustaba conversar dejaron de ser interesantes.
Es cierto que aún forman parte de mi vida, pero si alguien me pregunta de qué se trata la última historia que leí… Ni el título puedo recordar.
Sabes, estos últimos meses mi hermana ha expresado su deseo de estudiar en provincia. Mis padres se muestran reacios porque es su pequeña adorada así que desistió.
Ella trabaja en un horario inhumano y estudia algo que siente no entender. Parece feliz, por fin tiene el dinero que tanto deseo.
Estoy segura de que no la conoces, pero ella tiene ideas muy claras. Quería ganar lo suficiente como para tener la vida sin carencias que siempre deseo.
Ella… Siempre lamento que fuéramos pobres. Solamente mi padre trabajaba y todos nos vimos en la necesidad de renunciar a cosas que siempre quisimos. Mi mamá que adora viajar, ahora solo puede imaginar… Mi hermano quería cientos de juguetes y videojuegos, pero no podían costearlo… Mi hermana siempre quiso cosas bonitas y ropa de buena calidad, pero ni en sueños podía pedirla… Mi papá también quiere cosas, pero da prioridad a las necesidades de la casa igualmente, los domingos sale a jugar fútbol con sus amigos y cosas así… En mi caso, desde joven aprendí a dejar de pedir.
Seguramente no sabes lo que es eso o lo sabes, en realidad, no importa.
Desde pequeña, ellos no podían comprarme nada de lo que quisiera. En algún momento me pregunté por qué vivíamos tan diferentes a otras personas. No envidiaba lo que otros tenían, pero cuando más de dos personas tenían cosas que siempre soñé, llegué a imaginarme que era la única que nunca obtendría lo que me gustaba.
En secundaria, todo quedó claro.
No debía pedir más de lo que me podían ofrecer. Mi mami me dijo en varias ocasiones que debía entender que no podía gastar mucho en mí porque no era la única hija y debía darles prioridad a los pequeños.
Solo dejé de pedir incluso regalos o pastel para mí cumpleaños. Hasta un simple CD que pedí en mi cumpleaños número quince, me causo estrés porque era algo que no necesitaba, no aprobaban y el costo era similar a una comida familiar.
No me di cuenta como sucedió, solo lo hizo.
En caso de mi hermana no fue así y ella confesó que se avergonzaba de nosotros. Dudo que ella lo recuerde ahora, pero sentía vergüenza de tener un padre con buen trabajo, pero mal sueldo, una mamá con limitadas habilidades gastronómicas y una hermana que solo podía presumir de tener buena memoria porque era problemática. No sabía cómo reaccionar ante eso, estaba más ocupada lidiando con el rechazo de extraños que los problemas en mi casa no eran relevantes.
Todavía no te conocía, pero, no necesite grandes pistas para darme cuenta que algo no estaba bien en mis relaciones personales… O sea, ¿qué les hice a esas personas para que me excluyeran?
En fin, volviendo al tema principal… Mi mami ya estaba haciendo planes para mi futuro laboral. Yo no ocultaba mi desprecio por mi trabajo así que ella decidió que en cuanto eligiera el lugar donde mi hermana estudiaría, tendría que ir con ella… Sí o sí porque no era un tema que mereciera discusión.
Editado: 16.04.2025