Ramses y sus secretos

CAPITULO 4 TE QUIERO

— Tu que hace aquí ¿es una casualidad?- suelta Fiorella cuando finalmente logra salir del shock

— No lo es- responde el con una preciosa sonrisa.

¡Qué paso!¿cuando Ramsés Maserratti sonríe?, sin duda es un sueño o están en la dimensión desconocida o de plano se volvió loca de tanto añorarlo.

No puede evitar notar la barba incipiente, con sus pestañas espesas en sus hermosos ojos que en estos momentos tiene un brillo especial, es como si él estuviera realmente feliz de verla de nuevo, también detalla lo bien que le queda esa camisa azul oscuro con los botones abierto y el pantalón caqui se le marca maravillosamente, esta jodidamente más guapo que nunca.

— ¿Qué quiere?- bufo molesta para disimular que en su interior su corazón no dejaba de saltar desaforado

— ¿Terminaste tu turno? – pregunta tomando con calma su bebida pero sin perder la conexión de sus miradas- ¿cierto?

Ella estaba catatónica, muda, a punto de infarto así que no asimilaba nada.

Ramsés se puso de pie y su chaqueta y puntualizo.

— Vamos te llevare a tu casa.

— No- negó ella en shock.

El esboza una sonrisa de "dame paciencia" y subraya dictatorial.

— Sabes que detesto las negativas, no te pido permiso, te dije que te llevare y punto.

Fiorella no objeta mas nada y gira sobre sus talones regresando a la barra para contarle a su amiga que se iría con Ramsés y ante su mirada de poema le aclaro que no era nada amoral, que ellos se conocían y luego le contaría. Su amiga se quedo con cara de felicidad y picardía seguro imaginando que ellos eran novios o algo parecido.

Pero no estaba para aclarar nada, tomo una gran bocanada de aire y simplemente se encamino hacia donde la esperaba Ramsés tratando de aparentar  tranquilidad pero la verdad es que estaba muerta e los nervios y la ansiedad, y posteriormente se deja guiar a la salida.

Le abre la puerta y sale detrás de ella y tan pronto pone un pie fuera del bar empezó a titiritar y cruzo los brazos, pero ella sabia que no se trataba solo del frio de la noche, era el que provocaba su cercanía, el hecho que estuviera allí, que viniera por ella, luchaba por no hacerse ilusiones pero era inevitable pensar que el viajo de Milán a Paris solo por ella, ¿que significaba eso?, pronto lo descubriría.

— Hace frio, toma mi chaqueta- le dijo el como perfecto caballero y la cubrió con su chaqueta

Luego le abrió la puerta de su auto y ella entro sin protestar. Si tan solo pudiera calmar su corazón que no paraba de latir.

Llegaron a su apartamento en los suburbios, nada elegante.

Tan pronto Antoine, un chico rubio perteneciente a una pandilla la vio bajar de aquel auto se le acerco como todo personaje sacado de una películas de capos o mafiosos.

— Hola Fio- la saludo con una sonrisa que constataba con la mirada asesina que le dirigió a Ramsés que se bajo del auto.

— Hola- lo saludo ella con la misma cordialidad, porque a pesar que el chico andaba en los caminos equivocados ella había podido entablar una amistad, donde siempre le aconsejaba que dejara las pandillas, el por su parte la mantenía cuidada de que nadie le hiciera daño o se metiera con ella.

— ¿Quién es el tipo?-pregunto Antoine a Fiorella

— Un amigo- respondió y ya Ramsés salía del auto para ir con ella y ahora era quien veía al chico rubio con mirada asesina.

— Sabes que estoy para cuidarte, si el tipo te hace algo solo me avisas- le dijo como una amenaza implícita a Ramsés.

Ella asiente y el chico se retira pero sin perderle la vista Ramsés que ahora parece muy divertido.

— Ahora tienes nexos con las pandillas- se burlo sin humor.

Ella le rodo los ojos y respondió

— Hablo con el chico frecuentemente, estoy tratando de aconsejarle deje esa vida, no se, yo creo en la redención.

— Yo también- acordó el - en otras personas, no en mí- añadió con amargura.

Ramsés suelta largo y profundo suspiro

— ¿Crees que haya posibilidades con el?- pregunta mirando al chico recostado en un carro a 50 metros

— Es muy pobre y eso es la excusa.

Ramsés ahora la deja para caminar directo a donde esta el chico y Fiorella se moría por curiosidad de saber de que hablaban aunque su mayor interés radicaba en que no podía dejar de mirar a Ramsés y sentir una emoción agolpada en el pecho porque aun no se creía que él estuviera allí.

Ramsés regreso con ella y Antoine ahora se despidió de ella y se alejo y curiosamente noto que su rostro mostraba una gran sonrisa, lo que desconcertó aun más a Fiorella.

— Listo- dijo Ramsés con satisfacción.

— ¿Listo que?-pregunto desconcertada.

— Le propuse al chico que dejara la pandilla a cambio, le pagare una carrera en la universidad, ¿sabias que es graduado de la secundaria?, por supuesto será en otro país para desligarse de sus "amigos" que no le permitirán salir de la pandilla, además podrá llevarse a su madre y sus tres hermanitos y darles un futuro mejor.

— ¿Usted hiciste eso?-pregunto asombrada y maravillada-Dime porque hizo eso por el chico.

Ramsés toma su rostro y su mirada la arropa con tanta profundidad que se le corta la respiración de inmediato.

— Tu crees en la redención- le dice casi en un susurro suave- porque no apostar a ella. ¿Entramos?- pregunta cambiado de tema.

— Okey- acuerda en estado catatónico-


Llegaron a su apartamento y Fiorella extrajo una llaves de su bolso pero luchaba contra los nervios que le producía la cercanía de Ramsés quien parece que ha propósito estaba casi que encima de ella.
Metió la llave pero ¡joder! sus dedos temblaba y no atinaba a abrir.

— Marchetti deja de temblar- le dijo Ramsés quitándole las llaves para el abrir y cuando lo hizo se volvió a ella y tenia un brillo divertido en sus ojos y con toda intención añadió- no voy a obligarte a nada a menos que quieras tener sexo consentido, sabes que desde que volví de la muerte literalmente no he estado con nadie y no ando muy exigente- concluyo con odiosidad.




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