Querido Otoño | El Duque y Yo

Capítulo 15: Sangra un corazón

Por la mañana siguiente, apenas los rayos del sol entraron por la ventana anunciando un nuevo día en Winchester, me levanté de la cama y me di cuenta que me encontraba sola.

Ashley no estaba a mi lado y me di cuenta que olía a caballo mojado. Aún tenía el uniforme de jinete y no creía que tendría algo más para irme.

Estaba dispuesta a dedicarme a buscar a Ashley, tal vez había escapado furtivamente con el señor Knight, pero cuando la ví entrar a la habitación con una toalla cubriendo su cuerpo, esa idea de escapar con su príncipe azul se me esfumó de la cabeza.

— has despertado —y parecía completamente recompuesta.

— y tú mejorado —

Traía una sonrisa en sus labios— gracias a los cuidados del señor Knight, pude mejorar, Lily. Además soñé con él toda la noche —dijo en un sueño— soñé que bailaba con él, que dormíamos juntos —

— Ash, no me digas que te has enamorado del duque —expuse pícaramente cuando su rostro se cubrió de un rojo intenso y tapó sus labios riendo— ¡Ash! —

— ¡No lo pude evitar! Es que es tan… —y se tiró sobre la cama desmayada de amor— es el amor que siempre quise, Lily —

— En verdad, te has enamorado —musite orgullosa y feliz por ella, porque si alguien merecía ser feliz, indiscutiblemente era Ashley.

Se levantó de la cama y se sentó en ella, arreglo su cabello y suspiró aún roja, pero olfateo ligeramente y quito el momento de ensoñación— Lily, hueles a caballo —

— ni me lo menciones —expuse rodando los ojos.

Ashley se levantó de la cama y se acercó pronto a un armario que estaba en el lugar, de pronto abrió el armario de par en par y mostró vestidos de todos los colores— ¡Tarán! —toda una maga— la señorita Knight me dió cinco vestidos de su guardarropa para que lo utilizará, ¿No es un ángel? —Me acerqué al armario y examine la ropa.

Ashley tomó un vestido y se lo puso por encima, mostrando una visualización de cómo se le vería— es lindo —mencione.

Pero ella enloqueció— ¿Lindo? Es precioso, Lily —un detalle que compartía a gran escala con sus hermanas, el amor por los vestidos.

Aún así, era claro que estos vestidos no estaban hechos para una condesa y mucho más claro que estos vestidos no eran de la señorita Lidia. Eran de tela delgada y no de algodón, su color no era un color adecuado para la iluminación de la decoración y había muchas cosas que me resultaban extremadamente curiosas, como el corset superpuesto en la espalda, sin disimulación

— deberías ponerte uno, báñate y vístete —me recomendó Ashley entusiasmada, mientras se ponía el vestido.

Estaba segura que declinaría está oferta en otro momento, pero no ahora, me había levantado y tenía una urgencia incontrolable por bañarme y quitarme todo este sucio. 

Así que me metí a la ducha y me refresqué en el agua y mientras limpiaba mi cuerpo, no pude evitar escuchar la voz del duque de Cambridge en mi oído.

…me interesa el cuerpo de la mujer que será mi esposa, me interesa su cuerpo, por ello sería delicado con ella, me interesa la integridad completa de aquella quién sea mía…

Sentí un escalofrío recorrer mi piel y estaba segura que no era por el frío. Respire hondo y termine de bañarme para evitar recordar más de sus palabras durante la noche pasada y salí del baño, lista para vestirme, esperando encontrarme a Ashley, pero en cambio, tan solo encontré la habitación vacía y el armario abierto.

Se había ido.

Bufé.

Me acerqué al armario con los pies descalzos y la toalla en mi cuerpo y busqué entre los vestidos baratos, uno que no me diera tanta comezón. Al final del armario, encontré un pantalón y una camisa, eran pequeños y posiblemente de mi talla, podía ponerme esto con las botas de montar y era de algodón, era perfecto para una tarde como está y estaba segura que sería mucho mejor, además debía volver con el caballo del tío Charles, como debía ser.

Una vez me hubiera vestido y visto en el espejo, me sentí cómoda y lista para salir, según la agenda de Winchester, hoy era el baile de disfraces y podríamos ir con máscaras al encuentro, era urgente que Ashley y yo estuviéramos en casa cuanto antes, de esa forma podríamos arreglarnos a tiempo para la noche.

Salí de la habitación con mis cosas en mano y busque a Ashley por los pasillos que sabían me llevarían al salón en común donde había encontrado al duque Barnes y donde tuvimos una charla, pero también sabía que siguiendo recto y bajado la escalera a la derecha, estaba la salida de este lugar.

Cómo anoche, no había ningún otro guardia en el lugar, casi desierto y no era capaz de escuchar una pisada, ni nadie hablar.

Estaba segura que está vez, Ashley se había ido con el duque Knight, pero parecía que me volvía a equivocar, porque cuando me acerqué a la puerta de la sala, escuché la voz del señor Knight.

— es preciosa y realmente nunca me sentí así por nadie —estaba hablando de Ashley, me asome un poco por la puerta para ver quién estaba en la sala y apenas ví el cabello marrón del señor Barnes y si atuendo peculiar de duque y regresé a mi modo incógnito para seguir escuchando.




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