Rechazada Por El Alfa

Capitulo 12

La Sombra Del Pasado.

Aylin sintió un golpe de aire cuando una figura oscura se interpuso entre ella y el hombre de ojos rojos. Todo sucedió demasiado rápido. Un rugido profundo retumbó en la noche, y de pronto, el bosque se convirtió en un campo de batalla.

Ethan.

Su lobo negro brillaba bajo la luz de la luna, sus ojos dorados ardiendo con furia. Sin dudarlo, se lanzó contra el extraño, pero este lo esquivó con una velocidad inhumana, moviéndose con una gracia inquietante.

—Vaya, vaya —dijo el desconocido con una sonrisa burlona—. Parece que el Alfa sí sabe proteger lo que es suyo… aunque un poco tarde, ¿no?

Ethan no respondió. En cambio, dejó escapar un gruñido amenazante antes de atacar de nuevo. Esta vez, logró derribar al intruso, haciendo que ambos rodaran por el suelo en un frenesí de colmillos y garras.

Aylin, paralizada, observó la pelea sin saber qué hacer. Su corazón latía con fuerza, su respiración era errática. Quería correr, pero sus piernas no respondían.

De repente, una mano firme la sujetó del brazo y la jaló hacia atrás.

—¡Aylin, muévete! —Caleb apareció a su lado, con su rostro tenso.

Ella parpadeó, su mente aún tratando de procesar lo que ocurría.

—¿Quién es él? —preguntó con la voz temblorosa.

Caleb apretó los labios.

—Alguien que no debería estar aquí.

Un gruñido feroz hizo que ambos volvieran la vista a la pelea. Ethan tenía al intruso contra el suelo, su mandíbula alrededor del cuello del extraño, listo para acabar con él.

Pero el hombre solo sonrió.

—Matarme no cambiará nada, Ethan —susurró—. Ella sigue siendo lo que es. Y cuando lo descubra… será demasiado tarde para detenerlo.

Ethan apretó con más fuerza, pero un instante después, el desconocido desapareció.Literalmente.

Aylin jadeó. Sus ojos se abrieron con incredulidad. Un segundo estaba allí… y al siguiente, solo quedaba el vacío.

Ethan se incorporó de inmediato, su lobo todavía alerta, olfateando el aire.

—Se fue —gruñó Caleb—. Maldición, Ethan, esto es peor de lo que pensábamos.

Ethan volvió la mirada hacia Aylin. Sus ojos ardían con emociones contenidas.

—¿Estás bien? —su voz era grave, ronca.

Aylin tragó saliva, tratando de estabilizar su respiración.

—¿Qué… qué acaba de pasar? ¿Quién era él?

Ethan no respondió de inmediato. Sus manos se apretaron en puños, como si estuviera luchando consigo mismo.

Finalmente, habló.

—Alguien del pasado. Alguien que nunca debió encontrarte.

Aylin sintió que el suelo se volvía inestable bajo sus pies.

—¿Encontrarme? ¿Por qué?

Ethan la miró intensamente.

—Porque todo lo que crees saber sobre ti misma… es una mentira.

Y con esas palabras, el mundo de Aylin se rompió en pedazos.




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