Rebelde

CAPITULO 10

CAPÍTULO 10

"SOLICITO UNA AUDIENCIA"

GRETA.

" ¿Es una buena idea lo que pienso hacer?...... No, no lo es". "¿Lo más seguro es que después de esto, mis padres me deshereden y hasta a la orca me envíen por traición? ..... Si, es muy probable". Pero el rey siempre me ha dicho que no hay peor lucha que aquella que no hacemos por miedo a las consecuencias y tratando de constatar su nada comprada ideología, eso es lo que estoy a punto de hacer.

A pesar de ser consciente de que las consecuencias de no hacerlo serían menos dolorosas que las que enfrentaría si lo intento y no sale como espero, aún así deseo hacerlo. Nunca he sido de las que eligen el camino fácil; soy sinónimo de problemas, dilemas y complicaciones, y no pienso dejar de identificarme de esa manera. Disfruto vivir al límite, rodeada de aventura y hasta de mis precipitadas desdichas.

Mis amigas me tacharon de loca cuando les comenté sobre mi plan, e incluso hasta yo llegué a cuestionarme si estaba en mis cabales. Sin embargo, la verdad es que si no arriesgo o al menos lo intento, siempre me reprocharé que mis amigas sean acusadas de traición y no se conviertan en las doncellas respetables que todos sabemos que serán.

— No puedo permitir que hagas eso, ¿acaso has perdido los cabales?.

— Ya lo hemos hablado Camila, te he dado millones de razones que te explican por qué debo hacerlo, aunque no sea la más sensata de mis acciones.

— ¡Irás a la boca del lobo! Y sabes que es lo peor, que lo haces por voluntad propia. Te comerán y tú le ayudarás a masticar — Resoplo al ser consciente de que todo lo que expresa es real. A pesar de ello, sigo anudando mi capa, la misma que me servirá de disfraz y me protegerá del terrible frío del invierno que se acerca — No puedo permitir que vayas sola, Greta. — Dice con autoridad mientras me toma de las manos. Suspiro y le doy un apretón, intentando ocultar el temblor causado por el miedo que se aloja en mi interior.

— Debo ir sola, Camila. esto lo hago por protegerlas, no sería muy inteligente de tu parte involucrarte, pues no serviría de nada mi posible sacrificio.

— Pero es que ninguna te esta pidiendo tal oblación, todas somos culpables, es injusto que sólo tú corras con la responsabilidad de algo que no nos obligaste hacer.

Al escucharla comprendo por qué de todas, ella es mi mejor amiga. Aunque desearía decirle que venga conmigo, pues me doy cuenta con desdicha y mi gran orgullo que estoy muriendo de miedo al no saber qué me deparará el futuro inmediato en esas tierras. Esto me pone en una encrucijada. Sin embargo, nunca permitiría que ella arruine mi sacrificio. Aunque sabemos que no las obligué, las persuadí lo suficiente para que se interesaran en el plan, a unas más que a otras. Pero no quita que yo planee y ejecute el plan.

— Lo sé, pero piensa un momento Cami, yo soy la Princesa, las consecuencia para mí serán menos severas que las que podrán tener ustedes y sus familias, yo no lo hago por mi, lo hago por ti y las chicas, para que sigan teniendo el futuro próspero que todos sabemos tendrán.

— Pero tú también lo tienes, como dijiste, eres la princesa Greta. Aunque las consecuencias podrían ser menos severas para ti, no por eso menos dolorosas. Podrían hacerte renunciar a tu título o incluso meterte en el calabozo o... — Ella quiere seguir explorando las posibles y terribles secuelas que dejaría mi desfachatez, pero ya he considerado y analizado a fondo cada una de ellas, por eso detengo su charla porque empiezo a ponerme nuevamente ansiosa y eso es lo último que necesito en este momento.

— Solo estás pensando en los escenarios más trágicos, sé que este plan funcionará y ninguna tendrá consecuencias grotescas.

— No estamos seguras de eso.

— De pronto mi verdugo se compadece de mí y acepta que siga viviendo — Me río de mis palabras y con voz de chica malcriada prosigo — Cuando le exprese que solo soy una chica inmadura que no sabe lo que hace, como mi padre dice cada vez que hago una broma, tal vez perdone mi vida.

— ¡Háblame con la verdad!, ¿crees meramente posible que el príncipe perdone tal fechoría?

Obviamente no estaba segura de eso, él quería venganza y no se lo pensaría al buscarla, pero yo no voy a pedir clemencia como le he hecho creer a mis amigas, yo se la compraré y si eso no funciona simplemente me rendiré ante mi suerte, pero hasta el último aliento que me quede recalcaré que mis amigas no tuvieron nada que ver y que sólo deben ser juzgadas por seguir las órdenes de su alocada princesa.

Pero nunca les revelaría mi verdadero plan, seguramente pensarían que es una atrocidad. Conozco sus métodos para intentar persuadirme, serían similares a atarme al pie de la cama para evitar que cumpla con la misión que se ha grabado en mi mente desde que escuché a mis padres hablar en ese despacho.

— Chicas, es hora, Alan espera a Greta — Nos informa Daniela desde la puerta y yo suspiro. Son las 7 de la noche y todas están regresando a sus dormitorios después de la cena. Las alarmas y todo se activarán a las 8, ya que es la hora en la que todos deberían estar durmiendo. Por eso escaparé antes de que eso suceda, cuando la madre superior venga a las y media, usaremos almohadas que me servirán de chivo expiatorio mientras voy rumbo nuevamente al reino enemigo.

— Bien, ya saben qué hacer en caso de ser descubiertas, ¿prométanme que se harán las desentendidas y solo dirán que no saben de mi paradero? — Se los pido y ellas asienten. Yo termino de ponerme mi capa para salir a paso apresurado hacia la paredilla que anteriormente nos sirvió para escapar. Cuando llegamos, las chicas me ayudan a treparla. Me desean suerte, una más nerviosa que la otra, y Alan me espera con su cara cansada al otro lado. Sé que está en desacuerdo al igual que todas las chicas, pero una sonrisa de Camila bastó para que él se pusiera a mis órdenes. Emprendemos el camino hacia la frontera y el miedo se aloja en mi interior.




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