Querido no amado

Su propuesta

Estaba a punto de aterrizar en un país lejano. Durante todo el vuelo, se dio el lujo de dormir intentando no pensar en la respuesta negativa que recibió de esa familia.

Apenas tuvo una oportunidad de reunirse con la hermana de esa mujer, pero cada vez que intento contactarla, era rechazado con cortesía. La abordo directamente en su negocio, pero no siquiera pudo formular preguntas al respecto después de verse un poco y reconocerse.

“Sé quién es, pero ni intente interrogarme antes de que llame a la policía”

Dejando como única opción, ir hacia ella.

Pidiendo instrucciones, logro abordar un taxi y llegar a la dirección que le proporciono el detective. Era un gran complejo de departamentos donde su buena suerte hacia una gran aparición. Logro ver a una mujer salir hacia el estacionamiento donde saludo a un hombre alto y ambos caminaron calle abajo. A una distancia prudente los siguió hasta llegar a un establecimiento que parecía ser una cafetería antigua.

— Oye, cuánto más piensa huir de mí para que seas feliz. — grito en medio de la calle llamando la atención de todos. No parecían entenderle, pero ella giró la cabeza con tanto miedo que lo reconoció al instante.

Se acercó a ella. Seguramente no daba la imagen pulcra que siempre lo caracterizo, el viaje lo había destrozado y no había descansado mucho desde que llegó. Se suponía sería un viaje corto pero ella daba pasos hacia atrás con la intención de alejarse.

— ¿Me tienes miedo? ¿No sabes que el amor que siento por ti hizo posible este reencuentro?

— Es acoso. Iba a fingir no conocerte, quería convencerme de que estaba loca por pensar que estabas aquí, pero, tenerte frente a mí solo me hace querer huir — comento al borde de las lágrimas sujetando con fuerza el brazo del hombre que estaba a su lado.

— Ja, pero si bien que rogabas por mi atención. No te hagas la loca, yo sé que sentiste atracción hacia mí y ni te molestaba en ocultarlo. ¿Hablamos aquí? No me importa si este vejete se queda cerca. Después de escucharme regresarás conmigo como si nada hubiera pasado.

Ella habló en un tono más suave con su hombre al mismo tiempo que este limpiaba sus lágrimas. Retomaron su camino hacia una cafetería más alejada y él los seguía de cerca. Sus pasos eran cortos y no sabía por qué se molestaba tanto en escucharle hablar si todos sabían que ella se había enamorado del maldito del departamento y ni siquiera lo ocultaba. Parecía querer demostrar que aún era una humana con sentimientos.

En la cafetería, ellos se sentaron en una mesa alejada. Él también ocupa un lugar allí.

— Mi negocio te necesita. Estuve buscándote estos días para ofrecerte una plaza en mi empresa.

— No lo quiero. Trabajo bien aquí.

— No me estás entendiendo. Esta plaza fue hecha específicamente para ti, las prestaciones son perfectas para ti. Lo que siempre soñaste al estar en el mundo de la moda, ser reconocida por tus ilustraciones de ropa y accesorios. Esta es la oportunidad por la que muchos morirían. — comenzó a decir al momento que sacaba un documento de su maleta de mano. — Aquí, está lo que te correspondería solo por decir “sí” a mi propuesta. Estas son las tareas que desempeñarías. Piénsalo bien, en ningún otro lugar del país encontrarás una empresa como la que tú imaginaste desde que empezaste la carrera. Si quieres entrenar a tu equipo con tus especificaciones es válido. Las reglas las pones tú. Busco lo mejor de lo mejor. Solo imagínate participar en las mejores pasarelas del mundo, colaborar con los artistas más importantes del momento…es algo que solo yo puedo ofrecerte.

— No lo quiero. Lárgate.

Olvidando que había alguien más con ellos, le dio una bofetada.

— ¿Quién te crees que eres para rechazarme así? ¿Olvidaste todo lo que hice por ti? Me debes todo lo que has hecho hasta ahora. Si no me hubieras conocido, no estarías en este lugar disfrutando de estos lujos.

Ella se levantó para regresarle el golpe, pero en su lugar, su esposo la alejo y lo golpeó en la cara llamando más la atención.

Era una ingrata. Él descubrió ese talento oculto que tenía, se lo debía a él pero ahora estaba revolcándose en la cama con otro hombre.




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