Capitulo 14

Pasan algunos días y no recibo ni siquiera un mensaje de Jared. Su actitud infantil me tiene sorprendida y dolida, sin embargo sigo firme en mi decisión de no llamarlo ni buscarlo hasta que se disculpe conmigo.

Necesito concentrarme en el trabajo y decido salir de mi departamento, para ir a un café que queda cerca de mi antiguo trabajo. Pido una bebida, conecto mis audifonos a mi portatil y me pongo a corregir.

Luego de un par de horas, me pierdo de mi concentración y comenzó a escribir

"Mi bella princesa de ojos cristalinos, de belleza sutil y coqueto andar, ¿como podré aspirar a si quiera presentarme ante ti?

Tu humilde servidora no es digna ni siquiera de admirar tu belleza y sin embargo de manera furtiva te observo y guardo en mi mente cada detalle de tus finas facciones, de tus carnosos labios, de tu dulce mirada.

Pensarte mia es mi consuelo en la tediosa soledad, donde la monotonía me ahoga hasta casi insoportable la vida..."

Siento unas manos enredándose en mi cuello en un abrazo caluroso, así como un beso en mi mejilla. Doy un brinco y me arranco los audífonos, para encontrarme con su castaña mirada y su sonrisa coqueta.

- Hace demasiado tiempo que no me escribías algo mi amor- susurra contra mi oído dejándome la piel erizada.

- Liz- solté en un susurro- esto no es...

- estoy jugando Moyra, aunque es hermoso- me sonríe con tristeza- te invito un café ya que veo que te interrumpí.- se va sin esperar respuesta como es su costumbre y yo me quedo abrazándome a mí misma con una sensación extraña.

Sigo escribiendo mientras la miro a la distancia, ella me mira furtivamente y cuando nuestras miradas chocan, ella me saca la lengua como si de una niña pequeña se tratara antes de mandarme un beso que hace que me sonroje, haciéndome desviar la mirada a mi trabajo de nuevo y no levantarla hasta que la escucho sentarse a mi lado.

- ¿Cómo diste conmigo?- doy un sorbo a mi bebida, notando que aun sabe como me gusta el café.

- Fue casualidad, salí del trabajo con ganas de un café y te vi. Me hiciste recordar cuando te conocí.

- He cambiado mucho desde entonces- dije pensativa

- Claro, ahora eres mas hermosa, madura y trabajas por tu cuenta.

- Y también ya tengo mi material publicado.

- Claro, libro de relatos que por cierto no has autografiado para mi- saca de su bolsa uno de los ejemplares de mi libro y sonrió como tonta- ¿Lo firmarías para mi?

- No se diga mas- le quitó el libro lo firmó con una pequeña dedicatoria.

Liz la lee y puedo notar un ligero rubor en sus mejillas. Me brinda una sonrisa tímida antes de abrazarme.

Pasaron las horas en el café, platicando de nosotras, de la vida después de que nos separamos y prácticamente volviéndonos a conocer, hasta que cerraron el café.

- podríamos ir a mi casa, seguimos con el café y unas palomitas.

- Me encanta tu plan- mira su reloj algo nerviosa- ¿no veras a mi hermano hoy? digo no quiero arruinar sus planes.

- Jared y yo nos estamos dando un tiempo...más bien le estoy dando un tiempo para que piense las cosas, así que no arruinas nada.

- Entonces acepto.- me tomó de la mano y caminamos así, jugueteando como un par de adolescentes hasta que llegamos y seguimos con la plática fluida.

Nos dieron las 11 de la noche cuando la invite a dormir a mi casa. Asi que nos acomodamos en el sofá cama que tenía en la sala y nos quedamos viendo películas hasta entrada la madrugada. No paramos de reír y de llorar por la elección que había hecho ella de comedias románticas, acompañadas de mascarillas y más palomitas.

Cuando desperté la mañana siguiente, la tenía atrapada entre mis brazos y ambas dormíamos tan cómodamente como antes, ella oculta en la curva de mi cuello, ronroneando como un gatito por el calor que la envolvía.

¿que demonios me esta pasando con ella? ¡No de nuevo! 

****** 

Lo prometido es deuda, actulizacion en pocos minutos y para mi buena suerte la inspiración sigue, así que mañana les traeré mas de esta historia...aunque ahora contado por Liz ¿que creen que nos diga?

Dejo que hagan sus teorías y las comenten aquí mismo

Los amo

Carpe diem