Capítulo II

Una silueta muy parecida a la de una mujer apareció ante mí.
Recitó unas cuantas palabras que me impactaron mucho, "No olvides tus raíces."

Desperté en la camilla del hospital preguntándome, ¿Quién era esa persona? ¿De dónde la conozco? Y ¿A qué se refería?

Al rededor observé con esas dudas rondando en mi cabeza, ya es de mañana y el amanecer se mira muy hermoso desde aquí, tengo una vista estupenda, a un lado mío hay un gran ventanal que da a observar el hermoso horizonte.

Una persona entró a la habitación interrumpiendo los bellos pensamientos que entraban en mi cabeza al ver el lindo amanecer.

Al voltear a ver a esa persona me sorprendí ya que pensé que era el doctor para el chequeo matutino.

–Amor, estás viva... Qué alivio... Pensé que morirías –la expresión de esa persona era de angustia mientras que yo estaba en shock... Dijo... ¿Amor?

Se suponía que estoy soltera...

–¿Quién eres tú? –pregunté dudosa.

–Amor... Acaso, ¿no me recuerdas? -negué- ¿No recuerdas nada? -volví a negar. En su mirada note cierto miedo, pero ¿miedo a qué?

–¿Quién eres tú? –pregunté de nuevo con más seriedad en mi voz.

–Soy Jun, tu novio. -la palabra "novio" rondó en mi cabeza sin poder creerlo.

–¿Mi... Novio...? Pero...

El rostro de un chico guapo apareció y se mostró en mi mente.

–Ahhh tú eres el chico que está detrás del chico guapo -reí por lo bajo y mi "novio" no pareció entenderlo- es qué acabo de recordar a un chico muy guapo vestido con ropas de secundaria, que al parecer podría ser un viejo amigo y tú apareciste detrás de él.

Jun frunció su ceño, parece haberse enojado con eso.

–Tsk ese idiota era el que me caía mal. –habló por lo bajo evadiendo mi mirada.

–¿"Era"? –dudosa hice comillas con los dedos.

–Sí, "era" ya que al terminar la secundaria nadie supo más de él, es como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra. Muchos dicen que murió, otros que se fue a otro país... En sí, nadie sabe qué sucedió con él.

–Woow, y ¿nadie intentó buscar algún rastro de él? –pregunté interesada en el tema.

–Sí, muchos de nosotros intentamos buscar algún indicio o pista de él... Pero al final no descubrimos nada y decidimos parar las investigaciones.... Aunque la única que no se rindió fuiste tú -con su dedo índice me señaló, cada palabra que decía reflejaba tristeza y melancolía- aunque era mi rival ya le había cogido afecto porque siempre pasaba junto a tí, eran muy unidos.

–¿Con nosotros te refieres a los demás del curso? -asintió- ¿Yo?, ¿continúe buscándolo?

–Sí, nunca te rindes y eso es lo que más me gusta de tí. -sonrió. Mi cara sentí arder, voltee a ver hacia otra parte ocultando mi sonrojo.

–Te miras muy hermosa sonrojada. -entre sus dedos agarro un mechón de mi cabello rebelde y lo pasó detrás de mí oreja. Ese gesto, su coqueta y linda voz hizo que mi sonrojo aumentará.

–C..cállate -hice un puchero tratando de parecer enfadada.

Mis mejillas ardiendo con un rojo intenso a la vista y mi corazón palpitando a mil por hora, unas simples palabras lograron ponerme así, ¿Qué pasaría si recibiera un beso de su parte? Me da un paro cardíaco.

–Lo siento, pero la hora de visita ha finalizado. -interrumpió una enfermera.

–Está bien... Nos vemos mañana, cariño. -guiño su ojo izquierdo, con voz coqueta y lindas palabras se acercó a mí. Palabras cómo "Si supieras cuanto te amo tendrías que nadar en el extenso océano azul para entenderlo", "cuando las hermosas mujeres como tú nacieron, tú ya habías pasado Miles de veces por ese lugar", "en un campo de flores, tú serías la más hermosa y delicada flor". 
-hay que cursi- dijo la voz de mi interior.

Estaba paralizada ante estas palabras, mi corazón corría a mil y mi mente sólo se imaginaba cosas indebidas cómo un beso entre nosotros.

Su rostro estaba cada vez más cerca del mío, nuestras respiraciones calientes chocando entre sí. Me besara, me besara, me besara. Con ansias esperaba un beso en mis labios, pero lo único que recibí de parte de él fue un "hasta mañana" seguido de un sonoro beso en mi mejilla. Sí, admito que me desanime mucho, aunque no soportaría un beso ya que aún no recuerdo nada de él, aunque mi corazón y mi mente si lo reconocen... Él... Él es mi hombre...

Con mi mente me refiero a que mi cerebro y mi cuerpo responde a él, es como si todo lo que se dé él estuviera guardado en algún lugar de mi mente...

–Adiós... -dio media vuelta para irse, la vista que tengo es espectacular, su trasero es lindo y redondo -uy papi rico, ¿todo eso es mío? -reí para mí, con esto parezco una adolescente hormonal urgida por probar un buen trozo de carne. ¿Cómo será hacer hacer el amor con él? Uff de seguro tiene buen paquete ahí debajo. Ahí está otra vez. Estos pensamientos de adolescente hormonal... Uff

Aunque hay algo que me desconcierta de mi "novio" debo descubrirlo pronto...

En el transcurso de la tarde no fue tan aburrido porque me puse a mirar series en la televisión de mi habitación que tristemente es individual, me gusta charlar con personas para no sentirme tan aburrida. Por el momento la televisión está transmitiendo una serie de anime donde el protagonista estudia en la mejor academia de cocina en Japón. Algunas de las metas del protagonista es vencer al Papá en una batalla culinaria, la otra meta es ser el primer y mejor consejero de diez que hay en la academia. No sé porqué, pero esta serie se me hace conocida, creo que ya la e visto antes. De repente unas imágenes comenzaron a reproducirse en mi mente, ahí estaba otra vez ese chico guapo aunque esta vez no estaba sólo, junto a él había una niña hermosa y yo... Estábamos en la cocina tratando de realizar una de las recetas de ese anime -casualmente es la que está haciendo el protagonista justo ahora- logramos hacer el platillo, pero no salió cómo lo qué esperábamos. Claro que al final terminamos comiéndonos lo que preparamos y no quedó tan mal. Las únicas facciones y detalles que recordaba del chico guapo eran, su extraño y hermoso cabello liso blanco junto a su piel tan blanca cómo la nieve al igual que su cabello y por último estaba su linda sonrisa angelical sonrojada.