La Verdad Entre Sombras.
Aylin pasó la noche dando vueltas en la cama, incapaz de conciliar el sueño. Las palabras de Sofía seguían resonando en su mente. "Tienes que decidir qué quieres tú."
Pero, ¿cómo podía hacerlo cuando su corazón y su mente estaban en guerra? Ethan la había rechazado, la había herido de una manera que aún sentía en lo más profundo de su ser. Pero a la vez, él la seguía, la observaba… Como si no pudiera dejarla ir.
Y luego estaba Damien. Sus palabras habían sido inquietantes, como si supiera algo que ella ignoraba. Algo sobre Ethan. Algo sobre ella.
Finalmente, se levantó de la cama y se asomó por la ventana. La noche estaba tranquila, pero un escalofrío recorrió su piel.
Tenía que saber la verdad.
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Al día siguiente, Aylin decidió enfrentar a quien tenía las respuestas. Sabía que no podía ir directamente a Ethan… pero había alguien en la manada Blackmoon que podía ayudarla.
Camino al territorio de los lobos, su corazón latía con fuerza. No tenía idea de cómo sería recibida, pero no podía seguir en la oscuridad.
Cuando llegó cerca del límite del bosque, una figura alta y de cabello oscuro la estaba esperando.
—Sabía que vendrías —dijo Caleb, el Beta de Ethan.
Aylin se detuvo, sorprendida.
—¿Cómo…?
—Ethan no deja de vigilarte —respondió Caleb con una sonrisa ladeada—. Y yo soy su Beta. Es mi trabajo saber en qué está metido mi Alfa… y en este caso, también en qué estás metida tú.
Aylin apretó los labios.
—Necesito respuestas, Caleb.
Él suspiró y cruzó los brazos.
—Pregúntame.
Aylin respiró hondo.
—¿Por qué me rechazó?
Caleb la miró por un momento antes de responder.
—Porque te ama.
El mundo de Aylin se detuvo.
—¿Qué…?
—Ethan pensó que al rechazar el vínculo, te protegería. Nuestra vida no es fácil, Aylin. Hay enemigos, guerras entre manadas, y muchos no aceptarían que un Alfa tuviera una pareja humana. Ethan creyó que, si te alejaba, estarías a salvo.
Aylin sintió que sus piernas flaqueaban.
—Pero… me lastimó.
—Lo sé —dijo Caleb con seriedad—. Y él también lo sabe. Pero ahora, con Damien rondándote, Ethan está perdiendo el control.
Aylin tragó saliva.
—¿Quién es realmente Damien?
Caleb entrecerró los ojos.
—Un enemigo. Quiere tomar el control, y tú eres la clave. Si consigue alejarte completamente de Ethan, su lobo se debilitará. Y Damien aprovechará ese momento para atacarlo.
Aylin sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.
—Entonces… todo esto no es solo sobre mí.
Caleb negó con la cabeza.
—No, Aylin. Esto es una guerra. Y tú estás en el centro de ella.
El aire se volvió más frío a su alrededor. De repente, la elección que debía hacer no solo era sobre su corazón… sino sobre el destino de todos.