Huida En La Oscuridad.
Aylin caminó sin mirar atrás, sintiendo su pecho oprimido por el peso de sus propias palabras. Nunca pensó que tendría la fuerza para alejarse de Ethan, pero lo había hecho. Y aunque su corazón dolía, sabía que era lo correcto.
El bosque era oscuro y silencioso, con la luna llena iluminando su camino. No sabía a dónde iba, solo sabía que tenía que alejarse. De Ethan, de Damien, de todo lo que la había arrastrado a este mundo que no era suyo.
Pero una sensación extraña comenzó a invadirla. Un escalofrío recorrió su espalda, como si alguien la estuviera observando.
Se detuvo en seco y miró a su alrededor.
—¿Quién está ahí? —preguntó, con la voz más firme de lo que se sentía por dentro.
El silencio fue su única respuesta.
Apretó los puños y siguió caminando, obligándose a ignorar la paranoia. Pero entonces, un crujido entre los árboles la hizo girar rápidamente.
Algo se movía en las sombras.
—Aylin… —una voz susurrante rompió la quietud de la noche.
Su corazón martilleó contra su pecho. No era Ethan. No era Damien.
Era algo más.
Antes de que pudiera reaccionar, una figura emergió de entre los árboles. Un hombre alto, de cabello oscuro y ojos rojos como el fuego, la observaba con una sonrisa inquietante.
—Así que por fin nos conocemos —dijo con voz suave pero peligrosa—. La humana especial de la que todos hablan.
Aylin retrocedió, su cuerpo entrando en modo alerta.
—¿Quién eres?
El extraño inclinó la cabeza con diversión.
—Alguien que ha estado esperando este momento durante mucho tiempo.
Aylin sintió su piel erizarse.
—No me conoces.
—Oh, pero sí, Aylin. Porque tú… —sus ojos brillaron con intensidad— no eres solo una humana.
El aire pareció desaparecer de sus pulmones.
—¿Qué…?
El hombre sonrió, dando un paso hacia ella.
—Y pronto, descubrirás la verdad sobre lo que realmente eres.
Antes de que pudiera reaccionar, una sombra veloz se abalanzó sobre ellos, y el mundo de Aylin se convirtió en un torbellino de caos.
Disculpen la tardanza. :)