5 años despues...
Y asi, despues de contarle mi historia al señor Hnerik, acepte su ayuda, me dio el trabajo como secretaria de vicepresidencia, comenzaria con el señor Anthony Fillips, su gran amigo, que juntos habian hecho crecer aun mas la constructora, y aunque la gente murmuraba gracias a la recpecionista, yo trataba de que no me afectará en demacia los comentarios, pues como decia la señora Margarteh, nosotros cinco, sabemos como paso la historia relamente, y que el apoyo y la oportunidad que me brindan nuestros jefes es noble y de corazón.
Todos ellos me han apoyado muchísimo, me han tenido una paciencia increíble, sobre todo al inicio, mi jefe fue comprensivo, y que a veces tardo en captar ciertas ideas, al final las secuelas del acidente, algunas son permanentes, la señora Margareth, me capacito muy bien, y Sofía me ofreció su amistad honesta y sincera, mis pocos amigos del instituto, no eran amigos relamente, y no volvi a saber de ellos, pero Sofía me apreciaba de verdad y yo a ella. Aún tomo las terapias, sobre todo motoras, del habla y de memoria, para no perder el avance, considerando que tengo secuelas permanentes, sin contar que debía concluir si o si la secundaria, y ellos me ayudaron a poder terminarlo. Mi siguiente objetivo es la universidad, pero un paso a la vez.
Todo iba bien y llevaba la vida a mi ritmo, y eso me agrada, desde el accidente trato de vivir un día a la vez, y lo mejor posible, la vida cambia en un abrir y cerrar de ojos, hay días en que lucho con la ansiedad o el TPT y mi autoestima, pero como dije un paso a la vez, hay veces que me encataria tener la actitud de Sofía, siempre tan positiva, por mi parte mientras ella es extrovertida yo soy lo opuesto, tal vez por eso somos inseparables.
Hoy comienza una nueva jornada laboral, estoy acostumbrada a llegar temprano, soy muy puntual, y siempre la primera en llegar, aún no llega nadie, me dirijo a mi lugar de trabajo y enciendo la computadora, mientras se inicia el equipo voy a la cocina y pongo la cafetera, mientras guardo mi almuerzo, en la nevera, todos aquí al parecer somos adictos al café, y no nos privamos de una buena taza, con mi taza humeante, salgo de la cocina y sin previo aviso choco contra el pecho de alguien, especificamente un hombe provocando que la taza caiga desparramada en su costoso traje de tres piezas. Del impacto termino acompañando la taza en el suelo.
-¡Que tonta eres! ¿no te fijas por donde vas, o estas ciega? ¡mira lo que hiciste! - decir que esta furioso es poco,y con justa razón, una empleada torpe y descuidda le ha lanzado el cafe encima - ¡Levántate ya mismo! - vuelve a gritar y asi lo hago.
Con toda la vergüenza del mundo, me levanto y siento las piernas de gelatina, mi mirada sigue enfocada en el piso, no soy capaz de verle a los ojos.
-¿Que tienes que decir al respecto? - desde donde estoy puedo decir que es un hombre alto, mucho más alto que yo, con mi 1.55, el es un gigante - ¡levanta la mirada cuando te hablo! odio que no me vean a los ojos. ¡¿Que esperas...Levanta la cabeza?!
Asi lo hago, con mucho temor, pero debo enfrentarme a su furia. Cuando levanto la mirada, lo unico que puedo ver, es al hombre mas hermoso que yo haya visto en mi vida, ante mi yace un hombre de aproximadamente 1.85 metros, con un imponente porte y elegancia digan de un principe, de cabellos negros, tez balnca, una barba bien cuidada y afeitada, a simple vista su cuerpo se ve trabajado, tal vez por el gimnasio, pero lo que más me cautivo y dio temor fue su mirada, fria, sus hermosos ojos verdes, que lucian como dos gemas que eran rodeadas por el misterio y la frialdad, pero tambien por una profunda soledad. Era realmente bello. A su lado me sentia tan insignificante.
-No puede ser, aparte de tonta, inepta eres sorda, ademas, te acabo de hacer una pregunta ¿no piensas responder? - su voz me trae de regreso a la realidad, por un mimento me perdi y puedo apreciar aun mejor la mancha de cafe en su costoso traje.
-Lo... lo siento mucho, señor, no fue mi intención, pero puedo pagar la tintorería, de verdad perdóname - vuelvo a bajar la mirada, en realidad su traje se ve fino, y yo lo acabo de arruinar, su presencia no solo intimida, si no que también me hace sentir cohibida,
-¿Eres estúpida o que?, como se te ocurre que este en una reunión sin chaleco y sin camisa - - su grito vuelve ha hacer queme asuste, a estas alturas estoy asustada, nerviosa y muerta de miedo, justo en ese moemento se escuha el sonido del elevador y por ahi salen mi jefe, el señor Henrik, asi como Sofía y la señora Margareth junto con otro chico, todos venían habalndo hasta que repararon en nuestra presencia
-¿Qué pasó aqui? - pregunta al ver al hombre lindo enfrente mío, y el ambiente cargado de tensión - Cristóbal ¿porque tienes una mancha de café?
-Excelente pregunta padre - ¿padre?... o no, el señor parado justo frente a mi, es hijo del dueño de la empresa, estoy muerta - pasa padre, que tienes una emppleada ineficiente, tonta y torpe, que no sabe caminar y me ha tirado el café caliente encima y para rematar, lo unico que sabe hacer es llorar como una niña de 5 años.
-Suficiente Cristóbal, ya entendí, pero no creo que sea motivo para insultar a la señorita Rivera, fue solo un accidente, pero no justifica todos los insultos hacia ella - su voz es tranquila pero firme, y solo puedo escuchar al señor Cristobal suspirar con molestia - Todo tiene una explicación.
-La única explicación es que ella es una incompetente - dice esto ultimo y se gira para entrara ala oficina y azotar la puerta
-Lamento eso Evelyn, mi hijo suele ser temperamental, y muy difícil a veces, ¿Que pasó?
-Le prometo que fue un accidente, no lo vi y tampoco lo escuche llegar, al salir de la cocina, choque con él, lo lamento mucho, no fue mi intención - mis lagrimas caen como torrentes - yo pagaré por la tintorería, fue mi culpa.
-Hnerik - es la señora Margareth quien habla - dile a Cristóbal que me de la camisa, Evelyn la llevara a la tintoreria, y tendremos la reunión más tarde, mientras Sofi y yo arreglamos para la reunion de un rato.