Querido Otoño | El Duque y Yo

Capítulo 13: Cabalgando en medio de la noche

 

Lavarme el rostro después que las hermanas terminaban de hacer sus desastres en mi rostro, nunca fue fácil.

Pero gracias a los trucos de mamá para quitarme el maquillaje entre tantas sesiones de clases me ayudó a saber cómo debía quitarme el maquillaje, de manera rápida, eficiente y clara.

El reloj marcaba las ocho de la noche, Ashley había salido hacía tres horas atrás y la lluvia no paraba de caer, me preocupaba que no hubiera llegado o que se hubiera perdido en el camino, pero cuando bajé al vestíbulo, la tía Celia parecía muy contenta.

Y la escuché hablar— el señor Knight acaba de informar por teléfono que Ashley está enferma y reposa en su cama —había pescado un resfriado seguramente.

¿Cómo podía estar tan tranquila? 

— es mejor que le entreguemos los medicamentos oportunos —intervine en la conversación que tenía con el tío Charles, seguramente los Knight llamaron pidiendo que la fueran a buscar o algo por el estilo.

Pero la tía Celia se negó— de ninguna manera, si el señor Knight quiere a Ashley como esposa, debe hacerse responsable de ella —

— ni siquiera saben si se quiere proponer a Ashley —me queje de inmediato— solo sé que Ashley es muy débil con cualquier resfriado, deberíamos ir a ver cómo está —

— llueve, Elizabeth —reprendió tía Celia, con mi nombre verdadero, como si fuera un regaño y como si yo la estuviera retando— iremos en la mañana —lo dijo como si eso pudiera tranquilizarme y más bien me sorprendió el por qué ahora actuaba así, la tía Celia jamás permitió que Ashley fuera a cenar sola en casa de un chico, jamás permitió que Ashley enfermara o se exigiera más por un hombre.

Ella no entendía lo que realmente estaba en juego, la salud de una mujer que apenas podía sostener su existencia, Ashley era muy débil con cualquier cosa que atacará su cuerpo, no podía permitir que algo malo le pasará.

Por eso cuando tía Celia se fue a dormir, busque en la nevera, la medicina que había guardado para el resfriado de Audrey y las guarde en una bolsa, planeaba usar un caballo del establo y mi capa permeable para la lluvia, aunque los truenos sonaban fuerte, eso solo hacía crecer mi preocupo por Ashley, me preparé, con mis botas de montar y mi vestidura de jinete, mi pantalón y mi camisa que tenía unos picos en la parte de atrás que me hacía aparecer un Lord de los tiempos de antes.

Me puse la capa y tome la bolsa ya lista, todos habían ido a dormir, estaba segura, eran alrededor de las diez de la noche y en la cocina no había ni una sola luz, saldría por la puerta de atrás como toda una infiltrante especialista, pero tomé la perilla de la puerta y la quise girar, pero la puerta no abrió, lo intente una vez más con fuerza y fue imposible, frunciendo mi ceño exasperada por mi misión, la volví a rotar y está vez las luces de la cocina se encendieron cómo árbol de navidad y me espante.

— ¿Lily? —

Era la voz del tío Charles, trague fuerte. Mi mano tambaleo para cubrir los medicamentos atrás de mí y sonreír nerviosamente frente a la situación.

— tío —expresé sin mirarle firme.

— ¿A dónde vas? —su pregunta me hizo dudar en mi respuesta, porque muy difícilmente lograba zafarme de las mentiras que decía, pero si no salía, no iría con Ashley, Ash necesitaba los medicamentos.

Un lapso considerable paso antes de responder frenéticamente a su pregunta— salir a tomar aire —ya había parado de llover y seguramente podría ir a caballo, tomar uno del establo y andar a caballo.

El tío Charles se asomó por el umbral para ver el reloj que estaba en la pared a su derecha y extrañado dijo— son las diez… —

— Estoy preocupada por Ashley —espete vuelta un nudo nervios sin remedio, baje mi mirada totalmente apenada por mentirle, esperando que me retará o que le dijera a tía Celia.

El tío Charles suspiró diciendo— yo también —y levanté mi mirada— Celia tiene métodos pocos convencionales en cuanto al amor, pero es una madre que busca enlazar a su hija con un futuro seguro —

— y amor —recalqué— a Ashley realmente le gusta el duque —expresé con una sonrisa— y creo que él también siente lo mismo por ella —estaba segura, de que el duque de York sería el elegido, era perfecto con Ashley, era sincero, atento y totalmente caballeroso.

— eso espero —expresó mi tío con un resopló de resignación— mañana las iremos a buscar a ambas, así que es mejor que te apures a la residencia de estadía del duque de York, no espero que Ashley se sienta en casa sola —y eso fue un pase directo, era un permiso grato y no podía sentirme más contenta.

— ¿Puedo tomar un caballo? —

— ¿sabes montar? —se acercó a la nevera mientras buscaba un vaso.

Respondí— sí, soy una maravillosa jinete —

— bueno, claro que lo haces, salvaste a Audrey —comentó sintiéndose como tonto— no sé donde tengo la cabeza, perdóname, anda, tienes mi permiso —

Y con el permiso del tío Charles y sus pensamientos sobre la situación, me fui sobre un caballo del establo y no demoré en hacer el recorrido hacia la casa de estadía del duque e instintivamente en el camino, aún pensé en el duque de Cambridge y mi respiración se agitó al pensar que estaría ahí y que pasaría una noche en la misma casa que él.




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