Ramses y sus secretos

CAPITULO 7 NADIE DESPRECIA A LA MUJER QUE AMO

— Hola Fio ¿como estas?

La saluda Casey Morgan, tan pronto sale del elevador, es mas es como si la hubieses estado esperando, además se muestra muy efusiva.

Penelope Lange de Publicidad se acerca y le dice:

Al mediodía no te comprometas que vamos a ir a almorzar a Remix, todo el grupo

—Y no tendrás que pagar, nosotros invitamos-agrega Xander de Mercadeo

—Fio quieres café o galletas-le pregunta Fiona

¡Alto allí!

¿Qué pasa aquí?

Acaso está en la dimensión desconocida

Como es que de pronto todos se han vuelto tan amigables

Esto solo podría tener una explicación razonable, aunque ni tan razonable pensando en el personaje en cuestión

 

Se dirige sin pérdida de tiempo a la oficina de Ramsés Masseratti

Entra de insofacto y lo encuentra probándose una corbata, al verla le pregunta:

—¿Cuál prefieres Fio?

—La azul sin lugar a dudas-responde de inmediato y olvidándose momentáneamente del  motivo que la trajo aquí perdida entre tanta bellezura masculina.

¡Un momento!, el señor informalidad que hace a las 11 de la mañana con un traje Armani y eligiendo corbatas

Donde se supone que vas tan bien vestido - cuestiono activándose su alerta de ¿hay una cita con alguna lagartona que yo no sepa?

Modo: Celosa al máximo

—Me veo hermoso ¿cierto?- puntualiza el con una sonrisa divertida

Como le encantaba ponerla a sufrir mortificarla y burlarse de ella.

En su mente Fiorella responde Demasiado, pero en voz alta y haciéndose la indiferente dice:
Nada del otro mundo, pero no respondiste la pregunta.

—En una hora tengo el almuerzo con los inversionistas chinos- informa mirando su reloj
Y como es que yo no hice la reservación-pregunto en modo “reclamo”

Ramsés detalla sus cejas y sabe que está molesta

—Porque se lo pedi a Dayana

Como vio que puso cara de mustia, explico:

—Ya no eres mi asistente Fio, sino mi jefa de operaciones así que tendrás funciones más importantes, las cosas pequeñas las hará Dayana.

Ramsés sabe cómo dale la vuelta y le ha dado en su ego y la hacerla sentir tan bien, es un charlatán de primera

Sin embargo medita que a ella le encantaba hacer esas cosas pequeñas, como pasar por Starbucks para traerle su café y los bollitos dulces que le encantaba, elegir sus corbatas, recoger sus trajes en la tintorería, pedirle almuerzo e incluso hacérselo,  agendar sus citas, entre otras cosas, porque eso la hacía feliz, era como su esposa del trabajo y bueno no costaba nada soñar.

—Cuéntame hiciste esta mañana todas las vueltas que te pedí-pregunta ajustándose la corbata.

Fiorella esta que babea, se ve superlindo, la camisa expone sus pectorales, es un maniático del ejercicio y vaya que le ha hecho muy bien. Su mirada impertinente detalla  sus pantalones que se ajustan de manera prodigiosa y empieza a sentir un calor bestial. Quien apago los aires acondicionados?

Traga seco y el con disimulo y satisfacción la ve sudar la gota gorda, sabe que le está mirando mucho

Miraditas libidinosas Marchetti-piensa con tremenda satisfaccion

Como dicen en el amor y la guerra todo se vale, y usaria todas sus armas para vencer al renacuajo de Luca
Si fui a la Editorial y busque las fotos para la portada de Carisimma, Believi y Givenci, también fui a la I.M.G. Modelos y selecciones los modelos para la campaña de Minestrone, espero te guste mi selección, claro tú tienes la última palabra.

—Confió en tu criterio Fiorella.

¡Llamen rápido a la ambulancia!, que está a punto de un infarto al miocardio por tanta dulzura de su jefe.
Suspira profunda y se acuerda el motivo por el que vino y lo retoma:

Por cierto aquí está pasando algo raro en el ambiente

—A que te refieres- pregunta haciéndose el loco.

—Como que todos se volvieron exageradamente amables conmigo hoy

Ramsés sabe perfectamente que Fiorella no tiene un pelo de tonta y se daría cuenta de su estratagema.
Lo cierto es que esa mañana aprovechando que ella llegaría más tarde, reunió a sus empleados y les leyó la cartilla, con respecto al trato que debían tener con Fiorella.

El ultimátum específico: O besan el piso por donde pasa esa mujer o pueden largarse de una vez y duden que volverán a conseguir otro trabajo.

Es cierto que se saltó algunas cuestiones legales, pero era el Rey Malvado y además nadie le rompe el corazón ni desprecia a su ex asistente, su jefa de operaciones y la mujer que él amaba.

—Es lo que querías- se escogió de hombros y no mostro ni una pizca de arrepentimiento o culpa.

Ramsés Masseratti que hiciste, amenazaste con despedirlos, o les ofreciste un aumento, conociéndote seguro lo primero cómo pudiste, así no se logran las cosas…

Él se planta delante de ella y con un dedo le cierra la boca para que calle

—Y un simple...

Ella termino la respuesta motivada y se arrojó a sus brazos y depositando un beso en su mejilla añadió un simple gracias bastaría.

—Pero no lo vuelvas a hacer- le advierte sin embargo.

Ahora el Rey Malvado alarga la mano llevando su cabello detras de sus orejas y conecta su mirada y señala.

—En cambio tu puedes besarme cuantas veces quieras

Oh oh oh eso va enserio

Ruborizada y mortificada busca burla en sus ojos y eso fue peor descubrir la seriedad y sinceridad con que lo dijo

Afortunadamente fue salvada por la campana cuando entro Alessandro y tras saludarlo con la voz temblorosa huyo de allí con el corazón saltándole a mil por hora

—Que paso aquí-pregunto curioso Alessandro dandose cuenta que Fiorella salio toda despavorida del lugar.
Ramses tomo asiento detras de su escritorio y con toda prepotencia informo:

—Sigo el plan

—Cual plan -pregunto aun mas intrigado Alessandro tomando asiento delante de el.




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