El avión aterrizó en Madrid con el suave temblor de las ruedas tocando pista. María y Diego se miraron y sonrieron; la luna de miel había sido perfecta, pero sabían que la verdadera aventura comenzaba ahora.
El regreso a España no era definitivo todavía. Tenían que organizar muchas cosas en Londres antes de establecerse, pero por primera vez sentían que el futuro estaba claro. Caminaban por el aeropuerto de la mano, cargando sus maletas y compartiendo miradas cómplices.
En casa, Eugenio esperaba noticias. Carlos, como siempre, había preparado una comida especial para celebrar el regreso de la pareja. Cuando finalmente se reencontraron, el abrazo de Eugenio fue más cálido de lo que María recordaba en mucho tiempo.
—Hija —dijo él con una voz más suave que de costumbre—, me alegra verlos tan felices.
Durante la cena, entre risas y anécdotas del viaje, Diego habló de sus planes: buscar un lugar donde vivir, iniciar un pequeño negocio, y mantener un puente entre Londres y España para que María pudiera seguir en contacto con sus raíces.
Esa noche, cuando todos se fueron a dormir, María se quedó despierta mirando por la ventana. Pensó en todo lo que había cambiado en tan poco tiempo: la niña que se fue a Londres con 12 años había vuelto siendo una mujer casada, con un futuro por construir y un pasado que ya no pesaba tanto.
Los días siguientes se llenaron de pequeños retos: organizar papeles, visitar casas, planificar el negocio de Diego. Cada paso, aunque a veces estresante, los unía más. Eugenio, aunque seguía con su carácter serio, comenzó a involucrarse más, aconsejando a Diego y compartiendo historias que antes guardaba para sí.
Carlos, por su parte, se convirtió en el mediador perfecto, siempre encontrando la manera de que la casa estuviera llena de armonía.
Una tarde, paseando por una plaza llena de vida, Diego tomó la mano de María y le dijo:
—Esto es solo el comienzo, ¿sabes?
—Lo sé —respondió ella con una sonrisa—. Y esta vez, no pienso dejarlo pasar.
En ese momento, comprendieron que, más allá de viajes y lugares, lo importante era que estaban juntos, listos para enfrentar cualquier reto que viniera.
Editado: 12.08.2025