— ¿Qué estabas pensando al tomar un caballo sin cascos? ¿Querías morir, Audrey? dime, ¿Quería que muriera de un infarto al hacer tal tontería? —La tía Celia estaba totalmente eufórica, se paseaba sobre la sala una y otra vez, totalmente enojada, furiosa y preocupada.
— lo siento mamá —y como siempre Audrey lograba sacar su lado somnoliento, pero esta vez era por el resfriado que había pescado en el recorrido, se había enfermado inevitablemente y ahora estaba totalmente llena de toallas calientes para aliviar el dolor muscular que tenía ahora mismo.
Todos estábamos escuchando los gritos y desesperaciones de la tía Celia— no sé qué hubiera pasado si tú morías en ello —
— pero no sucedió —se apresuró a decir el tío Charles— está bien y es lo importante, pero esto es merecedor de un castigo, Audrey, no debiste arriesgar tu vida así —ella me pidió que guardará todo aquello que la aquejaba, que cuando fuera el momento ella se lo diría a sus padres.
Estaba en desacuerdo porque no debía sentirse así ella sola, pero también de acuerdo porque era su vida y no me concierne, pero en cierta modalidad me hubiera gustado que lo hablará con ellos ahora mismo.
Pero ella no estaba decidida y la atención del enojo de la tía Celia se desvió en cuanto el señor Ferb entró por la puerta con una carta en mano— tengo una carta para la señorita Brown —exclamó entrando por la puerta— y los medicamentos que pude conseguir en la farmacia para la fiebre de la señorita —
— Gracias, Ferb —Ashley se encargó de tomar los medicamentos y también la carta y pronto sus ojos brillaron cuando leyó el remitente de la carta— es del señor Knight —exclamó emocionada y me entregó los medicamentos para dárselos a la tía Celia.
— ¿qué dice? ¿qué dice? —pero ella también era como una niña y quería saber qué decía la carta que le habían enviado a Ashley.
De pronto la emoción y no el enojo se presentó entre nosotros y Ashley abrió la carta y la leyó:
“Querida señorita Brown:
Que mis primeras palabras sean de deseos en la pronta recuperación de su hermana menor, la señorita Audrey Brown, si hay algo en lo que podamos apoyar, no dude en decirnos.
Pero también he de tomar el atrevimiento de invitarla esta tarde a cenar en la propiedad que he alquilado aquí en Winchester, mi hermana también estará deleitada en conocerla personalmente en esta cena. Esperamos poder verla pronto.
Atentamente, Liam Knight”
Era más que obvio que Ashley no podía con la emoción cuando sus mejillas se encendieron de un rojizo enamoradizo, la tía Celia estaba emocionada y las gemelas chillaban entre sí— Ashley irá a la casa del señor Knight, ¡en una velada romántica! —
— no es una velada romántica —expuso Ashley tartamuda— es solo una cena con él y su hermana —aunque se veía en su comportamiento que esa cena parecía ponerla nerviosa.
— mejor cuanto antes, date un baño y corre a vestirte, irás a la velada de inmediato —la tía Celia se apresuró a salir del paso entre nosotras— e irás a caballo —
— ¿por qué no en carruaje? —cuestioné cuando la tía Celia se asomó por la ventana.
Pero placentera dijo— porque no es necesario, además pronto lloverá —
— terminará igual que Audrey, entonces habrán dos enfermas en la casa —dije sin entenderla, pero la tía Celia estaba más que emocionada.
— no, solo habrá una aquí y otra en el lugar donde el señor Knight se hospeda —expresó con gran emoción— rápido, Ashley ve a bañarte —
Fruncí mi ceño y miré al tío Charles, pero hasta el parecía en desacuerdo con ello— eres una pésima casamentera, Celia, poner a nuestras hijas en riesgo de esa forma —se quejó, pero no parecía querer impedirlo— ven Audrey, vayamos a medicarte y luego irás a la cama —el tío Charles tomó a Audrey y la ayudó a subir a su cuarto, en mi pesar me quedé con las gemelas que no paraban de hablar entre ellas sobre un asunto que totalmente había ignorado hasta que se acercaron a la tía Celia y le contaron.
— mamá, escuché de Sarah Willow que pronto vendrán a Winchester diputados que forman parte del Parlamento en Londres —los diputados en Winchester, eso era raro, aunque no más raro que duques en Winchester.
Jully al igual que su hermana parecía no poder contenerse de la emoción— vienen para la fiesta de mitad de temporada y dicen que muchos vendrán con sus hijos —si los diputados venían con su familia, significaba que no sería un mayor escándalo y que posiblemente esto solo sería un vistazo de lazos unidos como estados conformantes de Inglaterra, así que suponía que eso era común.
— he investigado mucho sobre los diputados del país y he de decir que tienen hijos muy atractivos —
— Dios Santo, Kelly, tan solo tienes quince años, deja de pensar por un momento en chicos —me quejé irremediablemente cuando vi la emoción de un compromiso temprano en los ojos mi prima.
Estaba preocupada del camino que Ashley tendría que atravesar— si mi destino está en la grandeza, no tengo por qué detenerme —expresó mi prima de quince años como si ya conociera la vida por completo.
— tía Celia, es posible que pueda acompañar a Ashley, al menos hasta la puerta de la mansión que alquiló el duque de Knight —