Oye, ¿estás cumpliendo tú sueños?
Yo no
Desde joven soñé con tener un ingreso fijo y no preocuparme por el dinero. Odiaba pensar que podía quedarme sin comer al no organizar mi dinero.
Cuando estaba en la universidad, tenía un plan maravilloso que era bastante simple: quería ganar experiencia a través del trabajo, ahorrar y mudarme cuando encontrará una mejor opción a laboral.
Todo se vino abajo cuando no dejaban de mencionarme y obligarme a aprender algo que no me gustaba. Había tantas ramas por desarrollar en el plan de estudios que no podía hacer nada más que obedecer. Es lo que odio de mi carrera y tú estarás de acuerdo, que pongan en el mismo nivel a un diseñador y a una costurera.
Y realmente, no tiene nada que ver con niveles, son actividades totalmente distintas; pese a que lo explicas con calma, nadie parece entenderlo.
Es como cuando te gradúas y terminas con el título de licenciado, pero al momento de ejercer, obtienes un nuevo título.
Tú lo odiabas tanto que cuando algo no quedaba como diste las instrucciones te negabas a aparecer como diseñador en el evento. No querías ser reconocido como un simple costurero de sueños frustrados porque siempre nos llamaron así.
A mí todos me tratan de costurera y no lo odio; lo que me da una patada en el hígado es que creen que ser costurera es rebajar el precio del trabajo hasta el subsuelo. Me regatean tanto que siempre siento que estoy regalando mis habilidades y para colmo, tengo que soportar sus críticas.
De cualquier modo, intento cambiar.
Tengo las mismas políticas que tú, no trabajar sin anticipo y pago completo a la hora de entrega, pero parece que no entienden por qué deben hacer lo que quieren. Se creen superiores a cualquier persona solo porque no pueden pagar un servicio completo.
Pero el enfoque está mal. No puedo elegir a mis clientes porque mi familia necesita el dinero, no un zángano.
Quizás falte poco para que me cobren hasta por existir.
Tal es el caso que ahora debo pedir permiso para comer algo del refrigerador así sea mío, no lo merezco porque no contribuyó con dinero para la casa.
Señalar que no puedo conseguir un trabajo fijo, que no tengo dinero y que además no hago nada para cambiar la situación me pone mal.
¿Sabes cuántas solicitudes envié a distintas compañías?
Ninguna me llamo
Ninguna me dio una respuesta de porque me rechazaron
En casa, me acusaron de no “echarle ganas” porque quiero vivir bajo las comodidades de la familia.
¿Cuáles comodidades?
Incluso cuando era estudiante, era la más pobre del grupo. Mientras esté en esta casa, sin trabajar… Tengo prohibido pedirles dinero.
Me lastima escuchar eso, me propongo a mejorar, pero quizás cambiando de cara pueda causar otra impresión.
Estoy cansada de no conseguir un trabajo que me pague lo justo.
Hago trabajos pequeños y aun así, no dejan de recordarme que la escuela fue cara como para desperdiciarla y que no quieren tener una mantenida.
Han formado un raro círculo vicioso que además incluye sus discusiones.
¿Qué les pasa a los padres que cuando se enojan entre ellos, se desquitan con toda la familia?
Hasta mi mamá ha olvidado mi nombre.
Ella llegó a la conclusión de que la causa de mis decisiones no ha sido nada más que la mala influencia de mis amigas.
Editado: 13.04.2025