Un Dolor Desconocido.
Aylin se quedó de pie en medio del bosque, con la mirada perdida en la oscuridad por donde Ethan había desaparecido. Su pecho dolía de una forma extraña, como si algo en su interior se estuviera rompiendo en pedazos. No entendía por qué esas palabras la afectaban tanto.
"Te rechazo"
La voz de Ethan seguía resonando en su mente, firme, fría, sin un rastro de duda. Pero… ¿por qué? ¿Por qué él creía que estaban destinados a estar juntos si, al mismo tiempo, la despreciaba?
Un escalofrío recorrió su espalda. Algo dentro de ella le decía que debía irse, que no debía quedarse en ese bosque desconocido, pero sus piernas no respondían. Sus manos temblaban, y una sensación de vacío se expandía en su pecho.
—¿Por qué… duele tanto? —susurró para sí misma.
No era solo tristeza, era algo más profundo, más intenso, como si una parte de ella se estuviera desprendiendo.
Con esfuerzo, obligó a su cuerpo a moverse. No podía quedarse allí. Dio un paso y luego otro, alejándose con el corazón hecho pedazos y la mente llena de preguntas.
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Los días pasaron, pero el dolor no desapareció. Aylin intentó convencerse de que todo había sido una locura, que tal vez había imaginado aquella noche. Pero cada vez que cerraba los ojos, veía la mirada dorada de Ethan clavándose en ella con desprecio.
En la cafetería donde trabajaba, las cosas no eran diferentes. Su mejor amiga, Sofía, notó de inmediato que algo no estaba bien.
—Aylin, ¿qué te pasa? —preguntó mientras limpiaban las mesas al final del turno.
—Nada… solo estoy cansada —mintió.
Pero Sofía no se lo creyó.
—Has estado distraída toda la semana. Y… —bajó la voz— he escuchado rumores. Dicen que los Blackmoon están más inquietos que nunca. Que su Alfa está de mal humor y que nadie sabe por qué.
El corazón de Aylin dio un vuelco.
_¿Blackmoon?
Sofía asintió.
—La manada de lobos. Se dice que su Alfa, Ethan, ha estado… diferente. Algunos dicen que rechazó a su pareja.
El aire de Aylin se atadco en su garganta.
"Su pareja... Yo."
Sofía continuó hablando, pero Aylin apenas la escuchaba. Ahora lo entendía: el dolor en su pecho, la sensación de vacío, la tristeza inexplicable… Todo era consecuencia del rechazo de Ethan. Algo en su interior se había roto cuando él la alejó de su vida.
Pero si él no la quería… ella tampoco lo necesitaría.
Apretó los puños y se prometió a sí misma que seguiría adelante. Ethan Blackmoon la había rechazado, y ella haría todo lo posible por olvidarlo.
Lo que no sabía era que él estaba a punto de darse cuenta de su error.