¿quien es mi polo opuesto y quien mi alma gemela?

Capítulo 22

¿De verdad estaba hozando recriminar me eso?

- Eres un idiota…

- Dejalo Moira, mejor que de una vez sepa que estás con ambos y que no necesitas a un pelele como él en tu vida, cuando nos tienes a Zach y a mi.- Ish se sentó en la orilla del diván y me dio un pequeño beso en los labios.- Si ya te canso, siempre podemos decirle a Zach que lo saque.

- No es necesario, yo me voy, gracias por la hospitalidad.- Jared me tendió una caja y después salió sin despedirse.

- Pensé que explotaría antes- murmuró Ish cuando se acomodo bien en el diván.- ¿que es eso Moira?

- Un anillo de compromiso al parecer- abrì la pequeña caja y encontró un anillo de oro blanco con una esmeralda.- ¡es hermoso!

- Es un truco muy bajo el que acaba de usar tu ex.- Zach tomó el anillo y lo examino- aquí trae una pequeña leyenda “Intente capturar tus ojos para toda la vida”, esto es muy cursi.

- Ahora me siento culpable de haber sido tan dura con èl.

- Eso es justo lo que él buscaba ¿es que las chicas no se dan cuenta de las artimañas tan bajas que solemos usar los hombre?

- No cuando conlleva un gesto tan lindo. - Ahora fue turno de Ish de arrebatarle el anillo a mi amigo y examinarlo- ¿de verdad es tan malo como dices?

- Por desgracia su inseguridad le gana y lo vuelve agresivo.- suspiré exasperada y volví a tomar la caja para cerrarla.- Pero también suele ser tan lindo.

- Además compró el anillo pensando en tus ojos. Es tan romántico.- Ish se pegó más a mí y suspiró- Ya no hay hombre romanticos.

- Que horror, ya me voy. Me molesta ver que les gusta que les vean la cara con cursilerías baratas.- apuro su trago cuando se levantó- iré a beber y quizás después me vaya a buscar un bar. Pense que ambas eran más inteligentes, pero se dejan embaucar por un tipo sin escrúpulos, que navega con bandera de idiota.

Ambas nos quedamos sorprendidas de la actitud de su mi amigo y más cuando de verdad abandonó la casa, dejándonos solas.

- Si no lo conociera, diría que esta celoso.- Ish miro la puerta con incredulidad.- Aunque debo admitir que nunca había hecho ese tipo de berrinche.

- Pues si el se fue a buscar mejor diversión, podemos hacer lo mismo aqui. Bebamos hasta terminar con sus reservas y paguemos después nuestros pecados.- murmurè poco animada antes de encaminarme a la estancia, decidida a olvidarme de sus modales y simplemente dejarme llevar.

 

El sol empezó a darme en la cara y solté una especie de gruñido antes de ocultarme en uno de los almohadones de la sala. Al fondo oí una risa masculina e intente despertar para ver de quien se trataba.

- Nunca creí que Ish y tu se pusieran en un estado tan deplorable de ebriedad.- Zach se sentó en la orilla del sillón que yo ocupaba. - Anda, abre los ojos. Tengo una pastilla para el dolor de cabeza y zumo de naranja para que te sientas mejor.

- Es más de lo que merezco después de mi comportamiento desmedido de anoche.

- A veces esta bien dejarse llevar Moira, pero siempre de manera cauta.

- Lo dice quien tomó anoche su moto y se fue manejando borracho.

- Yo nunca he dicho que sea cauto, además no hablaba por la borrachera. - sonrió divertido- al menos me deja tranquilo que no fueras a buscarle después de su escena de chantaje.

- Tenías razón, aunque debo admitir que me costó trabajo no hacerlo.

- Es lógico que aun lo quieras, lo mismo que con Liz, pero por tu propio amor, no dejes que te manipulen con lo que sientes.- beso mi frente con ternura- ve a bañarte o llegarás tarde a tu cita.

 

Corrí hasta el hotel de Liz, me había vuelto a poner el mismo jeans y blusa y había robado una camisa de Zacht para que verme tan desaliñada. Me iba peinando aún y pellizcando mis mejillas para darme un poco de color en el rostro.

Vi que Liz me miraba con una divertida curiosidad.

-Me sorprende que me hayas hecho esperar, siempre eres por de más puntual.- se acercó y me abrazo.- te eché de menos cariño.

Sus brazos eran extrañamente cálidos y reconfortantes, por lo que sin reparos le devolví el abrazo con creces.

-Necesitaba tú abrazo.- susurré

-¿Qué ocurrió? Estás temblando.- me apretó más contra ella protegiéndome.

-Vi a Jared ayer, me pidió que me casara con él.

El cuerpo de Liz se tenso, sin embargo no me soltó, solo acarició tiernamente mi cabello hasta que los temblores en mi cuerpo se calmaron.

-Vamos, vayamos a comer y me platicas todo lo que pasó.

 

Ordenamos y permanecimos calladas, yo sin saber por dónde empezar y ella completamente perdida en sus pensamientos.




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