Carta 20

Ha pasado un tiempo

Ni creas que olvide que escribí cartas para ti, en realidad, ahora que ya pasó mi cumpleaños, el recuerdo de tus acciones se ha vuelvo nebuloso.

Gracias por tener una cara fácil de olvidar aunque tus acciones dejaron mucho que desear, no siento que deba quejarme siempre de lo mismo y culparte de todo. Si eres el culpable pero no directo.

En todo caso, mi comportamiento fue errado y no supe reaccionar a las circunstancias, me comporte como una niña caprichuda que se enoja cuando no obtiene lo que quiere. No madure, en su lugar, estaba frustrada porque los sueños que tuve, no salieron como esperaba.

Ahora como una autoproclamada adulta te comparto noticias más alegres sobre mí.

Me voy a casar.

Conocí a este atractivo y joven hombre mientras recorría nuestra ciudad natal, hicimos el intento en conocernos y acepto lo que yo quería trasmitirle. Honestamente, no creo en el amor ni el matrimonio gracias a las constantes peleas de mis padres y, aunque me dijeran que no tenía que sufrir la misma situación, simplemente no podía dejar de atormentarme que estaba a punto de vivir lo mismo que ellos.

Pensé que estaba condenada.

En todo caso, es un hombre dulce y considerado. La barrera del idioma ni siquiera es una barrera como tal porque podemos comunicarnos sin problemas. Probablemente me esté mudando al extranjero y no regrese.

Le platique de mis problemas de salud así como la depresión que estoy atravesando pero lejos de querer abandonarme, quiere que viva relajadamente y resurja cuando esté lista, él estará allí para apoyarme. Lo mejor de todo es que no le molesta mi personalidad ni mis pasatiempos que como tú comprenderás, solo atraen odio innecesario.

Ahora que, el sujeto de mis cartas solo es neblina en mis recuerdos, he eliminado todas las fotos que tenemos juntos incluso le pedí a tu portavoz que dejara de intentar contactarme porque en serio, necesito avanzar. Si ya no es por mí, es para demostrarle a otro que puedo hacer lo mejor para mí y para nosotros.

Estoy segura de que ya no me recuerdas. Llegué a pensar que estar cartas llegarían a tus manos pero sé que eres tan flojo para leer algo que yo te dedique que sé que no lo harás así te paguen.

Finalmente, aunque la vida no ha sido ni lo que remotamente soñé, me esforcé por seguir adelante. Yo era una mujer fuerte que enfermo una vez y ya no se pudo recuperar; todos vieron la oportunidad de sanarme solo para convertirme en lo que soñaron y sería lo mejor. Estuve a punto de perderme pero gracias a él, regrese a lo que solía ser yo. Se que el cambio es bueno pero, ¿y qué? Voy a cambiar cuando lo sienta necesario y óptimo no por intereses ajenos.

Querido no amado, cuando nos encontremos… ignórame como lo hiciste en la escuela cuando te diste cuenta que pudiste ser yo pero preferiste destruirme hasta que “yo” desaparecí y de todos modos, no pudiste ocupar ese lugar.