Rayno Ciry

Capítulo 2: La búsqueda de un destino

Dentro de la vida de las personas hay objetivos y metas por alcanzar, un interminable camino en busca de alguna parada, que te guían paso a paso. Pues la vida no es más que una búsqueda de algo placentero, donde suele ser más satisfactorio aquel camino lleno de aquellos obstáculos que la meta por alcanzar.
Busca sin parar tus sueños y llenarás el hueco que solo llenaras con felicidad.

Rayno a tan sólo sus 15 años había escapado del reino River para explorar y poder vivir a su manera, pero en su camino hacia la nada acabó llegando a las tierras malditas, al oeste de la región Sirian, al ser salvado por el fantasma guardián llamado Zuat y entrar en el santuario sagrado, hogar de las piedras malditas, Rayno se propondría en romper la maldición que acechaba aquellas tierras, buscando 6 de las piedras faltantes esparcidas por todo lo extenso de aquel lugar.

Y eh ahí, habían pasado ya dos días desde aquel momento en el que Rayno había tomado reto de buscar aquellas piedras, su búsqueda lo llevo a las faldas de unas montañas rocosas muy cerca de un bosque.

-Aaagh estoy agotado.. No sé ni por donde empezar a buscar exactamente, solo he dado vueltas por doquier.¿Y dónde esta ese tal Zuat?, ¿no se a manifestado desde aquella noche?-

Rayno se quejaba demasiado por todo, él ya ni sabía en dónde se encontraba pero, eso no le bajó el autoestima para continuar, hasta que se escuchó un gruñido extraño romper el silencio del valle en en que estaba, era su estómago, Rayno se encontraba hambriento; él no había desayunado esa mañana.

-Ay.. Ya me dio hambre, bueno éste lugar está desolado y no parece haber monstruos, un buen lugar para descansar-.

Rayno camino hasta una roca algo musgosa y se sentó plácidamente. Se quedó mirando el cielo, el cual se comenzó a poner algo nublado; pensaba en que le habría podido ocurrir a este lugar, quien habría puesto aquella maldición.

-No debo distraerme en con eso, y debo dejar de hablar solo...-

Dijo, no obstante su estómago volvió a rugir, Rayno busco en su bolsillo de cuarta dimensión algo de comida donde encontró unos fideos instantáneos, pero, no tenía fuego ni agua. Así que decidío guardarlos y sacar unas barras energéticas.

-Aah.. No puedo preparar nada sabroso aquí, debí traer un mechero...-

Mientras comía en aquella roca una gota de lluvia cayó sobre la cabeza de Rayno.

-Oh oh.. ¡Esto no es bueno!-

En seguida una tras otra las gotas caían, Rayno miró hacia ambos lados con el fin de ver algo donde cubrirse, lo único que vio fue una pequeña grieta que sobresalía entre un cúmulo de rocas.

La lluvia se intensificó y a Rayno no le quedó de otra que ir a aquel lugar por lo menos a cubrirse, así que corrió y cuando llegó pegó un salto para entrar de clavado como una bala.
Sin embargo al caer así solo resbaló y rodó dentro de la grieta que no era mas que una gran cueva.
Rayno rodando llegó hasta una pared de rocas hecha a mano que no media más de metro y medio donde se estrelló.

-¿Qué? Fue eso....-

Dijo Rayno impresionado por los ladrillos, simplemente no pensaba hallar algo así dentro de aquella cueva, al mirar sobre la pared observó que era un enorme cuarto sin trabajar con rocas en el suelo y paredes formadas por la misma cueva, aquel cuarto estaba lleno de diferentes monstruos entre ellos dos Jackers y al fondo a la izquierda había una especie de caja grande junto a un cadáver. 
Rayno estaba boquiabierto preguntándose que habría allí adentro cuando el hablar de alguien a su lado se oyó.

-¿¡Qué crees que haces!?

Dijo Zuat que apareció de repente.
Rayno puso su mano en su boca para evitar gritar y que lo descubran.

-¿Estas loco chico?, creí que te irías hace unos días-

-Silencio ¿Zuat?..-

-Sal de aquí ahora antes que te escuchen muchacho-.

-Ni hablar. Intenté salir para ver si podía buscar ayuda pero había una pared de niebla que no dejaba pasar además, ¿ves aquella caja?-

-Si.. ¿Y qué?-.

-Estoy seguro que puede haber algo allí, por mi experiencia en videojuegos diría que se encuentra una de las piedras, debo llegar cueste lo que cueste-.

-Imposible, hay dos Jackers, unas tres Babosas de Ácido, y una Mega Araña, nunca llegaras-

Rayno miró directamente a Zuat y por su mente le llegó la idea de usar la espada, sin demorase la saco del bolsillo con dificultades.

-Zuat, debo llegar y no creo que sea algo tan complicado.. Ahora mira y aprende-.

Rayno pego un grito de guerra con la voz en alto y los dos Jackers y la Mega Araña lo miraron. Las Babosas no reaccionaron.
Rayno pensó rápido.

-¿Si voy por esos gusanos primero?, se ven débiles no creo que me la compliquen-.

Saltó el muro que lo cubría y corrió hasta una de las Babosas de Ácido. Rayno tomó la espada, sujetó el mango con firmesa, llegó hasta la babosa que podía ver por su brillo verdoso un color verde brillante y la rebano en dos, cortando su cabeza. 
El líquido ácido se quedó en la espada de Rayno evaporandose rápido cuando un Jackers disparo una clásica bola de fuego. Rayno saltó para evitarla pero el fuego impactó sobre el cuerpo muerto de la babosa, creando una explosión que lanzó a Rayno hacia atrás.

-Auch.. Eso no me lo esperaba..-

Rayno sólo podía ver el brillo de las otras dos Babosas y las flamas de los Jackers. Se levantó rápido y tomó la espada, corrió hasta una roca que estaba a unos metros de él.

-Bien. ¿Ahora que hago?-

Se preguntó. Los Jackers miraron la roca fijamente esperaron con una bola de fuego en sus manos llameantes, Rayno miró a ambos lados esperando el momento perfecto, hasta que recordó las bengalas que había colocado en su bolsillo.

-Oh oh oh.. Esto funcionará-.

Rayno sonriente revisó de inmediato el bolsillo hasta que escucho unos pasos delicados sobre él. Se quedó helado y con su sontisa inquebrantable levantó la mirada lentamente y allí se encontraba la Mega araña, media alrededor de un metro.
Se lanzó sobre Rayno quien apenas intento esquivarla.




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