CAPITULO 7

CAPITULO 7

"NO ERES DE AQUÍ"

9 de diciembre 1954

1:00 am

Respiro el aire puro que me ofrece el refugio de las cortinas del adornado balcón, el baile todavía se sigue desarrollando en el interior del recinto, aunque ya es más de la una de la mañana, en menos de media hora deberíamos estar partiendo a el instituto para poder estar en nuestras habitaciones antes de que todos en mi reino despierten.

El objetivo principal de plan, fue ejecutado en su mayoría, con algunas fallas que nos tocó resolver mientras lo llevábamos a ejecución, pero nada de lo que unas cuantas sonrisas y coqueteos no pudieran solucionar y aunque es una broma que no se planeó con que tuviera grandes transcendencias, lo que representará en este día será imborrable en esta nación.

Me aleje de mis amigas, cuando fue mi turno de activar mi parte del plan y ya efectuado me he tomado un momento, para poder respirar un poco de tranquilidad antes de que el caos se desate.

— ¿La fiesta es tan aburrida que encuentra más interesante lo que le ofrece el cielo? — Esa pregunta me toma por sorpresa y mi cuerpo se lo muestra irritado ante el infiltrado que osa en interferir en mi momento de paz.

— Toda la vida he pensado que el universo, siempre nos ofrecerá más interrogantes y emociones que las banalidades del mundo que me rodean — Respondo sin retirar mi mirada de las estrellas, sintiendo como el visitante sigue en su lugar — Aparte, nunca he sido fan de los bailes.

— Sorprendente, pero estoy completamente de acuerdo con usted mi lady, lo que nos ofrece el cosmos es magnífico y curioso, siempre he pensado que el espacio exterior es superior a nuestro pequeño posicionamiento de tierra — Escucharlo hablar es como hablar con un sabio y aunque su voz me resulta enigmática y hasta oscura y aunque siento que la he escuchado antes, se me complica descubrir de quien proviene, por la distancia.

— El universo es tan grande, que llega a mis pensamientos que los problemas que creemos no tienen solución en este pequeño rincón, son banales y hasta, disculpe la siguiente palabra. estúpidos — Al decir eso último, el no responde nada, pero siento como se acerca a mí a paso fuerte y decidido, no percibo nerviosismo, en realidad el aura que demuestra es de una persona poderosa y sobre todo él tiene conocimiento que lo es.

— Es novedoso encontrar a una mujer con ese pensamiento, pues se ve que sabe de lo que habla y es entretenido que sus temas de conversación no están relacionados al clima, sobre música o bordado, lo que me hace cerciorar que tenía la razón desde que la vi en ese salón, no es usted de aquí.

Escucharlo me hace alterarme, pero mi mente solo reproduce el comentario tan desagradable hacia mi género, así que, olvidando sus palabras pro siguientes a ese comentario, me recuesto un poco más al balcón, con pereza y hasta fastidio.

— Me está tratando de decir que nos juzga, por hacer cosas que nos han enseñado es del agrado de tu género, es muy doble moral, teniendo en cuenta que lo que los hombre siempre buscan en una esposa es sumisión, sencillez y un mueble más de las mansiones — Me doy cuenta de lo alterada que me dejo su comentario en el momento que suelto aquel pensamiento, fue tan impulsivo que a la hora de razonarlo pienso en simplemente disculparme y salir de ese lugar, algo me dice que conozco al hombre que está a mis espaldas, pero no puedo todavía cerciorar ese instinto, además deseo continuar con mi plan de pasar desapercibida para todos en este reino.

No obstante, cuando estoy dispuesta a retirarme y darle la cara a ese hombre, siento como este se me pega a mi espalda, me altero y el nerviosismo es evidente en mi sistema, una sensación desconocida se apodera de mi cuerpo, pues aunque su rostro y cuerpo es desconocido para mí no lo siento como tal, es como si no fuera la primera vez que estoy en su brazos, pienso retirarme y forzar mi salida de su agarre pero este se vuelve cálido y hasta delicado, pone sus manos encima de las mías que estaba en el barandal y respira el aroma de mi cuello, no sé porque aún no corro, tampoco comprendo porque estoy dejando que un desconocido me sostenga de tal manera, es tan indecoroso su acercamiento que si alguien llega a vernos así, aunque no estemos haciendo nada, puede mal interpretarlo.... Más porque no tenemos a nadie más cuidándonos.

— Es una exquisitez hablar con una mujer con un pensamiento diferente al de la mayoría de aquí — Susurra en mi oído y mi cuerpo se eriza , cierro los ojos involuntariamente, porque a mi mente llega a quien le pertenece cada centímetro del cuerpo que se pega a mi como si quisiera fundirse conmigo, es el hombre que desierta manera me ha enseñado desde una manera diferente que el mundo es más que solo bailes y charlas de té — No comprendo porque sigues aquí Greta Blackfhor, pero me encantaría pensar que es por mi...

Cuando termina su frase da vuelta a mi cuerpo y por fin da con mi cara, le sonrío con malísima y hasta con diversión, él siempre ha sido mi cómplice, mi mejor amigo, pero sobre todo un espía excepcional. El aprieta su agarre en mi cintura y yo llevo mis ojos a esa zona con burla.

— Erick Tornelth, estas tocando propiedad privada, a la cual nadie te ha dado el permiso de hacerlo, retira tus manos de mi cuerpo que ya te has propasado un poco y estamos un lugar donde nos pueden ver.

— ¿Quién nos verá?, todos están en el salón alabando al magnífico príncipe, tú y yo podremos divertirnos mientras tanto — Al terminar aquello toma mi rostro entre sus manos se acerca tanto, que queda a centímetros de mi boca y yo lo miro con diversión — ¿Si te besara en este instante, estaría arruinado nuestra a amistad?

— Si te atrevieras a besarme ahora, te dejaría sin descendencia y siempre recuerda que esta amistad es de jefe y trabajador — Mi expresión después de ese recital es de total seriedad — Así que retira tus manos de mi cintura, si no deseas que te rebane la garganta con la navaja que guardo en mi vestido...