Lo que empezó como una noche de confesiones, término con nosotros bebiendo de más y revelando nuestros más oscuros secretos.
No, por fortuna nadie lloró ni se lamentó la suerte de su vida, pero salieron a flote tantas cosas que ya no sabíamos si llorar o simplemente seguir riendo.
Debo admitir que para mí poca tolerancia al alcohol, aguantes más que Ish y termine cantando y bailando con Zach, canciones que ni siquiera sabía que existían. Al final el saco una gaita que despertó a mi amiga, que se nos unió en ese extraño baile que comenzamos.
Nueve de la mañana del día siguiente. La cabeza me duele a reventar, sin embargo me siento tan liberada que es algo que puedo ignorar, no así mi hambre.
Cuando me levante, note que estaba en el sillón y que Ish estaba dormida en el suelo, abrazando posesivamente un almohadón y de Zach no había rastro.
Esquive a mi amiga y comencé a preparar café y unos hot cakes con lo que encontre y así mis amigos me fueron alcanzando en la barra de la cocina.
-Nunca había bebido de esa manera, desde que salí de la universidad.- murmuraba Zach que aún estaba medio dormido- pero...creo que quiero repetirlo para la siguiente semana. Aunque ahora la terapia de choque le toca a Ish.
- No tendré suficiente con un día, aunque nunca he estado con una mujer, quizás y deba experimentar y así no me vaya tan mal esta vez. - puso una taza de café frente a cada uno, antes de llenarse los pulmones con el aroma del propio.- ¿tú qué opinas Moira?
- Que no te pierdes de gran cosa evitando al género femenino, los desamores son igual de frecuentes- divertida seguí cocinando.
- ¿y qué hay del sexo? ¿es diferente?- se oía realmente curiosa
- Eso no se pregunta Ishbel, no seas inapropiada.
- No te preocupes Zach, es normal que tenga curiosidad.- me senté frente a ellos y sentí que me sonroje un poco- pues...con Liz era muy apasionado, casi demostrábamos una necesidad de cercanía algo...obsesiva. Creo que era más frecuente que terminara en sexo una pelea que una buena cita, pero cuando así era, era una entrega total a la lujuria al menos de mi parte.- me quede pensativa- no era amor lo que había ahí. En cambio con Jared, era todo demasiado suave, atento. En pocas palabras era un caballero en la cama.
- Pero...Suena a que hay un pero- ahora era Zach el que se veía intrigado.
- Faltaba ese ingrediente que me enloqueciera por completo. Ese ingrediente que combinaba la lujuria y la ternura de manera perfecta. Hay quien dice que ese ingrediente es el amor, pero yo los amé a ambos, así que no lo sé.
- Yo creo que son pocos los que han experimentado eso Moira. Veme a mí, soy un hombre soltero de 35 años que creo que nunca ha sentido eso que mencionas.- se encogió de hombros- aunque tampoco es que pusiera mucha atención a mis conquistas en esos detalles más profundos.
- Pues lo siento por ustedes dos, yo si lo he vivido y fue increíble. Es como llegar al nirvana.
- Al menos eso deja de consuelo que no he encontrado al amor de mi vida que me dará ese ingrediente.- murmure esperanzada.
- Pero hay quien dice que no te quedas con el amor de tu vida Moira.-
- Gracias por matar mi única esperanza Zach. Ya quemé todas mis cartas comodín.
Luego del desayuno, tome mis cosas y fui a casa en un taxi. Quería dormir el resto del día y no saber nada del mundo. Por fortuna mi papá volvió hoy de su viaje y no tenía que ir a alimentar a sus mascotas. Así que después de un largo baño, me metí a la cama y caí rendida en un reparador sueño.
A la mañana siguiente desperté pasadas las 10, nuevamente muriendo de hambre y con más de 50 notificaciones en mi celular.
Tenía llamadas perdidas de Liz, de Jared, también mensajes de ambos. Zach e Ish no se quedaban atrás y me habían mandado un mensaje, para invitarme a comer a casa de Zach.
Lo divertido era, que parecía que nadie estaba acostumbrado a que yo no contestara desde las 8 de la mañana- mi hora habitual de despertarme- y por ello estaban haciendo una tras otra llamada y mensaje.
Liz volvió a llamar y conteste.
- Diga
- Moira, estaba muerta de miedo, llevo horas intentando contactarte, ¿estás bien?
- Si, solo estaba dormida ¿qué quieres?
- Llegue a Escocia, pero estaba algo perdida. Aunque ya a esta hora estoy en el hotel desayunando. No puedo creer que apenas despertaras, ¿de verdad estás bien?
- Si, solo que ayer estuve ocupada y me sentía agotada. Por cierto ¿porque viniste?